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❝El océano siempre había sido su mayor pasión, enfocado en su trabajo como biólogo marino el inmenso mundo bajo el agua atrapaba sus sentidos deseando saber cada vez más sobre los secretos que el inmenso mar azul oculta.
Sin embargo, quizá Yoon...
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Era como un león enjaulado.
YoonGi no podía encontrar otra situación que fuese lo más similar posible, JiMin daba vueltas por el departamento como si fuese un pequeño león con rizos esperando el momento en el que la puerta fuese abierta para escapar.
Lamentablemente para JiMin, el mayor se negaba a la idea de dejarlo ir, se había acostumbrado tanto a la presencia del rubio que la sola idea de llegar y encontrar vacío el departamento le estrujaba el corazón.
—JiMin...
Silencio, el rubio simplemente se movió por la sala hasta llegar al sofá y enrollarse con las sábanas dándole la espalda. Cada vez que lo hablaba prefería enfocar su atención en cualquier otra cosa antes que dirigirle siquiera una vaga mirada.
—Oye bichito, te estoy hablando, la cena esta lista.
De nuevo silencio, YoonGi odiaba el silencio.
—Es filete de salmón, tu favorito.
Nada, ni una sola palabra, solamente la pequeña nariz respingada de JiMin moviéndose para captar el aroma a pescado, YoonGi casi juraba haber visto sus pupilas expandirse al captar el olor de los mariscos. Pero ni eso logró hacer que JiMin abandonará su posición de ovillo enfadado en el sofá.
—De acuerdo, si así lo quieres entonces me comeré todo yo solo.
El silencio fue roto por un pequeño gruñido y YoonGi se sintió bastante ofendido aunque aún no tuviese idea e que quería decir aquel sonido en particular.
—¡¿Estás gruñendome?! ¿Eres una especie de animal o algo así? Cielos JiMin estoy tratando de ser razonable, ya te dije que es peligroso.
Tenía exactamente cuatro días en la misma situación y ya no sabía que hacer para remediarlo, JiMin era tan necio.
Todo había comenzado el día siguiente de que el rubio le pidiera ir a la playa y el se negará, por la mañana no hubo nada fuera de lo común pero en cuanto se le escapo el comentario de que iría a bucear y por supuesto una vez hubo aclarado lo que era, JiMin se había convertido en un mocoso malcriado pidiendo por ir con él.
Por supuesto y haciéndole caso a su lado razonable, Min se había negado y todo había conducido a ese momento trágico.
JiMin le estaba aplicando la famosa ley de hielo y YoonGi jamás creyó que fuese a sentirse tan herido al respecto.
La pequeña no tan pequeña discusión que había tenido con JiMin le mantenía la cabeza llena de dudas, al punto en que ya ni siquiera había vuelto a ir al mar y tenía a su investigación en segundo plano, solo cumpliendo con los informes básicos que su jefe le pedía.
