Capítulo 3. Champán & final feliz.

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Ross se sentó a mi lado. Yo le sonreí. Comenzamos a cenar. Yo notaba como Ross no paraba de mirarme. Eso me ponía nerviosa, pero fingí no darme cuenta.

-Entonces...¿Cómo es que se conocieron? - preguntó sonriente Calum, mientras cortaba un trozo de su filete. Me puse nerviosa, "Yo iba entrando a una tienda y sin querer, me choqué con él. Estábamos bajo el muérdago y nos tuvimos que besar apasionadamente, luego intercambiamos números". No le diría eso.

-Nos conocimos a la entrada de un market. Intercambiamos números- dijo Ross. Luego me guiñó un ojo. Parecía que había leído mi mente.

-Exacto- dije sin dejar de mirar al rubio de ojos miel. ¿Te puedes enamorar de alguien en solo unas horas? No lo sé, pero yo lo hice.

Terminamos de cenar. Fue bastante divertida y tranquila. Después de cenar y ayudar a recoger la mesa, fuimos al salón. Ross me miraba de vez en cuando, yo lo miraba de reojo.

Raini trajo champán. Nos encaminamos a el gran balcón de la planta alta.

Calum tomó la botella de champán y la abrió. Sirvió un par de copas y se las dio a Debby y a Spencer. Tomó otro par y fue para Raini y Peyton. Otro par y nos lo dio a Ross y a mí. Tomó una última copa y se sirvió champán para si mismo. Todos pusimos un anillo en el fondo de la copa.

-Brindemos por esta maravillosa noche buena. Por la familia, los amigos y por repetir esto el próximo año- dijo alegre. Entonces todos tomamos un sorbo de champán. No es que me guste demasiado esta bebida, pero es la tradición así que, un poco no me matará.

Estuvimos hablando todos juntos un rato.

Díez minutos más tarde, Peyton se había ido a casa. Debby y Spencer habían entrado y se habían quedado acurrucados en el sofá. Raini y Calum habían ido también dentro, llamando a la abuela de Calum para desearle una feliz navidad. Ross y yo nos encontrábamos apoyados en la barandilla que marcaba el final del extenso balcón.

-¿Sabes una cosa?- dijo Ross, rompiendo el silencio que se había formado en el lugar.

-Dime- le contesté mirando a los diferentes rascacielos que representaban tanto a Nueva York.

-Las vistas son preciosas- dijo mirando también a los grandes edificios- Pero aún así, no puedo dejar de mirarte. Tú belleza supera todo esto, perdón si soy muy directo- dijo mirándome tiernamente.

-Gracias- dije tímida. Estoy segura de que mi cara se volvió de mil tonos de rojo diferentes cuando me dijo aquello.

-¿Nunca te lo han dicho?- me dijo acercándose un poco a mí

-¿Qué cosa?- le dije tímida.

-Lo preciosa que eres- me dijo sonriente.

-No- dije algo nerviosa.

-Eso es porque no saben apreciar a la hermosa chica que tienen delante- le miré y sonreí, era muy amable y atento conmigo.

-Eres encantador, pero lo único que haces es alimentar mi ego- dije riendo.

-Tu risa es como música para mis oídos- suspiró- Quizá pienses que estoy loco, o que soy un pervertido o un psicópata, pero me he enamorado de ti. De tu sonrisa, de tus ojos, de la manera tan inocente que tienes de jugar con tu pendiente de la oreja izquierda cuando estas nerviosa, de tus mofletes colorados cuando te digo que eres hermosa, de tu risa con la que alegras hasta al más amargado, de todas las cosas que haces. No me conoces ni desde hace cuatro horas, pero aún así, no puedo aguantar las ganas de hacer esto- entonces, puso sus manos en mi cintura. Pegó su cuerpo al mió y yo rodeé su cuello con mis manos. Me iba a besar ¡Me iba a besar! No lo creo, este chico es perfecto. Dijo tantas buenas palabras de mí. Quizá me este equivocando. Quizá sea una loca. Apenas se su nombre y ya estoy pensando en vivir una vida plena de amor con él. Aún así, correré el riesgo.

Junto sus labios con los míos, eliminando el poco espacio que quedaba entre nosotros. Mi corazón se aceleró. De nuevo, estaba besando sus labios, era todo muy perfecto. Yo aquí, besando a un completo desconocido del que estoy perdidamente enamorada y al parecer, pues él lo está de mí. Las luces, nuestros amigos, la brisa que sacudía mi cabello color bronce, todo había desaparecido. Sólo estábamos él y yo, en aquella terraza, besándonos, y sin ningún muérdago de por medio.

Nos separamos por falta de aire.

-Laura Marano ¿le gustaría tener una cita conmigo?- me preguntó uniendo nuestras frentes.

-Me encantaría Sñ. Lynch- dije y le dí un corto beso en la mejilla.

-Este ha sido el mejor regalo que podía obtener estas navidades- dijo sonriente.

-Pienso igual- dije y nos besamos de nuevo.

Fin....

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Hola!!

VOY A LLORAR. Ame este final, en serio... Hey hoy es 24, feliz navidad a todas, y q Papá Noel (Santa Claus) os traiga muxos muxos regalitos.

Aquí acaba mi primer One Shot ¿q os ha parecido?
No se si quedo demasiado cliché, confuso, largo...
La verdad no se como quedó.
Dejadme la opinión en los comentarios :)

Raura Shippers ♡♡

Mistletoe. |RAURA| (One shot) Especial navidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora