Inesperado | Jinsu

Repercusiones

–¿Alguna vez podremos tener un viaje todos juntos?

–Waah Yoongi-hyung te voy a extrañar mucho.

–Chicos... vivimos juntos en Corea.

Todos se habían despedido de Yoongi, y aunque había un aire de tristeza porque una de sus siete piezas se iba a ir por el resto del viaje, se rieron de lo que dijo su hyung.

–Y-yoongi.

Él le estaba pasando lo último de los platos que habían ocupado al hacer la comida en su última noche con ellos, y el tono de Seokjin le causó que girara su cabeza rápidamente para encararlo.

La cara de Seokjin tenía tantos sentimientos encontrados en ella, tanta incertidumbre de lo que pasará.

–¿Estás bien?

Yoongi sonrió genuinamente.

–Esto es todo lo que siempre quise.

Seokjin lo abrazó fuerte, inhalando su aroma y Yoongi todavía sentía su mordedura de apareamiento cerca de su cuello, recordando el rostro de Seokjin, con sangre en su boca, luciendo como la verdadera esencia de un Alfa, su olor por todas partes, fuerte y protector, pero aunque sus ojos estaban rojos, le decían cuánto amor estaba sintiendo en ese momento.

Cuando Seokjin salió de él, ya no se sentía vacío, se sentía completo, cuando lo acunó y lamió la herida, sentía que ahora lo iban a cuidar para siempre, que lo amaran por siempre, en ese momento con Seokjin, no tenía miedo.

Tal vez no pudo decir las palabras en el instante, pero lo sintió mientras Seokjin le ayudaba a limpiar la sangre en su hombro y el semen de su entrada una vez deshinchado su nudo, en el baño, con los nudillos profundamente dentro de él tratando de limpiarlo, y Yoongi realmente estaba esperando no ponerse duro allí mismo de nuevo, porque tenían que volver.

Nunca pensó en dejar que una persona lo viera así, que le daría toda su confianza y todo de su ser a alguien, porque nunca fue del tipo que lo hacía, pero siempre tenía una excepción con Seokjin.

Vestido de manera segura para que nadie viera su marca, para que nadie lo supiera aún, salieron del cuarto, pero Yoongi nunca olvidaría lo que pasó en ese lugar. Tal vez puedan venir en otra ocasión.

Ese pensamiento le hizo dar un paso hacia atrás, despegarse un poco de él para corroborar que los chicos realmente se habían ido a sus respectivas habitaciones y que no hubiera nadie para volver a los brazos de Seokjin, pero está vez, lo olió, y frotó su mejilla contra su cuello, quería dejar su olor en su Alfa.

Su Alfa. Él era el Omega de Seokjin ahora, no podía creer el hecho todavía.

–Escucha podemos... cuando... es que yo– Seokjin trata de organizar sus palabras, Yoongi se aleja un poco para escucharlo atento –. Podemos mudarnos al departamento o... empezar a hacerlo.

Yoongi se congela, siente su corazón latir con fuerza. Seokjin sonríe, por que ahora puede sentir la emoción y felicidad de Yoongi claramente.

–¿Tu departamento?

–Nuestro... Yoongi-ah lo compré para nosotros.

Nuestro...

–Pero los miembros...– pero nuestra manada... Yoongi no deja de sonreír todavía, pero el hablar de los demás deja a Seokjin pensando que para él también va a ser difícil separarse de ellos.

–Hay que comprar uno más grande.

Seokjin entrecierra los ojos de sonreír, Yoongi quiere besarlo y pasar sus manos por su cabello, pero se contiene y luego Seokjin lo mira con ojos curiosos, aleja el cuello de la playera de Yoongi con cuidado, y Yoongi ve como se le va el aliento cuando puede ver su marca finalmente grabada en su piel.