Capítulo 3. Harry Potter : Harry Ryddle

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When September Ends

Por KaedeRavensdale

Traducción por Alyssa S.

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Capítulo III

Harry Potter: Harry Ryddle

Tom lo había vuelto a hacer. Lo había vuelto a encerrar en su habitación. Seguro, pero a este punto -¿cuánto tiempo habrá pasado? ¿Días? ¿Semanas? ¿Meses desde que había sido secuestrado? Probablemente sea una mala señal que ya haya perdido la noción del tiempo- Harry debió esperar que lo hiciera, después de todo el hombre había demostrado tener momentos selectivos de delires, pero al menos el bastardo le daba más tiempo para vagar. Por supuesto, supone, que le habría hecho demasiado fácil escapar: era sencillo, después de todo, abrir una puerta desde su interior. Molesto, Harry gira sobre su costado mientras descansaba en la cama, el mando que pertenece a su nuevo TV clavándose en sus costillas.

Lo saca debajo de él y, sin nada mejor que hacer, puesto que no tiene la paciencia para leer ni la energía para seguir dando vueltas y girando sobre sí como un loco, el cuervo se da la vuelta y empieza a pasar por los canales, buscando nada en particular en un principio. De cambio de infomerciales sin sentido a documentales sobre drogas de diseño canadiense a caricaturas al azar. Entonces se le ocurrió mirar las noticias: seguro estaba en un estado más o menos alejado de su casa, pero quizás había cobertura siendo difundida de su caso.

O Harry esperaba que lo hubiera. Tenía diecinueve años, sí, y ya no era un niño, pero en este momento no había otra que quisiera más que escuchar la voz de sus padres. Pasó por varios canales de noticias antes de encontrar el correcto.

Se topó con lo que parecía una rueda de prensa donde, de alguna forma, su padre y madre permanecían de pie sobre un estrado con su padrino al lado de un grupo de policías detrás de ellos. Su madre estaba llorando y su padre la abrazaba, viéndose cansado y serio.

—¡ ...quien lo haya visto se los ruego, por favor, comunícese! ¡Nuestro hijo no es otro ADOLESCENTE que escapó de casa! ¡Nunca se iría sin decirnos! ¡Si alguien se lo llevo por alguna razón por favor, no le hagan daño: ¡él nunca le ha hecho daño a alguien y no merece sufrir, y si es dinero lo que quieren, se lo pagaremos! ¡Cualquier cosa! ¡Lo que sea solo, por favor, que vuelva a casa! —Al no poder hablar a través de las lágrimas, su madre entierra su rostro en el pecho de su padre.

—Harry —la voz de su padre también sonaba como si estuviera aguantando las lágrimas—, por favor, si te has ido por una razón, no estamos enojados contigo. Ponte en contacto con nosotros lo antes posible. Solo... necesitamos saber que estás bien.

La imagen de la conferencia fue sustituida por una fotografía fija de él con un texto debajo donde explicaban todos los detalles de su caso, incluyendo cuando había desaparecido, la última vez que había sido visto y un número donde cualquier persona con información sobre el caso podría llamar a las autoridades competentes. A medida que la noticia pasaba a otra historia sin importancia sobre una empresa de primera línea, Harry miró fijo a la pantalla, parpadeando rápidamente en un esfuerzo de mitigar la sensación de ardor en sus ojos. Apenas notó las lágrimas que lograron escapar y correr por sus mejillas, goteando sobre la tela blanca inmaculada de la almohada que había sido agarrada a su pecho.

Sus padres. Harry había estado tan concentrado en su propia situación que hasta este momento no había pensado en cómo su desaparición podría haberlos afectado. ¡Era su único hijo! Su pequeño niño -qué a pesar de tener diecinueve años no impedía que su madre se refiriera a él de esa manera- y de repente desaparecía sin una palabra o advertencia. Realmente esperaba que no pensaran que haría eso por su propia voluntad. Que los hiciera pasar por ese tipo de preocupación. Irse sin avisarles antes. Sin dejarles saber a dónde iría.

When September Ends (Tomarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora