Capítulo tres {+18.

20.4K 1.1K 299
                                    

―Eres sucio Styles ―dijo ladeando la cabeza mientras desataba mis pies de la silla―, ya puedes irte si quieres. ―habló con total calma dirigiéndose a la cama en la cual se recostó.

― ¿Cómo sabes mi nombre? ―cuestioné levantándome e instintivamente acomodé mi ropa.

―Pues... Digamos que se mucho más de ti que solo tu nombre ―se recostó en la cama con sus brazos tras la cabeza haciendo notar su musculatura.

― ¿Qué sabes de mí? ―indagué con suma curiosidad sentándome al borde de la cama sin despegar mis ojos de él.

―Harry Styles, hace una semana cumpliste los dieciocho años y al fin puedo tenerte en mi casa sin ser un delito, ya sabes... Podría ir preso si fueses menor.

―El secuestro también es un delito e irás preso si presento una denuncia.

―No lo harás ―rió con total confianza― tampoco lo hubieras hecho antes, estoy seguro, solo que esperar tanto este día lo hace aún más excitante.

― ¿Esperaste mucho este día? ―pregunté confuso por lo cual él dibujó esa estúpida sonrisa irresistible en su rostro― ya sabía que estabas demente, pero ahora me preocupa más ¿Acaso tu enviaste a ese tipo a robar mi bolso para hacerte el héroe y que confiara en ti?

― ¡Claro que no! Ese imbécil te golpeó, yo jamás quise dañarte, eso solo fue casualidad y no podía dejar pasar la oportunidad.

― ¿Porque no simplemente te acercaste a mí? Nunca te había visto en mi vida pero sin dudas hubiera aceptado salir contigo.

―De esta manera fue más intenso ―levantó las cejas en un gesto picaresco― y aún no termina, sigues secuestrado y no te irás hasta que yo lo decida ―se deslizó hasta mi caminando sobre sus rodillas y tomó mi nuca antes de pegarme de golpe a él y besarme― ¿Ya estas recuperado? Aún hay mucho por hacer ―habló sobre mis labios.

―Dime tu nombre antes ―exigí rodeando su cuerpo con mis brazos.

―Louis, pero tú puedes llamarme como desees.

―Louis ―repetí con una media sonrisa― eres un maldito pervertido ¿Cuál es tu edad?

―Sabes mi nombre, ya es suficiente ―volvió a besarme. 

Introduje mis manos debajo de su remera, necesitaba sentir su piel y era sumamente placentero. Sus manos bajaron por mi espalda hasta llegar a mi trasero, en donde se detuvo para descaradamente introducir una de ellas bajo mis ropas las cuales quitó con un poco de mi ayuda. 

Louis no tenía vergüenza alguna ¿Porque yo debería tenerla? Llevé mis manos hacia su trasero, como cada parte de él era perfecto. Fui yo ahora quien se separó del beso, para recuperar el aire y porque además no podía contener más las ganas que tenía de recorrer su cuerpo con mis labios. Él se detuvo y subió las manos por mi espalda cuando un camino de besos húmedos bajaba por su pecho, levanté su remera hasta quitarla, desabroché sus jeans y metí mi mano debajo de ellos. Quería torturarlo hasta que se retorciera de placer como él lo había hecho conmigo. No pasó mucho tiempo para que la habitación estuviese llena de ropa tirada por el suelo, su cuerpo caliente y el mío rozaban sin prendas de por medio.

―Oh Harry, no te detengas ―exclamó cuando mi mano comenzó a masturbarlo, su voz llena de placer me excitaba aún más, estar con él era estar en el paraíso. Sin previo aviso introduje su pene en mi boca y sentí un fuerte gemido de su parte. Levanté la mirada que chocó con la de él, sus labios entre abiertos y su respiración forzada me volvían loco, por lo cual dejé aquel jugueteo de meter y sacar su miembro de mi boca para dejarlo dentro mientras me movía de atrás a adelante, poco tiempo pasó para que fuese él quien indicara el ritmo al posar su mano sobre mi nuca exigiendo más.

Stockholm syndrome {Larry Stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora