Inesperado | Jinsu

Buen viaje

Cuando había llegado a la estación de Daegu, su hermano estaba ahí, esperándolo con una sonrisa y Holly en sus brazos, le dice que toda la familia lo está esperando y Yoongi se siente feliz de estar en casa, aunque sentía que una parte de él todavía se encuentre en Seúl.

-¡Yoongi!

Su madre es la primera que lo recibe, con un abrazo que le saca el aire, pero el esta igual de feliz de verla, aunque hace una mueca cuando ella le da un golpe leve detrás de la cabeza, para la diversión de su hermano.

-Por qué no contestas mis mensajes.

-Es bueno verte también- dice mientras soba su cabeza.

-¿Quien te dejó en la estación?

-Jinnie- Yoongi esconde su cara en el cuello de su madre para distinguir un poco su olor y para que no vean su expresión de cuando dice aquel apodo.

Yoongi se había sentido raro, todavía podía sentir las emociones de Seokjin, levemente, como un pequeño jalón que le decían que ahí estaban y por más que trataba de no pensar en eso y dejar de hacerlo, siempre sentía esa pequeña molestia en lo profundo de su mente, y justo como hace dos años, pronto empieza a preocupar a su familia por los dolores de cabeza y en su abdomen que inician a lo largo de su estadía con ellos, que lo tienen en cama todo el día, solo que ahora no tiene ninguna presentación por la cual preocuparse o algún rastro del olor de Seokjin.

Levanta la cabeza de la almohada rápidamente cuando escucha a su padre decir que llamará al doctor, pero se detiene cuando su abuela le dice que no será necesario y se vuelve a acomodar abrazando a Holly. Ya no puede escuchar lo que dicen después y no tiene la energía como para levantarse, pero entonces la abuela Min entra a su habitación y se sienta en la cama, su aroma Omega es suficiente para calmarlo aunque sea un poco.

-Yoongi... tranquilo - La mujer le toca la frente y él quiere absorber la frescura de su mano en contraste con su temperatura caliente por estar todo el día en la cama -. no tienes por qué mentir, se lo que esto significa.

El no contesta, solo mira a su abuela, a su único modelo Omega, y sabe que ella entiende su situación, después de todo recuerda las historias de cómo ella y el abuelo no podían estar separados por mucho tiempo después de consumar su vínculo.

Pero Seokjin y él no estaban unidos por una marca, solo pensaba que era algo psicológico ¿Por qué dolía tanto?

¿Por qué el lo quiere y sus sentimientos no eran correspondidos?

Agarra parte de las mangas de su camisa para secar sus ojos que estaban empezando a arder, su pensamiento coherente le exigía dejar de sentir, por que todas las señales que le transmitía a Seokjin, le decían que quería ser reconfortado, que su Omega interior estaba doliendo.

Las manos de la abuela buscan debajo del cuello de la camisa de Yoongi y el chico suspira.

-Abuela no...- Yoongi traga saliva -. no tengo...

-¿En donde te mordieron?- Las manos de la mujer siguen queriendo encontrar la marca que todo Omega debe tener según ella, para estar así de intranquilo como su nieto ahora.

Yoongi agarra las manos arrugadas de su abuela con delicadeza, alejándolas de su cuello.

-No tengo marca abuela- Yoongi tiene un nudo en la garganta al decir eso -. No sé cómo pasó esto pero... no dejaré que intervenga con mis sueños.

Los dolores habían cesado.

-¿Seguro que no quieres venir con nosotros?

Yoongi vuelve a la realidad cuando escucha a Hoseok y deja de escribir -. Si, no se preocupen, los esperaré aquí.