HIPNOTIZADA

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Son las 7 de la mañana, después de tanto alboroto, no he podido pegar un ojo en toda la noche.

Cada vez que los cierro veo ese pene erecto gigantes que venía hacia mí. Como una serpiente me mira listo para devorarme.

Veo a la izquierda y mis niños están desperezándose. Hoy será un día largo con muchas actividades.

Los ayudo a vestirse y nos disponemos a desayunar. Cuando salgo veo a una chica salir de la habitación de al lado. Me sonríe como si me conociera. Yo no la distingo. Tal vez sin ropa... En fin tengo niños que necesitan comer.

Nos sentamos y desayunamos. Al salir del comedor diviso a Joaquín, el maldito Joaquín, reluciente que viene en busca de mis niños.

Ellos salen corriendo a abrazarlo

— Hola niños— los abraza con fuerza.

— Hola- le digo. Creo que hay un dejo de nostalgia por lo nuestro en mi mirada.

— Emma, estás hermosa como siempre — maldito lo dice solo para complacerme. Ya sé que se ven mis grandes ojeras que no dejan disimular mis malas noches después de su partida.

— Voy a la habitación y traigo el bolso, esperame acá — Subo en busca de la ropa de mis hijos, no puedo dejar de sentir tristeza, somos una pareja divorciada y este momento es la evidencia de que nuestra relación está terminada.

Bajo con el equipaje y se lo entrego.

— Cuidalos y haz que duerman temprano— Estoy a punto de llorar. Necesito no hacerlo delante de él. No sé cuánto resistiré.

— No te preocupes, mañana están de nuevo acá.

Les dice — Vamos niños hoy será un día maravilloso.

Se van y parte de mí se va con ellos.

Me estrujé entre mis brazos viendo cómo se alejan de mi vista.

Cuando se retiran del hotel yo corro a la habitación. Ya no puedo más, mis lágrimas estallan antes de entrar. Me tiro a la cama para llorar como una magdalena. Esta escena me ha destruido. Paso un tiempo llorando hasta que escucho que tocan mi puerta. Me limpio mis lágrimas antes de abrir la puerta. Abro y veo a mi vecino o al menos eso creo no lo puedo distinguirlo con ropa y sin lentes.

— Hola, quería disculparme por lo de anoche. Me comporté como un idiota, lo siento.

Lo miro.

— Ah sos vos, cuando te vi pensé que venias a preguntar que le pasaba a esta frígida. Y si quería tus servicios.

— No, perdón por lo que dije. No fue mi intención ofenderla.

— Yo creo que si era tu intención pero ahora estas arrepentido. Está bien, no me importa. Solo no hagas tanto ruido — cierro la puerta con fuerza.

Maldito patán se creé que con unas disculpas arregla todo. En verdad está muy bien y ese miembro que tiene. No, no puedo estar pensando en eso.

Tomo mi libro y mi canasta para ir a la playa. Hoy me la pasaré tomando sol como un lagarto. Estoy en la playa, sola con mí libro que me acompaña, entre las páginas libero mi imaginación.

¿Por qué no soy como la protagonista? Como me gustaría tener un sensual amante que se derritiera por mí, cambiara toda su vida solo para complacerme, conquistarme. Pero en la vida no ocurre, siempre el mujeriego sigue siendo mujeriego, una es la ilusa que le creé todo lo que le dice, mientras te vas apagando y arrugando como una pasa de uvas.

UN AMOR DE NOVELADonde viven las historias. Descúbrelo ahora