AMOR PSICÓPATA [SEGUNDA PARTE EN PAUSA]

PLANES

—Agarra la tablet y dime por donde ir —Me ordenó.

Le hice caso y la tome, el problema es que por donde íbamos era la única ruta que había. Y para empeorarlo, al final de la línea brillaban tres puntos rojos, no necesitaba preguntarle a Wyatt que eran.

—Solo hay esta ruta —Conteste nerviosa.

—Activa rutas alternas —La pantalla se puso en blanco y segundos después varias líneas rojas aparecieron en la pantalla indicando otra ruta.

«Terreno peligroso» saltó una alerta en la pantalla junto a una voz robótica.

—Rossie es ahora o nunca —No tuve tiempo para pensarlo, los puntos rojos estaban cada vez más cerca.

—¡Derecha! —Otra vez dio un volantazo pero pude evitar golpearme. Mire hacia atrás para ver qué tan cerca estaban.

Entonces vi a Wesley apuntando con un arma hacia la ventana, la mitad de su cuerpo se encontraba fuera del auto, con una mano se sostenía y con la otra apuntaba. En cuanto notó mi mirada me sonrió, sin poder evitarlo sonreí de vuelta.

El terreno cada vez era más rocoso, cada segundo el auto saltaba y nos golpeabamos. De repente Wyatt giró sin decir nada y salió de la ruta, los autos que nos seguían no se lo esperaban así que no tuvieron tiempo de girar a tiempo y se estrellaron.

Abrí la boca sorprendida y me voltee hacia Wyatt, pero él apretaba el volante con fuerza. Estaba segura de que él no tenía idea de que ruta seguir, pero no mencione nada.

Wyatt se las arregló para llegar a la principal, la nieve caía con fuerza, los vidrios estaban empañados y para nuestra suerte habian pocos autos. Me voltee cuando vi a una todo terreno negra a nuestro lado.

—Es H —Dijo Wyatt al notar mi confusión.

Los vidrios del auto que conduce no son oscuros así que puedo verlo de perfil, con una mano agarraba el volante y con la otra sostenía  el móvil, a los segundos el móvil de Wyatt sonó.

—¿Los perdiste? —Le pregunta Wyatt.

—Si, pero de todas formas debemos apresurarnos —Se callo en segundo y luego continuó—. El avión ya está listo para despegar.

—Antes debemos detenernos en la gasolinera —Dijo Wyatt—. Solo podemos llevar un auto.

—Bien —Corto la llamada.

Minutos después ambos bajamos del auto y esperamos a que H estacionara a nuestro lado. Wyatt me pidió que subiera atrás mientras él le entregaba las llaves a un hombre y le daba algunas órdenes.

Dentro del todo terreno negro la calefaccion estaba encendida, suspire aliviada y me relaje en el asiento. Levante la mirada hacia el retrovisor, me encontré con unos ojos de distintos colores, uno era gris y el otro verde.