Hoy por la noche vamos una fiesta que había en una discoteca con bastante prestigio de nuestro nuevo barrio, me puse mis mejores galas, me eché One Million, mi colonia favorita, Dylan iba realmente guapísimo, mas que de costumbre, iba hecho un pincel, bajamos y fuimos andando hasta el objetivo, entramos, aquel lugar era verdaderamente enorme, joder que si era enorme, cuando entramos pedimos tres cubatas, fuimos al centro de todo, Dylan empezó a bailar, (no es por que sea mi novio, pero baila tan bien) me cogió del brazo, y me acercó a él, podía sentir nuestros pechos juntos, su calor, su aroma, todo. La noche pasó demasiado rápida, pero fue bastante entretenida, cuando llegamos a casa era las cuatro de la mañana, Ricky iba bastante borracho, así que se fue a dormir. Me tumbé en el sillón con Dylan, empezó a jugar con sus dedos en mi pelo, miré sus preciosos ojos pardos, era tan irresistible... Esbozó una gran sonrisa brillante, perfecta, la curvatura de sus labios, tan tentativos, me acerqué a su boca y le besé, pude jugar con mi lengua libremente, metí mi mano por dentro de su camisa, palpando su cuerpo, le desabroché el botón, y después la cremallera, introduje mi mano dentro del bóxer, notaba como aquello aumentaba de volumen, él hizo lo mismo conmigo, cuando ya estábamos desnudos, me cogió en brazos, y me llevó hasta la habitación, me apoyó en la pared, y la metió dentro, le agarraba del pelo con cada embestida, jadeaba de placer, apoyé mi frente en la suya, cerré los ojos y experimente tal gozada, que debería ser ilegal, me tumbó en la cama y allí prosiguió. Estábamos a punto, y lo hicimos en mi pecho. Me limpié, y me tumbé de nuevo a su lado, cerré los ojos y me dormí.
A la mañana siguiente, nos vestimos y desayunamos. Dylan no estaba en casa, pero no tardó mucho en volver, me cogió de la mano y él se arrodilló. Me miraba a los ojos, Ricky me tapó los míos, note algo frío en mi dedo.
-Carlos López, ¿quieres ser eternamente mi alma gemela? - dijo Dylan
Me destapó los ojos y le vi, sus ojos clavados en mi, miré mi mano, me había puesto un anillo precioso, de mis ojos brotaron lágrimas, después una sonrisa, y por último un si quiero.
Se levantó del suelo y le abracé con fuerza, Ricky aplaudió mientras se emocionaba también. Menudos moñas estamos hechos.
Me llevó a un restaurante bastante lujoso para celebrarlo, comimos, y nos fuimos a dar un paseo, yo lucía mi nuevo y precioso anillo, la tarde era soleada, íbamos por un paseo de piedra, rodeado de árboles, parecía un cuento de hadas...
Pero todo esto lo volvió a interrumpir la llamada de siempre, le miré, mientras se iba corriendo a hablar lejos de mi. ¡SE PUEDE SABER QUIÉN COJONES LLAMA TANTO! La curiosidad me podía, pero no podía cogerle el movil a Dylan y cotilleárselo, cuando regresó no hice preguntas, tan solo continuamos el camino, y regresamos a casa.
Ricky nos contó que fue a los juzgados a ver cuando nos hacían sitio para casarnos, pero le dije que no, que me quería casar en España, para que mi hermana estuviese allí, Ricky me tapó la boca y me dijo que no me preocupase, que mi hermana vendría en dos semanas. Que no pensaba faltar en mi boda.
Dos semanas. Dos semanas para casarme con Dylan, era tan magnífico... Yo ya cumplí mis 18 años al igual que Dylan, y podíamos casarnos perfectamente, todo esto era un sueño hecho realidad. Pero a veces las cosas se tuercen.
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Acuérdate de mi
Teen FictionEn un mundo, que no se adapta a Carlos un chico de 17 años, que tras pasar una vida de dolor y sufrimiento encuentra una luz en aquel oscuro y desesperante tunel, algo que hara que todo quede atras. El amor. Escrita por: UnTalDoce_