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Sus ojos se ampliaron y miraron con terror a el pequeño chico frente a él, Jimin, que lo miraba desentendido y con una sonrisa falsamente inocente mientras se acercaba. Y como si nada hubiese ocurrido, como si no acabara de empujar a el amigo del chico de cabellos azules por las escaleras, Jimin agarró delicadamente su mano temblorosa.

— ¿Yoongi? — le llamó, fingiendo preocupación —. ¿Te pasa algo? Te ves muy pálido.

Yoongi se paralizó, el miedo lo consumía y que el mayor actuara tan naturalmente sólo hacía que se sintiese más aterrado aún.

Y-Yo... ... Vi qu-que ...

Jimin se acercó más a él, lo miró a los ojos a la vez que levantaba su mano para acariciar su sedoso cabello azul, y aún con una inocente sonrisa en su rostro, susurró suavemente:— Si dices algo, tú serás el próximo. ¿Entendido?

Lágrimas comenzaron a caer, sus labios temblaban del miedo y sólo deseaba que Jimin lo dejase ir a ver cómo estaba su amigo.

— Estás demente... — susurró, con sus ojos vidriosos y la visión borrosa de las lágrimas que se acumulaban para después escaparse sin pedir permiso.

— ¿Demente? Nunca me habían llamado así... ¡Me encanta! — celebró Jimin, soltando la mano del chico para juntar las suyas propias y sonreírle enormemente mientras lo miraba con ojos oscuros pero con un pequeño brillo en ellos.

Yoongi sólo amplió los ojos y rápidamente sostuvo su mano cerca de su pecho mientras retrocedía un paso hacia atrás, no podía creer que el adorable Park Jimin en realidad fuese un psicópata.

— Yoongi~ — Jimin inclinó la cabeza a un lado mientras llevaba sus manos detrás de su espalda y se balanceaba de atrás hacia adelante en sus talones —, Aún no me has dicho... ¿Entendiste lo que dije?

Yoongi no era tonto. Sabía a lo que estaba enfrentándose y no le daría el placer de lanzarlo por las escaleras. Así que, aún con lágrimas derramándose en sus mejillas, lentamente asintió con la cabeza.

— S-Sí...

¡Bien! Ahora dime, ¿Qué le pasó a Mark?

— S-Se tropezó y... Y se cayó por las escaleras.

— Excelente, buen chico. — Jimin aplaudió alegremente, para luego suspirar y mirar la sangre en las escaleras y el cuerpo inmóvil de Mark tendido en los últimos escalones —. ¡Oh, mira! — Jimin miró con genuina emoción a Yoongi y luego nuevamente al cuerpo inmóvil mientras lo señalaba con su dedo índice —. ¡Con tanta sangre parece un alfombra roja!

Al mirar a su amigo tendido en las escaleras, su estómago inmediatamente se revolvió, y el vómito fue prueba de ello.

Jimin miró a el más alto haciendo una mueca de asco, para luego voltearse y bajar por las mismas escaleras por donde había lanzado a Mark, haciendo como si en realidad su sangre fuese una alfombra roja.

— Ya lo sabes, Yoongi~ Ni una palabra de esto a nadie si no quieres ser el siguiente.

Boys meet evil 悪の: KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora