Capitulo 1

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Evangeline Thompson es el nombre de nuestra protagonista.

Una adolescente de 18 años y una marginada.

Aquí se narra la aventura que la llevo a conocer a su alma gemela cuando esta aún era muy joven.

***

Una joven muchacha de 18 años se levantaba.

—Ugh.

Entre quejas y maldiciones, la joven Evangeline o Eva, como la conocía la gente, se levantó.

Se dirigió a su gigantesco armario, eligiendo la ropa que usaría esa misma mañana, eligiendo un top blanco de manga corta, unos jeans color celeste, holgado y unos botas militares hasta los tobillos. Sin perder el tiempo, se metió en el baño y se dio una ducha.

En cuestión de minutos la castaña salió del baño en tan solo ropa interior, se dirigió a su espejo de cuerpo y comenzó a cambiarse. Su mirada permanecía en el espejo, miraba fijamente sus propios ojos en el espejo.

Una vez ya vestida, bajo a su cocina donde puso una pava con agua a calentar. Espero unos largos minutos hasta que el agua finalmente hirvió, lo que estaba esperando. Sacó la pava de la hornalla y vertió el agua hirviendo en una taza con un saquito dentro.

Espero alrededor de un minuto antes de que su matecocido tomará su color, finalmente sacó el saquito ya usado y puso unas cucharadas de azúcar a su bebida caliente.

Dio leves soplidos y tomó un sorbo de la bebida caliente entre sus manos.

—Ahh, nada mejor que un matecocido en la mañana—dijo.

***

Eva estaba en camino a la secundaria. El Azkaban de los adolescentes. Aunque sin dementores y con trafico de chicles e items prohibidos.

Una de las ventajas que Eva poseía era que su casa no estaba muy lejos de la escuela, así que podía ir caminando en vez de tomar un autobús.Ootra de las ventajas de Eva es que en sus primeros años de secundaria conoció a otros alumnos que también vivían cerca de la escuela así que no tenía necesidad de siempre viajar sola.

—Kevin —saludo a uno de sus amigos.

—Buenos días, Eva —El muchacho le devolvió el saludo.

—¿Y que onda? ¿Que andan haciendo en su curso? —La castaña le sacó conversación.

—Nada interesante, aunque tenemos un montón de tarea pero gracias a Dios todavía no mandaron ningún trabajo grupal.

—Menos mal. Nosotros estamos igual y a mi me viene bien. No se trabajar en grupo.

El resto del camino se lo paso en silencio, solo escuchando los sonidos de sus propios pasos, de gente con la que se cruzaban y obviamente los sonidos de los automóviles circulando.

***

La castaña yacía sentada en su silla con la espalda contra la pared y los pies en la otra silla de su pupitre. Mientras tanto, miraba con desinterés la explicación que estaba dando su profesor.

"Esto si me lo se. Estoy dando bola al pedo."

La muchacha desvió la mirada hacia la ventana en la pared detrás de ella. Se podían ver los árboles en la parte trasera de la escuela que no se usaba y a la que nadie podía entrar. Le parecía un desperdicio ya que era un lugar bastante agradable a la vista.

My Soulmate [Bruno Bucciarati]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora