IX. Curiosidad

11 1 70
                                        


Uh, uh, listen boy~

—Ah, hyung —silba—, ¿planes para hoy?

—Oh, Jimin, no te había oído llegar.

Sí, hoy es el día en el que salimos con Yoongi.

BUENO, NO, NO CON YOONGI Y YO, ASÍ, SOLOS, COMO SI FUERA UNA CITA JAJAJ NO, NO, PERO...él va a estar ahí.

—Y no, como me vas a escuchar si estás con la música a full —dice, bajando apenas un poco el volumen del parlante porque estábamos hablando a los gritos por el volumen alto— y si encima estás así de concentrado en vestirte... —me mira de arriba abajo con una sonrisa pícara mientras se rasca el mentón teatralmente—. Ah, ¿acaso será que Hobi hyung tiene una cita?

—¿¡QUÉ!? —comienzo a reír nervioso—. NO, NO, JAJA, NADA QUE VER, JIMIN.

—Mmm... ¿y por qué tanto esmero en arreglarte? No es que no seas coqueto de por sí —aclara rápido—, pero perderte en cómo arreglar UN mechón de pelo...

PERO ES UN MECHÓN REBELDE.

—Ay, Jiminie, ¿qué cosas decís?

Jimin se tira boca abajo en mi cama, apoyándose en sus codos para mirarme mientras yo sigo parado delante del espejo.

—Mmm... Bien, bien, voy a hacer de cuenta que te creo —queda en silencio un rato pero veo que sigue cada movimiento que hago mientras, SÍ, SIGO PEINANDOME—. Si querés mi opinión... —se levanta y queda al lado mío. Toma mi peine y comienza a realizar un peinado—. Ahí. Eso es. Con la frente descubierta vas a conquistar a quien sea.

—QUE NO VOY A CONQ-

—"Gracias, Jimin". Ay, de nada, Hobi hyung. ¿Para qué están los amigos...

—Graciaaas —digo tentado de la risa.

—¿...si no es para ayudar al otro en sus conquistas?

—¡JIMIN! —comienzo a correrlo por la casa porque sale disparado y riendo como un niño pequeño.

—¡Está bien! ¡Está bien! —dice cuando se ve acorralado, con sus manos por encima de su cabeza y sonriendo inocentemente.

—Ahora me vas a tener que peinar de vuelta porque me había gustado como quedo pero por correrte quedó un desastre otra vez.

—Jajajaj ¡por supuesto, Hobi hyung! —y volvemos hasta mi habitación para seguir arreglándome—. Ah, y si me dejas dar otra opinión...

—Dime...

—Deberías usar esa campera de cuero negra que tenés y que es re linda y mata galanes y...

—Jimin... —digo en tono de advertencia. Falso tono porque estamos bromeando.

—Y que algún día se la vas a prestar a Jiminie porque es un amigo genial que te ayuda con los outfits —continua rápidamente para que no le diga nada.

—JAJAJAJ bien, bien, me pongo esa campera y sí, cuando quieras la podés usar, Jimin. Ya sabés que lo mío es tuyo.

Jimin sonríe amigablemente y como un niño al que le decís que se comportó bien y por lo tanto Papá Noel le traerá su regalo.

Continuó arreglando mi cabello mientras tarareaba alguna cancioncita que yo no conocía.

—Mmm...¿Jiminie?

En las nubesWhere stories live. Discover now