2. Entre dos tormentas

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Me impulsé bajo el agua, y subí ligeramente a la superficie. Entonces, Tiré mi cabello hacia atrás. Me gustaba refrescarme por la mañana en la piscina.

Sin embargo, tenían que arruinar mi buen día. Me salpicó agua  Franc, en el instante que se tiró a la piscina. Corrijo, me gusta refrescarme solo, por las mañanas.

-¿Qué haces aquí? ¿No tienes trabajo?-

-¿No te alegra verme?- Fruncí el ceño. -Yo vine especialmente para verte. Hace tiempo que no tengo esta oportunidad. Tu físico está cada día mejor- Observó. -¿Tienes todo ese pecho por tu entrenamiento?-

Chapoteé agua en sus ojos. Y salí de la piscina. -¡Hey, espera!- Entré a la casa, mojando el piso. Estaba tan enojado, que ni siquiera se me pasó la idea de secarme. En ello, choqué con Kenny, que por poco me bota.

-¿Te encuentras bien?- Se sorprendió. -Espera, iré por una toalla- Suspiré, debía mantener la calma. -Aquí tienes, es la que estaba en el baño. ¿Importa? Todavía no sé bien dónde están las cosas- Acepté la toalla.

-Gracias- Me envolví en ella. Se me quedó observando, sus ojos me penetraban, poniéndome nervioso. -¿Eh, Kenny?- Lo saqué de su trance.

-... Yo quería preguntarte, si para tí está bien comer un batido con avena y frutas para el desayuno. Y con un café para beber. ¿Te gusta el capuchino?-

-¡Sí, es perfecto!- Me alegré al pensar en la comida. -Kenny, no es necesaria mi confirmación, no me envenenarás ¿O sí?- Sonreí.

-¿¡Envenenarte?! ¡No, jamás te haría tal cosa!-

-Estaba bromeando- Reí con su expresión. Me dirigí al comedor, incluso puso un individual color pastel, y el capuchino tenía el dibujo de una estrella. -¿Tú hiciste esto?-

-Sí- Estéticamente impecable. Y el sabor era exquisito, incluso los batidos energéticos, que normalmente saben asquerosos, sabía bien. Y lo mezclo perfectamente con el plátano y las frambuesas.

-¡Oh, mi Dios! ¡Es sabroso! ¡Es la primera vez que tengo un desayuno tan delicioso!-

-Mi cocina es la mejor- Dijo con una sonrisa altiva.

-¡No eres nada modesto!- Reí. En ello entró Franchesco.

-¿Por qué te fuiste así?- Rodeé los ojos.

-Eres desagradable. ¿Por qué debería estar cerca de tí?- Él tomó mi muñeca fuertemente. -¿Qué haces? ¡Suéltame!- Lo pateé.

-¿Por qué eres tan rebelde? ¿Qué no te enseñaron nada en esa escuela omega? ¡Le voy a decir a papá si sigues así!-

-¡Adelante, dile!- Él se fue chamuscado en rabia. Kenny miró perturbado la escena. -¿Qué?- Dije en mal tono. -Gracias por la comida- Dejé el plato en el lavadero. Y corrí a mi cuarto.

Tiré la toalla sobre la silla, dirigiéndome al baño. Observé mi reflejo furioso. -Maldita sea- Abrí el grifo de agua caliente y fría, para bañarme. Quería relajarme, y esto era lo único que lo haría. Una vez temperaba el agua, me saqué el traje de baño y me hundí en la tina.

¿De qué sirve acosarme? Creía que una vez crecieramos los problemas desaparecerían, pero padre empeoró las cosas. Él decidió transferirme las acciones de la compañía, la promoción comercial y dejó a nombre mió todos los edificios Rosset. Mis hermanos lo encontraron impactante, que a un omega, y al menor de la familia traspasara lo más importante.

La única manera de compartir esos beneficios es con un acuerdo legal, en otras palabras si se casaban conmigo, al principio creí que era una broma, pero ellos se lo tomaron en serio. Soy su hermano, no pueden casarse con su hermano. ¡Estúpidos incestuosos! Y mi padre parecía divertirse con mi lamentable situación. Los odio, ojalá viajen bien lejos y se caiga el avión.

Tu perfume [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora