8. Como polvo de estrellas

1.8K 139 33
                                    

-Narra Jake-

Nos quedaríamos en la ciudad un tiempo más, por lo que le enseñé mi casa a Julen. Ya que no había ningún familiar, lo primero que hizo fue husmear.

-¿Ésta es tu habitación?- Entró sin mi consentimiento. -¡Wha, tienes muchos trofeos!-

-Elián tiene el doble que yo- Dije sentándome en la cama.

-Oh, lo recuerdo, pero los tenía escondidos-

-No se abrió hace poco, y te apuesto que los que colocó en la tienda son el 1/4 de los que tiene- Me relajé.

-¿Qué más tienes?- Abrió mi armario. -¡Oh! ¿Pero qué es esto?- Mostró mis CDs pornográficos.

-¡Devuelvelo!- Él me esquivó para verlos.

-Oh... Ya veo, tienes una fascinación por los pelirrojos, un fetiche con las piernas y...- Lo empujé en el colchón para quitarle los CDs y tirarlos a la basura. -¡Oh, qué aburrido eres!-

-Creí que me había desecho de esas cosas...-

-¿Así que ya no tienes una fascinación con los pelirrojos? Dicen que traen buena suerte- Sonrió.

-No es que tuviera una fascinación por los pelirrojos... Por coincidencia me enamoré de dos pelirrojos que resultaron ser hermanos-

-¡Vaya, coincidencia!- Exclamó.

-Julen... ¿Estás celoso?- Me sorprendí por el tono que usó en su voz.

-¿Celoso? ¿Yo? ¿Por qué estaría celoso de un alpha pelirrojo demente y de tu linda ex esposa?- Levantó una ceja enojado.

-Ahaja... Lo que digas- Besé su mejilla. -Eres el único que se pondría celoso a mi nombre- Él me abrazó.

Sobre las sábanas de mi antigua habitación, nos abrazamos y nos dimos pequeñas caricias, lo suficiente para acurrucarnos.

-¿Quieres salir a comer, después? Supe que Elián hizo reformas, podríamos ir a ver-

-¿Me estás pidiendo una cita?- Me sonrió.

-Creo que sí- Respondí ante la bonita cara de mi nuevo novio.

-Hey, gracias por darle un espacio a mi gato- Se apegó a mí.

-Lo merecía, es un buen gato-

-¡Ahaja, le diste todo el jardín trasero!- Se rió.

-Debe tomar algo de aire libre- Contesté, mirando la hora en mi reloj. -Creo que es un buen horario para salir-

Paseamos por la ciudad y compramos algunos regalos para los Sanz. Julen lucía emocionado haciéndome probar novedades, me obligó a cambiar mi atuendo en los vestidores de la tienda de ropa y se ofreció a pagar el conjunto que escogió para mí. No estaba acostumbrado a que hicieran cosas así por mí.

-¡Tomemos una selfie!- Me agaché ligeramente para alcanzar el marco de la cámara.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tu perfume [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora