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❝El océano siempre había sido su mayor pasión, enfocado en su trabajo como biólogo marino el inmenso mundo bajo el agua atrapaba sus sentidos deseando saber cada vez más sobre los secretos que el inmenso mar azul oculta.
Sin embargo, quizá Yoon...
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Una cueva humana. Si bien no era la palabra correcta, la idea si lo era. Para JiMin, el apartamento de YoonGi era una cueva.
¿Pero en dónde estaba su manada?
Las sirenas y tritones estaban acostumbrados a vivir en grandes grupos de entre cuarenta y sesenta miembros, todos vivían en una enorme cueva submarina llena de rocas planas en donde pudieran colocar las esponjas marinas que ocupaban a la hora de dormir, y por supuesto dormían todos juntos.
Esto se debía más que nada a un método de supervivencia, si el grupo se mantenía junto, era más fácil atacar en caso de que algún tiburón se acercará, además de que tres cazadores se turnaban para permanecer despiertos vigilando la entrada a la cueva.
JiMin estaba acostumbrado a dormir entre su padre y TaeHyung quien se encargaba todas las noches sin falta de subir su aleta sobre la suya y rodearlo con un brazo.
Por eso ahora que estaba en el hogar del humano, le estaba siendo imposible dormir, se sentía solo y desprotegido, cualquier cosa podría atacarlo mientras estaba dormido sobre todo porque el hombre no estaba cuidando la entrada.
—GiGi.
Hablando suavemente se acercó hasta el inicio de las escaleras y subió con cuidado sintiendo sus piernas temblar ligeramente.
— GiGi.
—Mmh.
YoonGi se removió entre las sábanas y continuo durmiendo.
—Min GiGi.
Con algo de temor, el rubio acercó su mano hasta el rostro del hombre que permanecía dormido sobre la cama y tocó su nariz.
La molesta sensación lo hizo arrugar la nariz y darle un manotazo a lo que fuera que se atrevía a perturbar su sueño, JiMin se asusto en cuanto sintió el suave golpe en su mano, por instinto soltó el característico gruñido de su especie y le mostró sus pequeños colmillos ligeramente más filosos que los de los humanos al hombre dormido.
YoonGi se despertó en cuanto el sonido extraño que hacía el chico raro llegó a sus oídos, se sentó sobre el colchón y de inmediato prendió la luz, pero en cuanto sus ojos enfocaron al chico quiso apagarla nuevamente.
¿¡Por qué rayos estaba desnudo!?
Sintiendo sus mejillas calentarse, desvío la mirada del cuerpo ajeno, no era como si no quisiera ver, porque claramente le iban los chicos pero sentía que estaba violando su privacidad, discretamente sus ojos escanearon el cuerpo del rubio una vez más.
Lindo cabello que parecía ser natural, mejillas esponjosas, nariz pequeña y respingada, unos labios hermosamente carnosos, bajando un poco más estaba un cuello delicado con las clavículas ligeramente marcadas, hombros pequeños abdomen plano con una pancita en en la que apenas se marcaba una fina línea, YoonGi no pudo evitar notar la cintura estrecha y las caderas un poco más anchas para ser hombre, por lo que de inmediato llego a una conclusión.
