✍ ||
❝El océano siempre había sido su mayor pasión, enfocado en su trabajo como biólogo marino el inmenso mundo bajo el agua atrapaba sus sentidos deseando saber cada vez más sobre los secretos que el inmenso mar azul oculta.
Sin embargo, quizá Yoon...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
☾
Iba a terminar calvo de tanto jalar su cabello pero es que simplemente estaba frustrado, el niño rubio lo iba a volver loco.
—Pero GiGi en la...
—No JiMin, entiende. Tu y yo no somos nada ¿de acuerdo? No nos conocemos, te encontré por ahí, me diste lastima y te traje a mi departamento. No se de donde sacaste esa ridícula idea de que somos novios pero estas mal niño.
Después de la repentina confesión por parte de JiMin en la estación de policía ambos habían sido prácticamente echados del lugar, nadie los tomó en serio y fueros tachados de bromistas recibiendo una advertencia.
JiMin era totalmente ajeno al caos lleno de frustración que había en la mente del mayor, la pregunta del oficial había sido justamente la misma que anteriormente habían hecho en la televisión, así que le pareció lo más lógico responder lo mismo que la chica de la TV.
—Estamos, en tu cueva... No, casa.
—Estamos si, pero eso cambia ahora.
YoonGi se acerco al rubio en el sofá y lo tomó del brazo haciendo que se pusiera de pie, con JiMin siguiéndolo entre tropiezos salieron del departamento y caminaron hasta un parque infantil con vista a la playa, a tres cuadras de distancia del departamento de Min.
Una vez ahí empujó a JiMin para que ambos quedarán de frente.
—Ya tuve suficiente de ti, anda vete.
JiMin estaba confundido, el comportamiento humano despertaba su curiosidad pero no lo entendía muy bien, por lo que se dedico a mirar fijamente el rostro del pelinegro.
—¿No me oyes? Vete a casa.
Al ver que el menor ni siquiera se alejaba, hablo nuevamente.
—¿Quieres dinero? Bien.
YoonGi busco entre los bolsillos de su pantalón y su chaqueta hasta sacar un par de billetes y algunas monedas, tomo la pequeña mano de JiMin y le puso el dinero en su mano.
—Ahí tienes, no vuelvas a mi departamento. Vamos vete.
El mayor lo tomo de lo hombros para girarlo y darle algunos empujoncitos obligándole a dar un par de pasos hacia el frente.
Cuando JiMin se dio la vuelta de nuevo, YoonGi ya estaba caminando de prisa al lado contrario alejándose de él, regreso la mirada al dinero en su mano y un puchero se formó en sus labios, eso no era comida.
No entendía muy bien que se suponía que debía hacer en ese lugar, camino hasta sentarse en una banca y comenzó a mover sus pies descalzos de un lado a otro, habían salido tan rápido del lugar que no había tenido de tiempo de ponerse esas cosas que llamaban zapatos.
