Entro a la cocina y ahí lo veo con una olla preparando algo. Me escucha entrar. —Espero que te guste el ramen. La verdad es que... tampoco tenía muchas cosas en la cocina —ríe nervioso. Ok, ok, entendible. Acordate del poco aviso. —Está bien. Ya podremos ir a comprar mañana. —Ay, va a ser un alivio tener un compañero —dice poniéndo los cuencos servidos sobre la mesita que estaba en la cocina—. La verdad que es un poco solitario todo si no. Y eso que paso del instituto, al trabajo, a ensayar, depende el día... -come un poco. —¿En qué año estás? —Segundo. Pero estoy de aficionado. Vos debes ser muy bueno. Es muy díficil que te den una beca. —Nah, no tanto. —Mentira. Estás siendo humilde seguro. ¿Me dejarás verte bailar algún día? —no me deja responderle porque sigue hablando—. Igual, por lo general nos dejan y nos alientan a ir a ver a los de años superiores, así que seguro me verás por ahí. —Q-qué bueno... -como un poco. —Sí, es una forma más de aprender, nos dijeron, el observar... —Ah, sí, sí. Yo...en mi ciudad no había muchos que se dedicaran a bailar así que más que nada miraba por internet. —Claro... —asiente, mirándome como si le hubiese dicho que se me murió mi gatito— bueno, ¡ahora podrás aprender de otros y junto a otros! —sonríe. Sus ojos apenas son visibles—. Levanta ese cuenco, amigo, y brindemos por tus nuevos comienzos —rio. Parece realmente un buen chico. —Por un buen comienzo —digo, chocando mi cuenco con el suyo. —¡Y por una nueva amistad! —dice ladeando un poco su cabeza mientras aún conserva su sonrisa. Asiento, devolviéndole una sonrisa. —Así que... —digo después de un rato, cuando terminamos de comer— ¿mencionaste que trabajabas...? —asiente detrás del vaso de agua que estaba tomando. Se vuelva un poco y eso causa que nos riamos. —Sí, sí, trabajo en una radio. —Wow, interesante —Sí, sí... Me gusta mucho estar ahí. —Bueno, ¡qué importante! —¿Q-qué cosa? —pregunta confundido. —Que puedas trabajar de lo que te gusta. —Aaah, sí sí -sonríe ampliamente. —¿Sos el locutor o...? —Sip —lleva sus manos en puño a su cintura y saca pecho— Soy el de los "Chimconsejos" —¿Chimcon... qué? —Ah, cierto, no sos de acá —se da un golpecito en la cabeza—. Tengo una sección llamada los "Chimconsejos" donde suelo escuchar a la gente y... bueno...los aconsejo jajaja. —Ah, ¿te gusta decirle a la gente que hacer? —veo que su rostro cambia como shockeado por lo que dije— Perdón...no... No salió como debía. En mi cabeza eso sonó mejor jaja perdón —digo rascándome la cabeza porque darme un golpe contra la mesa por ser malo con las palabras a veces no daría buena imagen en alguien que recién me está conociendo. —N-no, no es nada —vuelve a sonreír, como para darme seguridad. —A lo que iba...es... Bueno, te gusta ayudar a la gente con dudas, digamos —asiente, feliz. —Si puedo serle de ayuda a alguien... ay... con eso ya soy feliz. —Gracias por ayudarme a mi hoy. —¡Ay! ¡Ni lo menciones, por favor! —Bien... Tendré que escuchar el programa de mi roomie entonces. —¡Me encantaría tenerte de oyente! —¡Oyente asegurado! —sonríe ahora como a un niño al que le dicen que va a ir a su parque de diversiones favorito—. Y... Por curiosidad... además de los "Chimconsejos" —hago las comillas en el aire— ¿qué más ofrecen? —otra duda me surge— ¿Y por qué Chimconsejos? —rie sonoramente. —Chimconsejos porque solían decirme Chim Chim o Chimmy cuando era más chico —dice algo avergonzado— y además de eso... pasamos un poco de las noticias más importantes ¡y positivas del día! Porque para noticieros deprimentes... Pfff... Tenés en todos lados —asiento en concordancia— también hacemos entrevistas y hablamos de espectáculos culturales de la ciudad, hacemos sorteos para entradas en algunos de ellos o de cosas que nuestros sponsors ofrecen, hace... —piensa un poco— un año, más o menos, empezamos a hacer algunas dinámicas con los oyentes también... —baja su cabeza un poco y sonríe, algo nostálgicos diría yo— son lindas dinámicas incluir al público y bueno... música... pasamos música... —¡Cuánta variedad! Noticiero alegre, entrevistas, participación de oyentes y música. Wow, Jimin... Bailarín, locutor y DJ jajaja —No, bueno... De la música se encarga otro chico... —otra vez noto nostalgia, ahora también en su voz—. No es tan bueno como... —dice casi en susurro pero pude oírlo. Sacude su cabeza—. Buena música. Te gustará. —Claro que sí. Se nota que hay algo que me estoy perdiendo. Tal vez me entere algún día de qué es. O tal vez no. Es muy pronto para hablar. Seguimos hablando un rato más y me entero que siempre bailó, desde chico, pero aún no sabía si realmente lo quería como carrera y por eso no lo tomo profesionalmente; que le gusta viajar, ha hecho algún que otro viaje con amigos; le gusta leer de todo un poco, desde novelas a comics; le gusta cantar, pero dice que medio a escondidas y por lo general en la ducha, así que me pide disculpas por si alguna vez se olvida que estoy ahí y lo escucho, jajaja exagerado; y que le gusta hablar, mucho. Y sí. Me dí cuenta. Yo le conté de mi ciudad natal, de que solía jugar al tenis y que no era nada malo pero que eso no era lo mío, de que, si bien toda mi familia me apoya ahora, mi madre fue quién más me estuvo alentándome desde un principio con el baile y hasta le conté su preocupación y cómo probablemente estarían buscando su nombre por internet. Eso le causa mucha gracia y ríe con ganas, tanto que llora de risa y casi se cae de la silla, lo que hizo que yo me ria fuerte, también hasta el punto de las lágrimas. Cuando nos percatamos de la hora ya era tardísimo así que lo ayudé a limpiar un poco la cocina y a dejar todo más o menos en orden. —Bien, Hoseok, en la alacena está el cereal, no es azucarado porque no me gusta ¡pero si no es de tu agrado podemos conseguir el que te guste mañana! —No hay problema, Jimin. —Bien, bien...hay también pan ahí y la tostadora está allá. Ahí hay una pequeña cafetera pero últimamente no calienta bien así que te recomiendo que hagas del instantáneo —dice mostrándome donde está el frasco de café— ¡si eso es lo que te gusta, claro! Y aquí... —Jimin... Tranquilo... Estoy bien —digo cuando noto que se esfuerza por querer hacerme sentir cómodo—. En serio... Gracias. Por todo. Y si no llego a encontrar algo, te pregunto, no te preocupes. —Sí, sí, cualquier cosa que necesites, no dudes en decirme, ¿sí? —Sí, tranquilo —le sonrió y le palmeo el hombro para darle seguridad. —Bien... Bien... —dice asintiendo y mirando a su alrededor, seguramente viendo si no se olvidó de decirme algo. Caminamos luego por el pasillito que va hacia los cuartos y nos paramos en las puertas enfrentadas de nuestras habitaciones. —Bien, ¡qué descanses, Hoseok! Me alegra tenerte aquí. —Me alegra que seas mi compañero de departamento, Jimin —y realmente lo pienso. Ya me cayó bien. —¡Hasta mañana! —nos decimos mutuamente y entramos a nuestras habitaciones. Fue un día largo y algo estresante, pero al fin terminaba y con un nuevo amigo y esperanzas renovadas.
💚
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¡Hello! Sorry que ésta historia vaya lento pero está para llenar espacios de Espresso Caramel y para ir dándoles un contexto a los personajes que, desde el punto de vista de Yoongi, no se podrían ver o serían subjetivos 🙈
¿No son re cutes y re goals éstos dos como roomies? Aaaayyy 💚💚💚
Eeeen fin, ¡gracias por leerme! 💚
Reciban mi amorrrrr ydenlestreamaepiphanyyfakeulove 😘😘
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