Amor Confuso ||Joerick|| EDITANDO||

41

Erick

Quería despejar un poco mi mente después de todo lo que ha pasado, mi estrés a aumentado un gran porcentaje, mi lugar favorito es el parque de siempre realmente me ha gustado desde pequeño es como terapia. Es un lugar tranquilo.

Después de todo concluí en no volver a poner un pie aquí como “Beck” apesar de perder la amistad de Joel, no quiero que todo esto sea grave.

—Hola —salude a la chica que me atendía. Me surgió un pequeño antojo que no podía dejar pasar.

—Hola lindo, que vas a ordenar —atendio la chica

Erick rió nervioso e incómodo.

—oh —rasque mi cuello. Esto era extraño. —quiero un café frío —dije.

—¿Algo más? —Hablo la chica mientras escribía la orden.

—No.

—No hace frío para tomar un café frío.

—Me gusta el café frío con este clima, es agradable.

—Eres un chico con gustos raros —comento con una sonrisa. —ahora traigo tu orden. —dijo y se fue.
Minutos más tarde volvió con la orden —Aqui tienes bonito —dijo dejando la orden sobre la mesa.

—G-Gracias.

—¿Por cierto tienes novia?

—y-yo —Como debería decir eso. Es más complicado de lo que pensé —Tengo.

—No me malinterpretes no pretendo coquetear contigo, se que no te gustan las chicas.

—¿a-ah? —pronuncie nervioso. Ella estaba siendo muy directa. —¿C-Cómo sabes eso?

—Eres muy tierno para una chica, además también eres muy lindo, tu piel es muy bonita y tus ojos me gustan —halagó acercándose a mi.

Nadie me había dicho algo como eso, pero realmente lo está diciendo porque era o porque simplemente no quiere menospreciarme por mi apariencia.

—jung —hablo alguien detrás de ella, al parecer estaban llamandola. —Deberias estar trabajando.

Oh no, olvidaba que Joel trabaja aqui, pero porque tuve que venir.

Joder.

Joder.

Joder.

—No coqueteando con lo clientes —añadio Joel con el seño fruncido. Yo solo pude bajar la cabeza, estaba avergonzado por eso, ella no estaba coqueteando sin embargo eso aparentaba. Además sus cumplidos habían hecho que mis mejillas ardieran.

—Es lindo, porque no puedo hacerlo, me gusta . —dijo ella yo abrí los ojos, tanto que sentía que se saldrían.

Pero que estaba pasando ella dijo que no...

—No puedes —dijo el acercándose lentamente a ella.

No pude pensar siquiera en nada cuando el me miró y miro a la que al parecer era Jung.

—El me interesa —dijo frunciendo el seño.

Que está pasando.

La chica castaña rió y se cruzo de brazos acercándose a Joel haciendo que Joel retrocediera

—Es un chico como te puede gustar.

Que estaba pasando con ella, porque estaba contradiciendose.

—Es mi novio —dijo Joel inclinándose a esa chica.

—¿Que? Y que pasa con el...

—Ve a trabajar o estaras despedida —amenazó

—No puedes hacer eso. —se cruzo de brazos.

—¿Quieres ponerme a prueba? Conozco a la gerente.

Ella resopló y se fue, el me miró, desvíe mi mirada queriendo que no me viera pero ya estaba acercándose.

—Erick —hablo.

Pero porque se escuchaba tan jodidamente bien mi nombre en él.

Debería ignorar esos estúpidos pensamientos y a Joel también.

tomé de mi café sin prestarle atención, pero no podía dejarlo así. Por que Joel estaba diciendo ese tipo de cosas absurdas.

—Colón —llamo, levante la mirada, el me sonrió pero ¿porque? —¿Te estaba molestando? —pregunto.

Porque estaba interesado de pronto. Inconscientemente negué, el sonrió y sentó frente a mi.

—Ve a trabajar —mierda que estoy diciendo.

—Realmente eres muy duro —dijo arrugando su nariz, se vea tan lindo que no pude evitar mirarlo por un largo tiempo. —¿tienes alguna objeción? —pregunto notando mi mirada en el.

Deje de mirarlo y volví a tomar el café. Busque en mi bolsa dinero cuando lo obtuve lo dejé sobre la mesa.

—¿Que haces? —Cuestionó acercándose.

—Que quieres —dije soltando el baso de café, el me miró sonriendo, luego se recargo en el respaldo de la silla.

—¿Que me ofreces? —parpadee fuertemente.

—a-ah que, a que te refieres —pregunte nervioso, el solo rió y recargo sus brazos sobre la mesa.

—Piensas que lo que ha pasado los últimos días ¿es porque estoy buscando algo de ti?

Solo baje la mirada y mordí mi labio.

—Aunque así fuera, que tendrías para ofrecerme —continuo levantándose —Y si lo tuvieras jamás me lo darías.

Levante la mirada el ya se había ido, mire en dirección a el estaba con una chica nuevamente, tomé mi café y salí dejando el dinero sobre la mesa.