Código Binario. (CH) (PAUSADA)

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Terminó por comprar el peluche de un camaleón que cambiaba de color dependiendo del clima, un collar con una luna y otro con un sol, un peluche de lagartija y un pasaje ya pagado para unas vacaciones en el sur de su país, prácticamente el sector más bello de todo su territorio.

Rápidamente se dirigió a su casa a preparar el envoltorio, osea meter todos los obsequios en una caja mediana y ponerle papel de regalo encima para que no se vea feo o algo así.

Antes de cerrar la caja sintió que faltaba algo, algo importante, algo que le de más significado al regalo que la intención de darle cosas compradas.

Se quedó pensativo por unos momentos antes de levantarse a ir a buscarlo; era una foto enmarcada, la única que tenía con el chileno a decir verdad y, por mala o buena suerte, el marco era algo pequeño, perfectamente entraría en la caja. En el momento de la captura, ambos eram simples adolescentes, estaban en la época del 1829 (si que era una foto vieja y bastante fea), ambos vestían con sus uniformes militares y se estaban abrazando de los hombros. No pudo evitar reír cuando la vió ya que en ese entonces el chileno era bastante más bajo que ahora, además de un poco más gordo.

Y un poco más tierno.

La quitó del marco ya que creía que el de menor edad le pondría uno más bonito y menos gastado, aunque estaba a punto de pedirle a alguien que restaure la foto para que se vea mejor. Siquiera antes de guardarla en la caja, firmó casi en el borde de la parte de abajo de la foto para luego escribir un "Feliz Navidad, pelotudo" junto con un corazón super deforme. Sin quererlo y sin negarlo, ese regalo pasó de ser con cosas compradas a con una hermosa muestra de amistad de incluso hace varios siglos atrás.

Sonrió al pensarlo.

Dejó la caja sobre la mesa y se dispuso a ver la televisión, aveces jugando en su celular para esperar la hora de comer, tampoco es que comería mucho ya que se había comprado algo para comer mientras estaba fuera. Sólo había que esperar a que sean las 8 pm para poder reunirse con el chileno en la casa de este a ayudarlo con quien sabe qué para su amigo invisible.

Aunque sinceramente no sabe el por qué iba a ir a ayudarlo, sólo sentía esa necesidad, tal vez por haber salido poco con el chileno, tal vez en un intento de mejorar su amistad. Realmente que estaba confundido con eso.

Y hablando de confundido.

De nuevo encontró una carta, está vez estaba pegada del lado de adentro de la ventana... Un momento, ¿qué hace del lado de adentro?

Rápidamente fue por toda la casa, buscando algún indicio de que haya alguien o que haya entrado, como más desorden del que ya había, los cigarros de su hermano más esparcidos de los de costumbre. Pero nada. Nadie había entrado. Todo estaba bien sellado como lo había dejado antes.

Pero entonces, si no había nadie más en la casa, ¿cómo carajo terminó esa nota en el lado de adentro de su casa?

- República Oriental del Uruguay y la recalcadísima concha de su puta hermana - dijo con notable enfado, yendo a la pieza de su hermano (a la cual estuvo tratando de no ir para no deapertarlo) y abrió la puerta de forma brusca para que se despierte - ME EXPLICAS QUÉ PORONGA ESTÁ PASANDO O DE UNA PIÑA TE CAMBIO EL NOMBRE A BANDA ORIENTAL.

- ¡AH! ¡¿QUE TE PASA GIL?! - lo miró medio adormilado pero de todas formas lo encaró, aunque no se levantó de su cama, sólo se quedó medio sentado para gritarle de forma más cómoda a su hermano.

- ESO TE PREGUNTO YO A VOS, MOGOLICO.

- EH EH EH BO' CALMATE.

- CALMAME, DALE.