La canción que nos une | ChanKai

Doce canciones

1

Las piernas comenzaron a temblarle y sintió frío por todo su cuerpo debido al miedo. Dio vueltas por su habitación y miró su móvil, pero no había ningún mensaje de Chanyeol.

Su mente comenzó a entrar en pánico al instante.

¿Cómo podía haber sido tan estúpido de dejar a Chanyeol entrar a su vida de nuevo después de todo lo que le había hecho?

Jongin quiso gritar de frustración, se sentía tan humillado y frágil en ese momento.

Había confiado en Chanyeol, en cada una de sus palabras, en sus lágrimas y besos, y al final todo había resultado ser una tremenda mentira para llevárselo a la cama.

Su estómago se revolvió de tal manera que sintió náuseas y unas enormes ganas de llorar por la impotencia de haber sido engañado; sin embargo, antes de que las lágrimas saltaran de sus ojos, un sonido al otro lado del pasillo llamó su atención: era el ruido del agua caer en la ducha.

Con el aire contenido en su garganta, Jongin corrió fuera de su habitación hasta el cuarto de baño y abrió la puerta con fuerza.

Allí se encontraba un desnudo Chanyeol, dejando que el agua caliente recorriera su cuerpo. El aire que Jongin había estado conteniendo, salió rápidamente de su boca en forma de un jadeo de alivio.

—Jongin...Perdón, ¿te he despertado? —preguntó Chanyeol tras la mampara.

—No, tranquilo —contestó aparentando tranquilidad, aunque su corazón seguía latiendo con rapidez por todo el miedo que había sentido instantes atrás.

Sin decir una palabra más, se quitó los calzoncillos y los dejó en el suelo para después meterse en la ducha, abrazando el torso de Chanyeol mientras sentía el agua caliente mojarle la cabeza. Ahora se sentía más estúpido todavía por haber tenido todos esos pensamientos.

—Nini, ¿te encuentras bien? —En respuesta, Jongin emitió un sonido bastante confuso que fue amortiguado por el pecho de Chanyeol—. ¿Te duele mucho? —preguntó ahora, mientras acariciaba uno de los glúteos del moreno.

—Un poco —admitió ahora de manera más clara.

En respuesta, recibió un tierno beso en la frente que rápidamente le llenó el pecho de una sensación cálida.

Mientras se duchaban juntos, Jongin se calmó un poco y dejó que su cabeza comenzara a dar vueltas al tema de si contarle a Chanyeol su mudanza a Seúl o no. Obviamente en algún momento se lo tendría que decir, pero por ahora no se encontraba cómodo haciéndolo. Solamente había pasado un día desde que su espíritu se empezó a sentir en calma junto a Chanyeol y su corazón comenzó a latir por él, era muy precipitado. No había nada ni nadie que le asegurase que Chanyeol había cambiado y ahora le iba a apreciar como realmente se merecía.

Si Jongin era sincero, el miedo que sintió al creer que Chanyeol le había vuelto a abandonar abrió viejas heridas y supuró sentimientos que hacía mucho que no sentía. Fue una experiencia bastante horrible y Jongin no quería pasar por aquello otra vez, así que necesitaba ser más cauteloso con Chanyeol.

Con mucho pesar, pensó que hasta que no comprobase que se podía confiar plenamente en Chanyeol, no le diría nada de la mudanza.

—Te veo muy serio, Nini. ¿Tanto te duele? —preguntó una vez salieron de la ducha y comenzaron a secarse con las toallas.

Jongin rio ligeramente al ver su terrible expresión de preocupación y le dejó un suave beso en el mentón.

—No te preocupes, Yeol. Mi cuerpo perdió la costumbre y es normal.