Boys meet evil 悪の: KOOKMIN

13

Jimin divisó a el alto castaño responsable de su incesable distracción y preguntas sin respuestas. Se acercó a él trotando para poder alcanzarlo ya que Jungkook iba caminando hacia el edificio donde Jimin juraba que algún día trabajaría como un gran artista y no estudiaría como un aficionado.

Al llegar al castaño, Jimin lo tomó del brazo, haciendo que este se detuviese y mirase divertido al muy agitado Jimin, quién se apoyaba del agarre en el brazo de Jungkook mientras respiraba entrecortado, tratando de volver su respiración a la normalidad. Definitivamente los deportes y el ejercicio no eran su fuerte.

— ¿El verme te dejó sin aliento, pequeño?

Jimin lo miró con el ceño fruncido, para luego voltear la mirada hacia adelante e ignorar lo dicho por el castaño mientras respiraba profundamente y exhalaba hasta por fin lograr calmar su respiración.

— ¿Por qué siempre coqueteas conmigo?

— ¿Yo? ¿No eres tú quién está sujetando mi brazo como si tu vida dependiera de ello?

Jimin lo mira, mira su mano agarrando el brazo de Jungkook con fuerza y entonces lo suelta con rapidez y se cruza de brazos con el ceño fruncido y las mejillas sonrojadas. Ahg, odiaba tanto como se comportaba tan estúpidamente frente al castaño. ¿Qué demonios le había hecho ese chico?

— No lo hacía, solo... Estaba cansado.

— Cansado de correr para- Oh. ¡Hola, Baekhyun! —Jungkook saludó al chico que pasó a un lado de ellos, quien se sonrojó y tímidamente le devolvió el saludo —... Para alcanzarme. ¿Tanto te gusto, pequeño?

Jimin frunció el ceño al ver cómo Jungkook seguía al tal Baekhyun con sus ojos mientras sonreía. ¿Por qué lo miraba así si tenía a Jimin a su lado? Ese había sido un golpe bajo para su orgullo y Jimin odió al chico que le robaba la atención de Jungkook.

— No me gustas, pero parece que a ti sí te gusta el flacucho ese.

Jungkook volvió los ojos a Jimin al escucharlo decir eso, sonriendo divertido ante los evidentes celos del más bajito.

— ¿Celoso?

— Pff, sí claro. Ese chico no me llega ni a los talones.

Los ojos de Jungkook brillaron con travesura, para luego mirar nuevamente al chico que desaparecía por una esquina.

— No lo sé, él es muy hermoso y talentoso. De verdad toda una joya.

Jimin apretó las manos en puños y apretó la mandíbula con enojo ante las palabras de Jungkook. Nadie, repito, nadie era mejor que Park Jimin.

— Nadie es mejor que yo.

Jungkook aguantó la risa ante el enojo creciente de Jimin, le encantaba verlo enojado, pero lo que más le encantaba era verlo hacer lo que tanto placer le daba: asesinar. Así que ¿Qué mejor forma de incitarlo que provocándolo con pequeñas e inocentes palabras?

— No lo creo, ese chico se está convirtiendo en uno de los favoritos.

No, imposible. Jimin siempre había sido el favorito. ¿Quién se creía ese niñato para llegar y querer apropiarse de todo lo suyo? Él era y siempre sería el favorito. El mejor. El más perfecto.

Jimin se acercó a Jungkook, agarró su rostro con sus uñas clavándose en las mejillas del más alto y lo miró con determinación y furia.

— Que te quede claro una cosa, Jungkook. — Jimin se acercó al rostro del castaño poniéndose de puntillas —. Nadie. Es. Mejor. Que. Yo.

Jimin se alejó a la vez que lo soltaba con brusquedad sin dejar de mirarlo y Jungkook sonrió oscuramente, para luego pasarse la lengua por sus labios y acercarse al pelinegro.

Jungkook agarró delicamente su barbilla y la alzó, quedando así a muy pocos centímetros de distancia, sus respiraciones golpeando los labios de la contraria, y sus ojos mirándose mutuamente, Jimin estremeciéndose al sentir como si los ojos de Jungkook pudiesen mirar su alma.

— Él lo es y lo seguirá siendo mientras siga respirando pequeño.

(...)

"El día de hoy se encontró el cuerpo de otro chico. Asesinado a sangre fría, el joven de 15 años Byun Baek-hyun fue apuñalado 33 veces en el pecho y estomago detrás del basurero del restaurante Mojichi".

"Sepresunta que el asesino ha sido el mismo que asesinó a las otras 2 recientesvíctimas. Ahora estamos investigando la escena del crimen y esperamos encontraruna pista para conseguir al culpable de tal despreciable acto. Mientras tanto,les sugerimos tener cuidado y..."

Cambia de canal y mira con preocupación a su hijo.

— ¿Ya oíste, cariño? Tienes que tener mucho cuidado ¿está bien? Vente a la casa en cuanto salgas de clases y si se te hace muy tarde me llamas y yo voy y te busco.

Jimin le regala una sonrisa cariñosa, asiente y luego deposita un beso en su frente.

— No te preocupes por mí, madre. Se cuidarme solo. 

(...)