Discusiones de antaño

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La llegada a Vanaheim no tuvo complicaciones. Fueron bien recibidos por los nobles del lugar y pronto estaban acomodados. Thor salía a dar paseos constantes, a veces con sus amigos, a veces solo. También intentaba establecer algún acuerdo con el rey Thion, para ver si era posible encontrar un lugar en su reino para los asgardianos.

Nunca paseaba con Loki.

Los últimos días apenas cruzaban palabra, Thor ni siquiera parecía notar ese hecho.

Lo que enfurecía más a Loki, aunque se negaba a ser afectado por ello, no podía solo evitarlo. Ni siquiera participaba en las reuniones diplomáticas, no quería ayudar en nada aunque tampoco nadie se lo pidió.

Él también daba recorridos por todo el reino, lo conocía como la palma de su mano.

Los rumores de que el pueblo asgardianos se mudaría a Vanaheim, corría de voz en voz. Algunos no tenían problema con ello, otros estaban indignados.

Loki ha tomado la forma de una mujer para pasar sin ser reconocido, llevaba demasiados siglos sin cambiar a esa forma, solía desagradarle puesto que se sentía aún más débil. Thor solo la vió siendo niños, nunca después de eso.

Escuchaba los chismes y comentarios de los vanir, preguntándose que diáblos hacía ahí, tal vez debería irse antes de lo planeado. Su presencia no tenía sentido ahí, no con Thor cerca, detestaba sólo verlo.

- Oh, ahí viene. El rey que mendiga un reino. - Se burló uno de los sujetos en la plaza. Estaba bebiendo algún líquido guindo de un gran jarrón.

Loki lo quebró con su mágia, sólo moviendo dos dedos, dejándo completamente empapado al tipo y siendo la burla de sus amigos.

No por defender a Thor, sino por el honor de los asgardianos.

- Buenas tardes, bella dama. - Escuchó la voz de su hermano.

Miró al frente, ¿le estaba hablando a él?

- ¿Me permitiría sentarme a su lado?

Idiota.

- Si quieres hacerlo. - Respondió sin entusiasmo.

- Permítame presentarme, soy...

- Thor, el hijo de Odín. - Completó, de repente se le ocurrió la idea de aprovechar la oportunidad para molestarlo.

- Claro, era de esperarse que hubiera escuchado hablar de mí. - Se pavoneó orgulloso.

- Sí, el padre de todo... - Menos de mí, pensó. - Ahora es una leyenda, quizás fue el ser más importante en el universo.

- Lo fue. - Se acercó más a ella. - ¿Quisieras escuchar sobre él o sobre mí?

- Sobre él, sin duda. Pero ya sé bastante, no necesito que me lo cuentes. - La respuesta fue contundente. La expresión de Thor no tenía precio, Loki tuvo que contener su risa. - Adiós. - Se levantó y quiso marcharse pero el rubio la sostuvo de la muñeca.

- Disculpa pero... de verdad quisiera hablar más contigo y conocerte si me lo permites.

Que grán estúpido.

- ¿De verdad? - Volvió a verlo y notó un ligero rubor en las mejillas del rubio. - No hay mucho que conocer.

- Fuiste tú quien hizo eso, ¿verdad? - Señaló al hombre que se marchaba con la ropa empapada y pegajosa. - Porque él se burló de mí, ¿estoy en lo cierto?

Ah, así que lo escuchó. También era más perceptivo de lo que creía.

No le respondió, esperó que siguiera hablando.

No somos almas gemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora