Cuando Yoongi se presentó como Omega, pensó que sus sueños se habían acabado.
Las personas no lo tomaban en serio, sus amigos ahora lo miraban despectivamente, sus padres lo trataban diferente y no apoyaban su sueño de ser un gran compositor y rapero. Decían que esas cosas no eran para Omegas. Que él debía cumplir con su rol en la sociedad como estaba establecido.
Todo el tiempo, le hacían sentir que no podía, que era una carga para sus padres por su estatus, que si quería sobrevivir en el mundo real tendría que depender de un Alfa.
Yoongi casi, hacía lo que la gente que pensó lo apoyaban decía. Casi se rindió al no darle la importancia y descuidar todas sus libretas llenas de letras de canciones. Casi abandonaba su sueño de ser alguien que disfrutaba de la música y quería mostrar su talento al mundo.
Casi.
Por eso, se sentía realmente halagado y le encantaba cuando en el escenario, ARMY gritaba su nombre. Cuando Bang aprobaba sus canciones. Cuando alguien le decía un cumplido.
Entonces cuando escuchó las palabras de Seokjin en esa carta que ahora releía en su cuarto de hotel, sintió tanta gratitud y paz con sí mismo, al saber que había elegido el camino correcto, si una persona lo respetaba y creía que era increíble por el hecho de encontrarse con ellos en el escenario y su habilidad para componer, entonces también la gente podía ver lo mismo en él.
Aunque Seokjin sentía que era demasiado duro con él mismo y que estaba bien sentirse como lo llamó él, débil.
Yoongi odiaba someterse a sus instintos de Omega.
Tal vez por eso detestaba sentirse débil.
Escuchó a alguien tocar su puerta, y se sintió confundido. Él mismo había visto como cada quien se despedía e iba a su habitación respectivamente.
El sutil olor a lavanda llegó a su descubierto sentido del olfato, y antes de siquiera pensarlo, sus pies ya lo estaban llevando hacia la puerta.
Y ahí se encontraba Seokjin, con su pijama puesta, cara recién lavada, cabello desalineado y a Yoongi le pareció ver al ser más hermoso que había visto jamás.
–Hola Yoongichi.
Había extrañado ese apodo.
Seokjin al observar que Yoongi solo estaba parado ahí en el marco de la puerta pensó que el menor no quería que lo molestara a estas horas de la noche y pensó en explicarle porqué estaba ahí y se iría para dejarlo descansar.
–Umm, yo solo quería...– alzó su brazo para enseñarle la botella que, Yoongi reconoció, había estado en el mostrador de bebidas del restaurant al que habían ido –. Pensé que podíamos beber juntos, pero si estas cansado...
Sus ojos se posaron en la cama en donde yacía su carta abierta y en cuanto Yoongi se percató de lo que estaba viendo, empezó a hablar.
–Gracias por la carta hyung– dijo bajando su cabeza mirando la carta y rascándose la nuca, pero con una sonrisa que Seokjin no perdió de vista.
Y Seokjin repentinamente se llenó de remordimiento, tuvo que llegar al extremo de hacerle una carta a Yoongi que ni siquiera le pedía disculpas por su comportamiento y pensaba que ya estaban bien.
–Yoongi, lo siento.
El aludido posó su mirada en Seokjin y el mayor iba a seguir con sus disculpas pero Yoongi se adelantó. –. ¿De qué hablas? No hay nada que perdonar.
A Yoongi se le vino a la mente el día antes de irse, Seokjin le dejó ver su lado vulnerable cuando fue a su cuarto llorando.
–Pero...

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Inesperado | Jinsu
FanficYoongi, un Omega dentro de Big Hit y su relación con sus compañeros, quienes deberán pasar dificultades y esforzarse para convertirse en la mejor banda de kpop en Corea y el mundo. Pero... sus sueños se verán amenazados por un sentimiento creciente...