Todo comenzó en Chatroulette (ElRubiusOMG y tu) [EDITANDO]

Capítulo 1

—No es buena idea—

Ese sitio estaba lleno de gente extraña, no me gustaba mucho entrar en ellos.

—No seas aguafiestas niña-—se quejó —Es Chatroulette, no es gran cosa—

Rodé los ojos

—Es un lugar donde hay personas desconocidas, no sabes que puede pasar—repuse

—¡Por favor _______! Mira al Rubius, el que te gusta a ti. Siempre se mete en ese sitio para sus vídeos y nunca le ha pasado nada. ¡Es solo diversión!—

  — Rubius está loco de remate, el se atreve a todo. Yo lo veo como una diversión peligrosa—

— Pero va a ser divertido. Di que si, ¡Puedes? ¿Por tu mejor amiga?—puso esa cara que sabía que me haría ceder. ¿Cómo lo hace?.

—Ya, esta bien, entremos a ese maldito sitio— dije rindiendome al fin.

—Sabía que cambiarías de opinión—contestó aplaudiendo con una sonrisa pícara. Lo había planeado. Genia del engaño.

Todo estaba en orden, Kat y yo hacíamos una ''noche de chicas'' una vez al mes, cuando estábamos libres de exámenes y nada nos atormentaba. Este año era nuestra graduación y estaba muy ansiosa por ello.

Bajé a por unas palomitas, bebidas y golosinas. Me encontraba en pijama y con pantuflas de conejito. Ridículo para cualquier chica, normal y original para mi.

—¡________ sube! ¡Logré entrar al sitio y hay un tipo con cabeza de unicornio bailando! ¿Qué cojones es esto? —gritó Kat riéndose desde mi habitación.

Subí con poca gana. ¿Acaso no podíamos ver una película? Era más sencillo y más divertido para mi. Sí. Soy sencilla y no me gustan los planes disparatados o las cosas que puedan traer problemas. Algunas veces, Kat me llevaba a realizar cosas que me han puesto en problemas, algunas de ellas me resultaron divertidas.

Entré a la habitación, mi amiga tenía por poco la cara pegada al portátil.

—Kat, ¿Es necesario? Despegate un poco de la pantalla— le dije a modo de reproche.

Golpeó suavemente la cama para que me sentara. Me senté y solté un suspiro.

—Mira, haremos esto, tu quédate con tu Chat no se cuanto y yo veré mi película. Ambas contentas y ya—propuse

Asintió de mala gana y volvió a centrarse en la computadora.

Yo por mientras, encendí la TV y me puse a buscar alguna película guay para mirar.

Buscando canal por canal encontré una película llamada ''Siempre a tu lado''.  Todo el mundo decía que lloraría con esta película. No lo creo.

(...)

Kat no paraba de hablar en su bendito Chatroulette. Intentaba hablar en en inglés, ruso y otros idiomas que ya no había perdido la cuenta. Obviamente no lograba atinarle a ninguna palabra. Yo, por mi lado, ya estaba echando lágrimas causadas por la película.

''Debe ser horrible'' pensé ''De un día para el otro perder a esa persona que quieres con locura, esperar y esperar, pero que nunca vuelva.''

Kat a mi lado estaba repitiendo ''no puede ser'' ''Oh Dios mío no puede ser''. Se estaba volviendo loca.

—¿De dónde eres?—preguntó una voz masculina. 

Esa voz la conocía, me era familiar. Muy familiar.

—España, Madrid para ser exacta—contestó ella

—¡Oh, una criaturita de Madrid!— exclamó el chico