Después de mucho tiempo estando juntos, el muchacho mamadisimo de 1.60 comenzó a comportarse diferente, pues empezó a faltar a clases bastante seguido, cosa que no sorprendía a nadie, pues el faltaba mucho a clases, pero esta vez era diferente, porque faltaba un día y faltaba dos o tres, hasta una semana completa, y cuando regresaba pasaba mucho con osorto, hasta el punto de querer llevárselo al bosquecito durante el recreo y después devolvérselo a Reno, cosa que no era extraña ni mucho menos, pues todos ya sabían que a la papa le gustaba osorto, solo disimulaba porque les causaba gracia ver los intentos de la papa por acercarse a osorto sin aparentar lo obvio, pero en un momento daniel (un joven igual de mamado) se le acerco para preguntarle si lo que ya sabían era cierto.
-Que onditas, papa - dice mientras se le acerca por la espalda dándole un rico zape.
-Pendejo! Eso dolió cabrón! - exclamó el tubérculo.
-Perdon we, pero igual no me importa, no vine a comprobar lo sensible que sos, pussy - dijo intentado aguantar la risa.
-Entonces que querés? - dijo nervioso mientras miraba hacia el suelo.
-Es que por ahí se está corriendo el rumor de que te atrae sexualmente osorto, es cierto? O solo lo cuentan los normies? - dijo sin poder aguantar la risa.
-Como les vas a creer, si de seguro te lo dijeron los que prefieren el fútbol antes que a su jefecita santa, además ¡NO SOY PUTO! - dijo aún más nervioso.
-Aaaaah, es cierto va, sori, sori, pero si me estás mientiendo en mi cara entonces mejor tomá esto - le dice mientras le da un papel arrugado.
Después de esta conversación daniel se fue lentamente corriendo hacia donde estaban reno y soto. Depues de estar aproximadamente dos minutos mirando el papel como estúpido, la papa se decidió a abrirlo, y por esto le costó mucho el no gritar, le había dado el número de teléfono de osorto.
Después de llegar a su casa lo primero que hizo fue sacar su celular para hablarle a su amor platónico.
-Hola, osorto?