La maldad es casi tan antigüa como el mundo, mejor omitamos el casi. Es algo natural, a lo que el ser humano teme. Le pusimos nombres para hacerlo real. Con algo real se puede luchar, o eso pensamos. Lucifer. Satán. No existe, es la maldad. Pero las historias corren y hace muchos año una llegó a Neptuno. Un día de abril de 1712 llegó al pueblo Valkiria Benson, una joven aristócrata inglesa con mucho poder. A su vez, llegó una epidemia que arrasó las vidas de los habitantes de Neptuno. Valkiria fue una de las pocas que sobrevivieron y los que lo hicieron juraron haber visto sus ojos tornados por un rojo como el fuego. Cincuenta años después, nació su nieto y con él llegó la desolación. Ese año la pesca fue escasa y la hambruna mató a más de cien personas. Dicen que cada dos generaciones, descendientes de Valkiria, el Infierno toca a una persona. Y si esa persona se acerca a Neptuno, Neptuno se sume en el caos. Tu madre es hija de Mark Larson, a su vez este es descenciente de Valkiria. Eres la llama, al igual que tu abuelo lo fue. Mi padre lo mató, al igual que iba a hacer contigo. Intentó apagarte, yo lo impedí. No te quería ver consumida. Vete de Neptuno, vete de Gales. O si no bydd rhaid i mi chwythu. (*)
* n/a. Bydd rhaid i mi chwythu en Galés significa: Voy a tener que soplar.
