AMOR PSICÓPATA [SEGUNDA PARTE EN PAUSA]

¿LISTO?

⚠️ESTE CAPITULO DE AMOR PSICÓPATA TIENE CONTENIDO SOBRE TRAUMAS SEXUALES QUE PUEDEN INCOMODAR A ALGUNOS LECTORES⚠️

Lloré durante más de media hora hasta que me tranquilice, me levanté con cuidado de la cama y fui hasta las repisas. Tome un arma, la miré durante varios segundos mientras la intercambiaba de mano y deslizaba mis dedos sobre esta.

—No creo que sea buena idea—Me voltee asustada ya que no había escuchado cuando entró. Recordé todo lo que había pasado y enojada, le apunte con el arma—Y tampoco creo que esa vaya a ser buena.

—Podría dispararte—Dije enojada.

—Lo se—Dio un paso hacia mi—Pero no me intimida en lo más mínimo que tú me apuntes y también sé que no lo harás.

—Ya me has hecho matar ¿que me cuesta hacerlo ahora?

—No con un arma Rossie—Me acerque a él y apoye el arma en su abdomen—Disparame—Dude varios segundos, pero la forma en la que me miraba me incitaba a hacerlo. Así que lo hice, apreté el gatillo al mismo tiempo que cerraba mis ojos—El seguro Rossie.

—¿Que?

—No quitaste el seguro—Antes de que le respondiera, me quitó el arma y la dejó en su lugar—No es un juguete.

—No me digas.

—Vístete, vamos a salir—Cuando me voltee, vi una caja en la cama.

—¿A donde?

—Solo cambiate y ya—En cuanto salió revise la caja y por si algo pasaba decidí ponerme ropa negra. Cuando terminé me senté esperando a que volviera, pero seguía estando enojada y más conmigo misma, por el hecho de que para esos momento ya no me sentía culpable por la muerte de la chica y mucho menos por Jhon.

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Después de casi una hora, empecé a creer que no volvería así que estaba a punto de dormirme cuando entró. Se cruzó de brazos al verme casi dormida y oculta con la sabana.

—Tardaste demasiado—me excuse.

—Ya estoy aquí, así que levántate.

—¿A dónde vamos?—Pregunté mientras salíamos de la habitación.

—Ya lo veras—Tras subir a una van junto a otros dos chicos, tuvimos que esperar alrededor de veinte minutos hasta que llegaramos. Cuando bajamos note que habíamos llegado a una especie de bar pero parecía caro, cuando entramos Wesley nos guió hasta una puerta trasera que cuando la pasabas mostraba como todo se dividía en cinco pasillos.

—¿Qué...?—Pregunte confundida.

—Solo sigueme y no te quedes atrás si no quieres perderte—Wesley caminaba en frente de todos -venían dos chicos con nosotros- detrás de él iba yo y por último los chicos.