¿Droga?

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Después de que encontraran a la chica, el albino los guió jalando a ambos de las orejas hacia una cafetería que estaba cerca, era totalmente seguro que la morena tendría que dar una explicación por lo que hizo sin consultar primero con Mecoboy, quién estaba muy molesto.

-¡Meco, enserio lo siento!, Se que debí decírtelo pero solo quería saber lo que realmente quería contigo este pendejo, además, ¡Seamos honestos! ¿Hubieras estado de acuerdo?.- Preguntó con una ceja alzada la morena.

-¡Obviamente no, pendeja! O dime, ¿Tu estarías de acuerdo con que yo me le insinuara al tipo pendejo que te gusta?.- Dijo el albino con enojo para luego darle una mordida a su torta de tamal y tomar de su malteada como un pinche gordo.

-N-No pero, ¡Lo hice con buenas intenciones! No te enojes conmigo.- Rogó la azabache, poniendo la cara más tierna que podía.

-Yo digo que le pongas un putazo.- Dijo Darkar tomando una malteada.

Tu también te callas, pendejo.- Dijo de mala gana el albino sin prestarle atención a la cara de la morena.

Darkar dejó su malteada en la mesa y volteó a ver a su compañero algo aturdido, ¿Enserio había escuchado que le gustaba?. El corazón del moreno casi se sale por lo dicho repentinamente, haciendo volver la esperanza al escuchar las palabras del albino.

-Un momento... ¿Te gusto?.- Preguntó dudoso, mirando fijamente al oji-rosado.

-Voy a venir puteando a los dos, neta no se porque sigo siendo su amigo.- Dijo el peli-blanco frotándose la sien, ignorando totalmente la pregunta del castaño.

-L-Lo siento de nuevo.- Se disculpó de nuevo la chica, levantándose de su asiento dispuesta a dejar a la pareja.- Ahora me tengo que ir, ¡Hablamos luego!.- Se despidió con una sonrisa algo nerviosa mientras se alejaba con rapidez.

El moreno y el albino quedaron en un silencio un poco incómodo, tanto por la pregunta del más alto como por la reacción de la chica, el castaño decidió romperlo, intentando volver a preguntar lo anterior dicho, en busca de una respuesta.

-Meco, ¿Enserio te gusto?.- Preguntó el castaño, mordiendo su labio inferior por el nerviosismo.

Enserio quería una respuesta, y la quería en ese momento, su corazón palpitaba con rapidez y sus mejillas habían tomado un ligero tono rojizo dando más pruebas de que estaba bastante nervioso, la expresión del más bajo no había cambiado para nada, seguía totalmente neutral.

Ignoró de nuevo al moreno, pagó por la comida y comenzó a caminar en dirección a su hogar, seguido del más alto. Al llegar a la puerta lo único que hizo fue jalar con rapidez la mano del moreno, haciendo que entre a la casa bruscamente y sin mucha más demora se dedicó a devorar los labios ajenos.

Darkar correspondió el beso con un poco de timidez ante su ligero shock mientras moría internamente, después de bastante tiempo por fin tenía el beso que había ansiado, finalmente era correspondido,

-No te le vuelvas a acercar...- Murmuró al separarse ligeramente de los labios ajenos para luego de unos segundos después volver a besarlo fugazmente y separarse.

-No quiero ver tus malditos desastres de nuevo...- Volvió a murmurar, está vez mordió ligeramente el labio inferior contrario.

-Pero... Tampoco quiero que cambies, no necesitas ayudarme en nada, si te tengo aquí, es porque te quiero...- Dijo acercándose a la oreja del más alto, mordiendola en el proceso.

Al tener ya arrinconado al más alto comenzó a repartir múltiples besos por el cuello de este, escuchando los ligeros suspiros que soltaba el contrario, estaba apunto de quitarle el suéter cuando de repente fue detenido por la mano de Darkar.

-E-Espera.- Paró las acciones del más bajo y procedió a mirarlo de arriba a bajo, inspeccionando al albino.

Un recuerdo llegó de repente a su mente, suspiró pesadamente y se alejó del mayor, comenzando a jalar su mano hacia las escaleras, con intenciones de llevarlo a su habitación.

-Meco, esa pendeja le agregó algo a tu bebida, no quiero hacerlo si estás así.- Explicó Darkar en camino a la habitación del mayor.

Al llegar a esta, el castaño empujó al mayor para que entrase al baño y se tomará una ducha con agua fría.

-Seguramente con eso se te va a quitar, ¡Ve y báñate!.- Habló frunciendo un poco el ceño al ver que el albino lo ignoraba y solo intentaba quitarse.

Después de unos segundos logró lo que quería y se quedó afuera del baño, sentado en la cama del mayor, esperándolo para revisar si los efectos de esa mamada se habían ido.

Unos cinco minutos después la puerta del baño fue abierta, mostrando a un Mecoboy bastante sonrojado, con una toalla rodeando su cintura mientras que con otra secaba su cabello.

-¿Estás mejor?.- Preguntó Darkar levantándose para observar al oji-rosado.

-S-Sigo bastante duro...- Habló con demasiada pena el albino, por lo menos había vuelto a estar más o menos conciente.

.-¿Quieres esperar a que pase? Podr- El castaño fue interrumpido por la voz del albino.

-Darkar, no voy a esperar.-

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...

-Alexandra.

Solo para mí. [Darkar x Mecoboy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora