Capítulo 8 - El otro heredero

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Hong Ki estaba cada día más inquieto porque en las últimas semanas no había podido comunicarse con Geun Suk, le preocupaba que él hubiera cambiado de parecer y decidiera atacarlos, ahora sabía mucho sobre su manada y se volvieron aún más vulnerables cuando se dividieron por culpa de Jong Hoon, Le urgía ver a Suk, así que comenzó a ir diariamente a su castillo con la esperanza de encontrarlo y poder establecer un tratado, pero todos sus esfuerzos habían sido en vano, siempre recibía la misma respuesta.

Habían pasado algunos meses desde que inició el entrenamiento de Young Saeng y aun no había un progreso significativo, Geun Suk analizaba todo con cautela, las cosas se habían complico desde que vio aquellos ojos ardientes en el bosque, sabía reconocer los ojos de un lycan y ahora estaba completamente convencido de que la alianza con ellos sería imposible, además le preocupaba mucho el sueño premonitorio de Young Saeng, pues hasta ahora solo se había cumplido una parte. A pesar de que se acercó al bosque al ver los ojos brillantes de un lobo, pudo notar que había otro más escondido entre los árboles que llamó mucho su atención por la rareza de su clase, ni siquiera Kyu, que era un híbrido, tenía ese color de ojos. Thai había sido sumamente cuidadoso en la creación de los lycans y para evitar que se confundieran con los lobos del mundo humano, los diseñó más grandes y corpulentos, con pelaje y ojos marrón oscuro, y siempre portaban una mancha especial en la superficie de su hocico que los distinguía por jerarquías; sin embargo, el lobo que había visto era un poco más delgado, con pelaje gris, ojos color miel y sin ninguna marca en el hocico, podría decirse que era idéntico a los lobos comunes del mundo humano, salvo que su tamaño era igual al de los lycans y de ojos color miel que recordaban lo dorado del sol. Aquel extraño lobo coincidía con el que había estado soñando Young Saeng y no pudo evitar preguntarse de dónde había salido y qué tan peligroso sería para ellos.

De cualquier modo su preocupación se centraba en que habían sido descubiertos. No podrían moverse nuevamente, establecerse allí les había tomado mucho tiempo y encontrar otro lugar que se adaptara a sus necesidades les llevaría tal vez mucho más, sin mencionar que la luna llena estaba por aparecer y aún no terminaban de preparar a Young Saeng. Suk terminó con un terrible dolor de cabeza por estar pensando en el cuidado del chico; en todo ese tiempo no había sido capaz de controlarse, no importaba cuan duro fuera su entrenamiento, a pesar de que se esmeraba y de que había bebido la sangre de Kyu y de él mismo, estaba consciente de que no avanzaría mucho de ahí a esa fecha, así que solo le quedaba un remedio; tendría que llevarlo con Jung Min.

—¿Te vas de nuevo? —le dijo Kyu cuando lo vio preparando sus cosas.

—Sí, tengo que ir a fabricar unas cadenas.

—¿Cadenas? ¿Para quién?

—Para Young Saeng.

—¿Puedo saber la razón? —Kyu sabía, por el rostro tan serio que tenía Suk, que no se refería a aquellas cadenas que utilizó con él cuando tuvieron sexo.

—No va a lograrlo... —dijo después de lanzar un suspiro desanimado.

—Tú fuiste el primero en pedirme que creyera en él —comenzó a subir el tono de su voz —has interferido desde el inicio en su entrenamiento ¿y ahora me dices que no estás seguro de que lo logre?

—Yo no estoy dudando, estoy convencido de que no lo logrará. He intervenido porque es absurdo el tipo de cosas que le pides —después de darle la espalda respiró profundo hasta que se tranquilizó —Kyu—le dijo volteando nuevamente hacia él y tomándolo del rostro —¿cuántos años tardaste en controlarte?

—Suk...

—Desde pequeño tú estuviste bebiendo la sangre de un vampiro puro y no de uno cualquiera, sino del más poderoso de todos, y aún así tardaste mucho en controlarte, ¿no te parece ridículo pensar que un niño como él, que apenas ha bebido unas gotas de tu sangre, pueda lograr en meses lo que tú dominaste en décadas?

—Quería tener al menos la esperanza.

—Creo que estamos subestimando la situación —se movió hacia la cama y se sentó, invitando con su mano a Kyu para que descansara a su lado —yo no creo que sea más poderoso que tú, es importante, sí, pero ¿poderoso? No lo sé, ni siquiera sé cómo se enfocará su poder, no sé si va a ser capaz de reconocernos una vez que se transforme, así que no me voy a arriesgar. Tendremos que entregarlo, y por nuestra seguridad más vale que lo tratemos como lo que es, un potencial peligro para nuestro mundo.

Kyu lo miraba interesado en todo lo que decía, sonaba tan absurdo que unas simples cadenas pudieran detenerlo, pero no dijo nada y se limitó a seguir escuchándolo.

—Hace tiempo Jung Min me encargó que diseñara unas cadenas especiales, con la ayuda de Thai logré hacerlas y sirvieron para encarcelar a Young Soo—Kyu suspiró luego de darse cuenta de que existía esa posibilidad—tampoco sabíamos si resultaría, pero aun así decidimos correr el riesgo. Increíblemente funcionaron, las cadenas no sólo se sujetaban de cualquier superficie, sino que se amoldaban a la forma de su presa, fuera lobo, elfo, vampiro o un simple humano, los brazaletes se ajustaban perfectamente a sus extremidades. Así que haré unas nuevas para usarlas con Young Saeng, si él nos reconoce se las quitaré sin problema, pero si no lo hace por lo menos quedará sujeto al suelo y nos dará tiempo para actuar.

—Me sorprendes, eres demasiado meticuloso, no entiendo cómo Jung Min no te reclutó como su general.

—¿Verdad? —sonrió orgulloso y después retomó su rostro noble y serio —para ser honesto, lo rechacé todas y cada una de las veces que me lo pidió. ¿Sabes? No soy muy afecto a esto de la sangre a menos que se trate de placer.

—Hablando de placer... —Kyu hizo un movimiento rápido para dejar tumbado en la cama a Suk, quedando encima de su amante —hace bastante que tú y yo no lo experimentamos.

—Lo sé —le dio un beso y después suspiró, quedándose recargado sobre su frente—Kyu, siento que voy a morir de cansancio.

—No digas eso ni de broma—dijo con tristeza —me haces mucha falta, Sukkie, no sabes cuánto he sufrido por no tenerte a mi lado...—volvió a besarlo ahora con más intensidad.

Después de tocar los labios de su amante, Geun Suk se perdió en su pasión, aquel hombre tenía un sabor especial; era tan dulce y salado a la vez, una combinación exquisita, además había sido la única persona que había entrado en su corazón de esa manera.

Era tan solo un chico cuando lo conoció y desde esa primera vez le impresionó su porte y su perseverancia. Suk acudía seguido a la mansión de Thai porque su padre era el general del ejército vampiro, y en las ocasiones en que se reunían, se dedicaba a mirar a Kyu en silencio desde la ventana. Nunca se había acercado a él por miedo al rechazo, ya que Suk sufría de una rara condición física que le impedía actuar como los demás; sus huesos eran extremadamente frágiles para un vampiro, cualquier fuerza fuera de la meramente humana podía haberlo dañado con facilidad, casi nunca salía de casa por temor a que lo lastimaran y eran pocas las personas a las que se les permitía convivir con él, aún con eso, por su protección mintieron a todos los demás de que Suk tenía una enfermedad que era fácilmente transmisible por tacto y eso impidió que la gente se acercara a él aunque fuese por curiosidad, debido a su aislamiento se volvió sombrío, así que años después su padre diseñó una espada para que pudiera defenderse, una espada con un filo tan poderoso que podía penetrar la carne de otro ser extraordinario a pesar de la gran distancia que hubiera entre ellos, aunque nunca fue necesaria porque Suk sabía ganarse el amor y el respeto de todas y cada una de las personas con quien trataba. Luego de conocer a Kyu y beber de su sangre se volvió más fuerte y resistente. Ambos compaginaban por el difícil pasado que tuvieron y también por la bondad que había en sus corazones.

Kyu por su parte también estaba enamorado, el vampiro lo llenaba en casi todos los aspectos, todo le atraía de él; su esbelta y fina figura, su cabello largo y negro, sus ojos oscuros y penetrantes, sus manos suaves y delicadas, pero lo que más le fascinaba era la mente tan brillante que poseía y ese poder de transformar todo lo que tocaba en cosas bellas. Suk le había demostrado cuán leal y poderoso era el amor que le profesaba, así que solamente decidió obedecer los deseos y sentimientos que aquél hermoso y sensual hombre le provocaban.

El calor volvía a sentirse en sus venas y la sensación de poseerlo se apoderó de él. Kyu Jong desprendió con habilidad al vampiro de sus ropas hasta dejarlo completamente desnudo, expuesto y excitado.

—Ahora —le sonrió juguetón —vamos a ponernos al corriente por todos aquellos días que no te he tenido.

—¿Entonces moriré de placer?— dijo después de soltar una carcajada.

—Provocarte placer es una de mis adicciones, pero por favor, quita la palabra "muerte" de tus pensamientos, en serio me pone nervioso.

—¿Más que cuando te succionan mis labios?

—Son sensaciones diferentes, corazón, ya deberías saberlo.

Kyu trazó una línea de besos desde el cuello hasta llegar al endurecido pene de Suk y lo metió a su boca, provocándole escalofríos a su víctima. Una y otra vez, subía y bajaba dejándolo completamente humedecido. Después se dedicó a pasear su dedo por la entrada de su amante, preparándolo para la fase siguiente.

RENACER: Segunda TemporadaWhere stories live. Discover now