POV ALFRED
Me levanto directo a preparar el desayuno, aún me cuesta pensar que tengo que hacerlo para dos. Estoy tan feliz de que este aquí que me he olvidado por completo de que si está aquí es porque las cosas en su casa no están bien, y si, tengo miedo de que yo sea responsable de eso.Sé que tengo que conseguir hablar con ella, necesito que se abra, necesito que suelte todo, porque sé que a la larga, eso le va a ayudar.
-Buenos días-escucho su voz adormilada a mi espalda y me giro enseguida dedicándole una sonrisa.
-Hola Amaix. El desayuno está casi listo.
-Perfecto-dice con una sonrisa mientras aviva las brasas de la chimenea.
-Luego tengo que ir a por un poco de leña para volver a encenderla.
-Vale te acompaño-dice mientras me ayuda a colocar las cosas en la mesa.
-Hace mucho frío fuera.
-Me da igual. Me encanta la nieve, quiero salir fuera.
-Esta bien bebé-digo riéndome ante su entusiasmo-pero antes tendrás que abrigarte muy mucho.
-Si papa-dice en tono de burla intentando picarme, pero solo el poder disfrutar de esto hace que sonría como un idiota.
Desayunamos entre bromas y aunque intento en varias ocasiones meter baza sobre la conversación, ella sabe darle la vuelta y cambiar de tema antes de que pueda hacer nada.
Cuando acabamos se va rápidamente a cambiar mientras yo termino de limpiar todo.
-Nos vamos ya-dice con el abrigo puesto, el gorro y los guantes, parecía el muñeco de Michelin no sé ni si quiera como era capaz de moverse, y ante esa imagen no puedo evitar romper a reír-no te rías tonto-dice intentando golpearme pero su intento se queda en nada por la falta de movilidad que le da toda la ropa que lleva puesta, lo que hace que me ría aún más.-Bueno que, ¿vas a parar de reírte para poder irnos? -dice seria intentando cruzarse de brazos aunque no lo consigue del todo.
-Jo, si es que eres tan mona-digo pellizcándole los mofletes antes de ir a por mi ropa de abrigo.
Salimos de casa y enseguida se nota el frío que hace fuera. Caminamos con cuidado por el pequeño camino intentando no caer en la nueva y damos la vuelta a la casa donde está guardada la leña.
Amaia va delante mirando a su alrededor y sonriendo como niña pequeña el día de reyes. Le pega patadas a la nieve, seguramente mojándose los pies y salta cada cierto tiempo haciéndome sonreír.
Me agacho y cojo una pequeña bola de nieve y se la tiro dándole con ella justo entre el gorro y el abrigo.
-Te voy a matar, te juro que te voy a matar -dice saltando mientras el frío entra en contacto con su cuerpo y yo no puedo parar de reír mientras me pongo a saltar hasta que la veo mirarme y coger una bola del suelo y salgo corriendo mientras la siento cerca hasta que siento como la bola me roza el pelo pero sin llegar a darme, entonces me vuelvo a parar y rompo a reír de nuevo a carcajadas.
La risa se me corta cuando siento algo golpearme el hombro y acto seguido otra golpearme el pecho. Entonces es ella la que empieza a reírse. Me quedo allí parado mirándola como un idiota, hasta que reacciono corriendo detrás de ella que huye gritando y riéndose hasta que consigo atraparla por el brazo haciendo que ambos acabemos boca arriba en el suelo frío pero sin poder parar se reír.
Solo se escuchan nuestras risas en el lugar, y sin duda puedo decir que es el sonido más bonito que existe en este mundo.
Siento como el cuerpo empieza a congelárseme y se que ella tiene que estar igual. Me levanto y le ofrezco mi mano para ayudarme y ella enseguida la acepta.
La veo tiritar y no puedo evitar hacer un pucherito que como siempre me lleva a la misma respuesta por parte de ella.
-Ooooh-dice con una sonrisa.
-¿Tienes frío?
-Un poquito.
-Vamos, cojamos la leña y vayamos a encender el fuego-digo agarrándole de la mano mientras tiro de ella hacia la zona trasera de la casa.
Enciendo la chimenea mientras ella intenta entrar en calor enrollada en varias mantas. Cuando la enciendo me acerco a ella sentándome a su lado.
-¿Tienes frío?
-Si-dice poniendo cara de bebé sacándome una sonrisa y me acerco a ella frotando sus brazos ayudándola a entrar en calor.
-Voy a hacerte un café o un chocolate eso seguro que te ayuda a entrar en calor.
-¿No tienes algo más fuerte?
-¿En serio?-le pregunto con tono burlón.
-Eso también ayuda a entrar en calor-dice con una sonrisa y yo solo niego con la cabeza mientras voy a la cocina para ver qué puedo encontrar en ella.
Encuentro una botella por la mitad, cojo dos vasos y me acerco a donde está ella moviendo las cosas en el aire haciendo que ella sonría y aplauda como un bebé.
Me siento a su lado y lleno con un par de dedos cada vaso y le paso uno a ella mientras cojo yo otro, hacemos chocar los vasos antes de tomárnolos de un trago.Siento como me quema por dentro, y se que esto no va a acabar bien porque no estoy acostumbrado pero quizás es lo que ella necesita para abrirse y contestarme de una vez por todas lo que pasa por esa cabecita suya.
-Podiamos jugar.
-¿A que?-dice divertida sentándose como un indio mientras me mira.
-No sé a contarnos cosas, a abrirnos.
-¿Qué mierda de juego es ese?
-Un juego de confianza-digo serio y veo como ella también se pone seria-Amaia lo que pase aquí se queda aquí-digo rellenando los dos vasos y acercándoselo. -Empiezo yo, no he hablado de nosotros con nadie estos días, bueno miento, con Marta al día siguiente del concierto-digo antes de beberme el vaso de un trago.
-¿Qué te dijo Marta?-dice seria y casi con miedo.
-Que no quería que nos hiciéramos daño-digo mirándola y la veo asentir.
-Vale, me toca-dice bebiéndose el vaso de un trago-mi hermano cree que estoy jodiendo mi carrera y de paso la tuya también-suelta de golpe sorprendiéndome, porque pensé que me iba a costar más sacarle todo esto-Alfred me da igual mi carrera-dice cogiendo la botella y rellenando de nuevo ambos vasos-pero no quiero joderte la tuya, no quiero que por mi culpa…
-¿Tu culpa? Esto es algo que hemos decidido los dos ¿No? Amaia estoy en esto porque quiero, nadie me ha obligado.
-No quiero que pierdas a tu fans por mi culpa, ellos me odian y…
-¿Qué fue lo primero que dijimos cuando tomamos está decisión? Solos tú y yo, nada ni nadie más importa. Si no te aceptan pues peor para ellos. Eres importante para mí Amaia siempre lo he dejado claro, el que no quiera aceptarlo, lo siento pero no puedo hacer nada al respecto. Solo tiene que importar lo que pensemos nosotros ¿Si? Si fuera porque tú hermano o tus padres no quieren, lo entendería, son tu familia y ante eso poco puedo hacer nada. Pero no voy a dejar que mi vida la dirigan cuatro personas en una red social, y tú deberías hacer lo mismo-trago saliva mientras mis ojos se posan en los suyos y veo como están brillantes, como si estuviera a punto de romperse.
Y entonces noto como algo cambia, ella ha empezado a acercarse más y más a mí, tanto que puedo sentir su aliento sobre el mío.
-Amaia-suelto en un suspiro y noto como su dedo se posa en mis labios callándome.
-Todo lo que pasa aquí se queda aquí-dice mirándome fijamente mientras veo como pasa sus lengua por sus labios y mi mente me grita que me separé, que pare esto antes de que sea demasiado tarde, pero no me muevo, no me muevo, solamente lo justo para unir mis labios a los suyos haciendo que una corriente eléctrica recorra todo mi cuerpo.Nota de autor: pues nada espero que os haya gustado el capítulo🙊
¿Queréis un nuevo capítulo está noche? Dejad un comentario y quizás 😏
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Solos tu y yo
RomantizmDespués de meses de idas y venidas, después de poner un punto y final, después de decidir desaparecer de la vida del otro, Alfred recibe una invitación inesperada, una invitación que volverá a cambiar sus vidas para siempre.