Capítulo 2 - El príncipe Suk

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Tuvieron que pasar dos días para que Young Saeng despertara y cuando lo hizo se percató de que se encontraba recostado en una cómoda cama al lado del fuego de una chimenea, había viajado tantos kilómetros sin alimentarse que apenas le quedaba un poco de fuerza para seguir respirando; sin embargo podía sentir perfectamente cómo unas delicadas manos exploraban su cuerpo desnudo. Eran tan suaves y el toque tan gentil que por momentos se sentían como caricias, y aunque esas manos recorrían su desnudez él era incapaz de reaccionar.

Estaba tan extasiado disfrutando del masaje que esas dulces manos le brindaban a su piel que de pronto quiso levantarse para ver quién lo hacía, pero en ese momento las caricias frenaron. Tan pronto como descubrieron su entrepierna cesaron de masajear, luego pudo ver una silueta delgada alejarse de la habitación, después escuchó un azotón de puerta seguido los murmullos de lo que parecía una discusión entre dos hombres, escuchaba pero no entendía las palabras, cuando terminaron la conversación los escuchó alejarse y después todo fue silencio, así que se rindió nuevamente ante el cansancio y volvió a quedarse dormido.

Sin saberlo, Young Saeng había llegado de algún modo a la propiedad del joven príncipe Jang Geun Suk, el patriarca del sur que gobernaba el Valle Encantado, la única parte del territorio vampiro en donde vivían solamente hadas y elfos, él era el único vampiro que habitaba allí. Thai lo había designado como patriarca como castigo para esas criaturas mágicas por haber intentado rebelarse cuando se prohibió el contacto con los humanos, pero lejos de ser un castigo, aquella imposición pasó a ser una bendición; el príncipe Suk había sido la razón de la paz y felicidad para esas criaturas, tenía un corazón muy bondadoso pero era difícil llegar a ser cercano a él o ganarse siquiera la confianza para habitar dentro del castillo, y uno de los pocos privilegiados había sido Kyu Jong.

Eran precisamente ellos quienes se encontraban en una seria discusión, a pesar de ser su aliado no toleraba que hubiese metido a alguien más al castillo, mucho menos un desconocido.

—¿Está herido? —preguntó Kyu con evidente preocupación cuando vio salir a Suk.

—No, sin embargo aunque no hay fracturas estoy seguro de que sus huesos se han debilitado, pero no puede quedarse aquí.

—Por favor, Suk. ¿Por qué desconfías tanto de él? —trataba de convencerlo— ¿Acaso no ves que es tan solo un niño?

—No es solo un niño—añadió serio—, también es un híbrido.

—No puede ser —se sorprendió—, se supone que yo soy el único ejemplar de esos y por supuesto no me puedo reproducir.

—Pues parece que hay alguien que puede engendrarlos, o por lo menos convertirlos. Está marcado —Suk sintió que la energía del chico regresaba a su cuerpo y prefirió llevarse a Kyu a su habitación principal para tener mayor privacidad —, lleva tu marca, Kyu. No es un híbrido cualquiera, le pertenece a Jung Min.

—Yo... no lo entiendo, creí que era el único.

—Se suponía que lo eras, no puedo creer que ese estúpido de Jung Min haya creado a otro. Aunque —se puso la mano sobre su barbilla—, pensándolo bien tiene sentido. Si tiene a un híbrido de enemigo debe tener uno como aliado.

—No soy su enemigo.

—Pero él te considera eso —de pronto colocó su fría y suave mano sobre la mejilla de Kyu—, yo sé que quieres protegerlo porque tu naturaleza es ofrecer ayuda a quien lo necesite, pero esta vez no puedo decir que "sí". No puede quedarse, porque si lo hace pueden suceder dos cosas; puede que sea un fugitivo, de otro modo no me explico por qué está tan descuidado y sucio, o puede que haya adquirido ese aspecto a propósito para encontrarse en tu camino y matarte, incluso hay una tercera posibilidad que es aún peor; es un espía y planea contarle todo sobre mi reino. Cualquiera de las razones es peligrosa para mi gente, así que no se quedará.

RENACER: Segunda TemporadaWhere stories live. Discover now