LA ÚNICA OPCIÓN

3.5K 343 47
                                    

Rossie

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Rossie

Abrí los ojos lentamente, a pesar de la poca luz que había en el lugar, los ojos me ardían y me pesaban. Aun así observé el lugar y empecé a recordar todo lo que había pasado, cuando intente levantarme, sentí un dolor punzante en el abdomen.

Levanté mi camiseta y vi que tenía varias vendas, no me atreví a ver lo que había debajo. por el dolor que sentía, supe que no eran ni un poquito leves.

—Rossie —Di un respingo al oír la voz de Alex. Al levantar la vista me encontré con Alex mirándome con pena—. Lo siento...

—¿Qué me hiciste? —Pregunté bruscamente—. ¿Por qué no recuerdo nada?

—Es por...

—La inyección —Respondí antes que él—. ¿Por qué lo hiciste? ¿porque no querías que recordara nada? ¿que me hiciste?

—¡Lo hice porque no quería que me vieras descontrolado! —Se excuso.

—Claro, estabas descontrolado pero pudiste pensar en qué haría yo después —Alex intentó acercarse pero yo retrocedí.

—Rossie...

—Solo no te acerques —Me levanté haciendo muecas—. Tengo que hablar con Andrei.

—No vas a hablar con él, de eso me encargo yo —Su cambio de actitud no me sorprendió.

—¿No? —Reí sin ganas—. Tienes miedo de que le cuente, pero esto no lo puedes evitar.

Salí del sótano, cada que subía un escalón, un dolor punzante me obligaba a detenerme unos segundos. Aun así no me detuve a mirar a Alex o pedirle ayuda, fingí seguridad y salí.

Camine hasta quedar en frente de las gradas que llevaban al segundo piso, suspire con cansancio y use la barandilla de apoyo. Cuando iba a la mitad vi a Wyatt aparecer desde un pasillo con una bolsa de hielo apoyada en el ojo, pero en cuanto me vio, la dejó caer y corrió para ayudarme.

—¿Estas bien? —Tomo mis muñecas y las apoyó sobre sus hombros.

—¿En serio lo preguntas? —Reí sin ganas—. ¿Te has visto al espejo?

—Bueno, yo estoy bien —Me miró de arriba a abajo—. ¿Puedo? —Pregunto.

—Me vendría bien algo de ayuda —Wyatt coloco mi brazo por encima de sus hombros y me ayudó a subir.

Cuando llegamos a mi habitación, me dejó sentada al borde de la cama y fue al baño por un botiquín. Se puso de rodillas en frente y tomó aire antes de levantar mi camiseta.

—Veamos que tan mal esta —Quitó la primera venda y tuvo que apartar la vista y llevarse una mano a la boca—. Hay mucha sangre —Quiso seguir hablando, pero se vio interrumpido por una arcada.

—Oye... —Me puse colorada por la vergüenza—. Puedo hacerlo yo.

—No, es solo que le tengo asco a la sangre —Tomó las gasas y empezó a limpiar una de las heridas. De vez en cuando se detenía para tomar aire y limpiar sus manos.

AMOR PSICÓPATA [SEGUNDA PARTE EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora