Capítulo 12: Dolor

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Se encontraba preocupado, y todo se debía a Tony quien desde aproximadamente un mes atrás había estado evitándolo. No entendía la razón del genio para hacerlo, solo sabía que después de su improvisado viaje de una semana a quien sabe dónde, Anthony regreso y desde aquel momento evitaba estar a solas con él, cosa de la cual todos se percataron.

No sabía la razón detrás de esa actitud y realmente le preocupaba, Tony era alguien que quería muchísimo, intento por varios días hablar con Tony pero el genio siempre lograba evadirlo sin mencionar que Sam le había llamado para decirle que encontró una pista sobre el paradero de Bucky, tristemente solo fue una falsa alarma.

Así que en ese momento se dirigía al taller de Tony esperando poder aclarar lo que fuera que hubiera molestado a su amigo. Lo encontró revisando algunos hologramas mientras le daba indicaciones a JARVIS.

–Tony.

– ¿Ha sucedió algo? ¿Los vengadores son requeridos? –cuestiono Anthony sin dirigirle la mirada y con una voz carente de emoción.

–No, pero quiero hablar contigo.

– ¿sobre qué?

– ¿Por qué me has estado evitando? ¿Acaso hice algo mal?

–Depende de tu punto de vista –Tony volteo a ver al soldado, manteniendo una expresión calmada aunque Steve pudo percatarse de la mirada triste que poseía el castaño–. Dime Steve ¿hay algo que debas contarme?

–No –respondió con evidente confusión.

Ante su respuesta Tony empezó a reír pero sin humor, y Steve observo como el genio pasaba sus manos por sus ojos.

–Lo que hiciste mal –Empezó a explicar el genio sin desviar la mirada del piso como tratando de controlarse–. Fue que preferiste ocultarme la verdad sobre como murieron mis padres a decirme.

Anthony dejo de mirar el piso para observar al rubio delante de él, quien se mostraba arrepentido lo cual solo provoco más tristeza e ira.

–Tú siempre has dicho que somos un equipo, que debemos confiar los unos en los otros. Ha sido tu maldito lema y por un instante te creí, fui tan estúpido al hacerlo. Porque tú jamaste confiaste en mí.

–Tony no es lo que piensas.

–Lo que yo pienso es que cuando supiste sobre tu amigo, todo lo que tuviera que ver conmigo y mis padres te dejo de importar. Dime ¿alguna vez ibas a decírmelo? ¿O solo encontrarías a tu amigo y lo traerías aquí sin más?

–Te lo quería decir...

–Por supuesto –respondió con sarcasmo mientras trataba de no elevar más la voz y evitar alterarse más de lo que ya estaba–. Pero tu Bucky era más importante.

– ¡Estaba asustado! –Grito Steve–. Bucky había matado a tus padres y temía tu reacción.

–Creíste que lo mataría –se mostró sorprendió pero luego su mirada fue de molestia– ¿Qué demonios esperabas? ¿Qué lo recibiera con un abrazo y una fiesta por lo que hizo? Por supuesto que estaría furioso, mato a mis padres pero también sé que no fue del todo su culpa. Si yo hubiera protegido a una persona que matara a alguien importante para ti ¿Cómo te sentirías?

–Tony lo lamento.

– ¿Crees que un lo siento arreglara todo? Me ocultaste algo importante –respondió mientras trataba de ahogar un sollozo y evitaba derramar alguna lágrima–. Confié en ti y tu traicionaste esa confianza.

– ¿Cómo te enteraste?

–Obviamente no por ti –expreso de manera sarcástica.

–Perdóname Tony, no sabes cuánto lo siento.

–Escúchame Rogers, seguiremos siendo compañeros de equipo, lamentablemente somos vengadores pero en lo que respecta a nuestra amistad, eso se terminó.

–Tony...

–Si no tienes algo que decirme que sea relevante al equipo es mejor que te marches, estoy ocupado con unos proyectos.

Steve intento decir algo más pero simplemente asintió con la cabeza para marcharse, no podía hacer nada en ese momento, cuando cruzo por la puerta del taller la voz de Tony lo detuvo.

–Por cierto, a diferencia de ti. Tu amigo James tuvo el valor de decírmelo, y a diferencia de ti no desea quedarse atrapado en el pasado.

Rogers se mantuvo quieto ante la noticia, quiso preguntar pero la puerta del taller se había cerrado y pudo escuchar la voz de JARVIS indicando que el pase al taller estaba prohibido para cualquiera. Steve solo miro por unos instantes más en dirección del taller y se marchó en dirección a su habitación, se sentía destrozado, tristemente el había tomado una decisión y ahora lo pagaba caro.

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