Capitulo 24: Azotado por el destino

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Seguí corriendo hasta perder el bar de vista, solté a Dylan y cogí aire profundamente.

-¿Carlos que ha sido eso? ¿Me lo puedes explicar?- dijo Dylan algo molesto.

-He... he visto a Rubén... o eso creo...

Vi a Dylan ponerse pálido, de un blanco nuclear.

-Pediré un taxi porque estos ya estarán dormidos- dijo mientras desbloqueaba su móvil y se alejaba de mi para intentar recibir más señal, ya que no había mucha covertura aquí.

Me senté en un banco y empezé a mirar mi whatsapp abrí la conversación con Cory y empezé a mirar su foto de perfil, tenía una echando el humo de un cigarro, le hize una captura y la guardé, luego entre en el chat con Dylan e hice lo mismo, miré su foto, él tenía una en la que salía conmigo de la mano, esa nos la tomó Ricky hace una semana o así, no lo recuerdo bien, también la hice captura y la guarde, ¿porque tiene que ser todo tan complicado? ¿Porque tengo que quererlos a los 2? Tengo que decidirme por uno...antes de que salgamos todos heridos por esto...

De repente vi como un taxi se paraba a pocos metros de mi y vi a Dylan haciendome señales para que me subiera, y eso hice, fui y me senté atrás con Dylan.

Todo el camino fui callado, mirando por la ventana las iluminadas calles de madrid, viendo a la gente pasar, niños jugando, parejas de la mano, felices...

-¿Te pasa algo? Me preguntó Dylan ya un poco desconcertado con mi actitud.

-Nada- dije secamente.

Tenía que pensar y tenía que hacerlo a solas.

Llegamos a casa y Dylan pagó al taxista, abrí la puerta y vi a Cory con una taza de café en el sillón viendo la tele, no le presté atención, simplemente me subí a mi habitación y me encerré en ella.

Estuve horas y horas rayandome con el puto tema, hasta que al final decidí llamar a mi hermana, ella sabrá que hacer.

-¿Si?

-Hermanita... ¿tienes un momento?

-¿Claro cariño que pasa?-dijo con voz asustada.

-Que... ya no sé que hacer con Cory y Dylan... los quiero a los 2 y ya no sé que coño hacer para decidirme por uno y no seguir haciendoles daño- dije entre sollozos

-A ver, tranquilo, mira tengo una idea, ¿porque no hacen una "competición"? Cada uno tendrá 24 horas a solas contigo y tiene que demostrarte en esas horas que el de verdad es el amor de tu vida.

No era mala idea la verdad, mi hermana me había dado una buena solución pero... a ver que opinan ellos.

-Vale hermanita muchas gracias, sabía que podía contar contigo.

-De nada bobo, ya me contarás el resultado ¿eh?.

-Claro, bueno me voy ya, adiós te quiero.

-Chao mi niño, y yo.

Colgué y me fui al salón en su busca, seguro que siguen despiertos, bajé las escaleras sin hacer ruido y si, allí estaban Dylan preparandose un café y Cory viendo la tele.

-Chicos...-dije con voz temblorosa.-tengo que hablar con vosotros.

-¿Pasa algo?- dijo Cory levantandose del sofá.

-He tomado una decisión, no puedo seguir pretendiendo manteneros a los 2 a mi lado para toda la vida, sé que solo puedo elegir a uno porque si no lo hiciera... no sería justo para ninguno...

-¿Y con eso quieres decir que ya as elegido a quien quieres?- Dijo Cory algo cabreado.

-No, yo os quiero a los 2 pero... solo puedo estar con uno.

-¿Y a quien has elegido?- dijo Dylan serio.

-He decidido que pasaré 24 horas durante solo 2 dias con cada uno, al tercer día tomaré mi decisión.

-¿Como un concurso?-preguntó Cory.

-No exactamente pero... algo así.

-¿Y quién empezaría?- preguntó Dylan.

-Que empieze Dylan- dijo Cory sonriendo, algo se traia entre manos, le conozco.

-Muy bien pues... Dylan, mañana soy todo tuyo- dije mientras subía las escaleras hacia mi habitación.
Me tumbé en la cama y miré el reloj, mañana será un día largo.

A la mañana siguiente, me despertó Dylan con una bandeja llena de dulces y cosas bastante deseosas para empezar una mañana, me relamí los labios y le besé.

-Toma Carlos, te he hecho tostadas, con fresas, nata, un café, y falta algo mas, pero primero termínate eso anda - dijo guiñándome un ojo.

Le miré, le sonreí y empecé a comer, estaba todo tan bueno, Cory no estaba en casa, así que, podíamos estar solos, como acordamos. Cuando terminé retiró la bandeja, y me besó.

-¿Y mi plato estrella? - dije mordiéndome los labios

-¿Aún no lo sabes? - dijo mientras se quitaba la camiseta.

Se puso de pie, empezó a bailar bastante sexy, yo me reía, no por que lo hiciese mal, si no por que, la situación lo requería, se desabrochó sus pantalones, y al son de su baile fue bajándolo, se descalzó, quedándose en calcetines, después me empezó a guiñar un ojo, movía el trasero bastante provocador, mordía mis labios, luego me levantó de la cama, y empezó a jugar con su lengua en mi cuello, cerré los ojos y dejé que el momento me envolviese, me quitó con delicadeza la camisa y pantalón del pijama, dejándome en ropa interior, jugaba con mis pezones, los mordía con cariño, le tiré a la cama y me puse encima, le besé el cuello, y aquellos abdominales del pecado mas mortal.

La mañana pasó entre amor, pasión y besos, bueno y sábanas claro, cuando terminamos, me abracé a él.

-Eres un tramposo que lo sepas - dije riéndome

-¿YO? ¿Por qué? - dijo sarcásticamente

-Como quieres que elija entre tu y Cory, si eres un amor...

Se quedó callado... Le miré... Él giró la cara, pero hice que me mirara poniendo mis manos en su angelical rostro.

-Dylan... ¿Qué pasa? - dije preocupado

-Nada - respondió seco

-Dylan, ¿QUE HOSTIAS PASA? - dije cabreado

-¡HE DICHO QUE NADA JODER! - me gritó

-Dylan... Por favor

-Cory...

-Que pasa con él

-Ayer se fue de casa, intenté frenarle pero no hubo manera, le llamé unas cuantas veces, pero tiene el movil apagado. Lleva con el movil así toda la noche.

Me levanté raudo a por mis bóxers, cogí mi teléfono y marqué su número.

"Hola, soy Cory, me pillas un poco liado, déjame tu mensaje, gracias."

Su voz hizo eco en mi cabeza... ¡Qué hostias estará haciendo!

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