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El silencio en la casa sorprendió a Erick. Esperaba que su madre lo recibiera, ya que siempre estaba atenta a su llegada, preocupada por cómo le iba en la escuela. La emoción que había sentido al contárselo se desinfló un poco mientras recorría las habitaciones sin encontrarla.

Finalmente, en la cocina, se percató de una nota pegada en el refrigerador:

"Hijo, tuve que salir al trabajo de emergencia. Prometo llegar pronto. Hay comida en la nevera. Te quiero. Mamá."

Suspiró, y la felicidad de su día volvió a ganar terreno en sus pensamientos. Abrió el refrigerador, tomó un poco de jugo y se sentó en la mesa, con una ligera sonrisa que aún le quedaba después de la charla con Nick. Por un momento, pensó que se sentía bien tener un amigo, algo que hacía mucho no tenía, alguien con quien hablar y compartir en persona, no solo a través de mensajes con Christopher.

Mientras comía, no pudo evitar recordar la expresión de Joel cuando lo vio interactuar con Nick en clase. No sabía exactamente por qué, pero algo en su mirada parecía diferente,  Pensó que, tal vez, lo mejor sería no darle importancia a lo que pensara Joel, después de todo, Pero en su mente se quedaba una sensación extraña y las dudas comenzaron a rondarle.

Decidido a no dejar que eso empañara el momento, subió a su cuarto y sacó su celular. Tenía una notificación de Christopher, un mensaje curioso y, como siempre, algo protector:

"¿Llegaste bien? No me dejaste llevarte a casa hoy, pero ya sabes que no tienes que caminar solo. También, cuéntame cómo fue tu primer día con el chico nuevo. ¿Lograste hablar con él?"

Sin pensarlo mucho, comenzó a escribir:

"¡Chris! Resultó que Nick estaba en mi clase... bueno, al principio no, pero luego se sentó a mi lado. Es... extraño, porque se quedó junto a mí aunque tenía otras opciones, no sé si es solo que quiere ser amable o..."

Tecleo sin teminar de escribir.

Esa misma inseguridad que lo solía acompañar en cada paso parecía regresar, pero estaba determinado a disfrutar el hecho de que Nick, al menos por hoy, lo había tratado con una amabilidad genuina.

Minutos después, decidió tomar una ducha y relajarse, dejando que el cansancio del día se disolviera en el agua caliente. Mientras el vapor llenaba el cuarto de baño, sonrió, recordando la promesa de Nick:

"Estoy seguro de que nos llevaremos bien. Prometo adaptarme a ti."

Esa frase resonó en su mente como un pequeño eco de esperanza, algo que, de alguna forma, deseaba creer.

Amor Confuso ||Joerick|| EDITANDO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora