Cap 9

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—Alfin llegas, ese es el pendejo que quiero que revivas - dijo Vektor con una sonrisa en su rostro y con el puño cerrado mientras señalaba a la papa y miraba a osorto.
—Enserio me llamaste solo para que despierte a uno de tus pendejos amigos? - dijo sin piedad en sus ojos el hermano de Vektor, quien siguió estas palabras con la siguiente frase. - Ah, no, es cierto, ni siquiera podes tener a unos pendejos por amigos.
Vektor prefirió aguantarse las ganas que sintió de encajarle un puñetazo en la mandíbula a su hermano, porque sabía que el era la única fuente de ingresos que tiene actualmente, y que era mejor que se sienta de cierta forma superior y que siga dándole dinero para poder comer.

20 minutos después

El hermano de Vektor apareció después de 20 minutos que a osorto le parecieron eternos, no sabía que le podia llegar a hacer ese cabrón a la papa cuando nadie lo estuviese viendo, por lo que consiguió a ver en poco tiempo, puede que el hermano sea hasta peor que Vektor, pero habían ciertas cosas que le hacían dudar de eso, por como se comportó Vektor ante su hermano, y como se quedó firme mientras si hermano se burlaba de el,a realidad es que osorto no dejaba de pensar en lo que había pasado en el cuarto de Vektor, pero no quería seguir pensando en ello, pero por más que intentaba olvidarlo, más lo recordaba, terminó dejando que su cerebro lo elimine en algún momento, ya cuando el hermano de Vektor había salido del cuarto y se había ido para su trabajo, a osorto le pareció raro que no saliese la papa, se preocupó y fue rápidamente al cuarto, ya estaba incluso imaginándose lo peor, pero afortunadamente para el, la papa estaba sentado en la cama completamente despierto, aún tenía la mirada medio nublada y le dolía el cuerpo, pero eso era algo lógico que iba a pasar.
Una vez ya habían de irse, la papa se dirigió por última vez a Vektor.
—Gracias por haber llamado a tu hermano, te debo el favor para cuando te querrás ir a violar cadáveres u algo - dijo sarcásticamente la papa.
Después de que la papa hubiese dicho eso, Vektor y osorto siguieron con la risa, pero Vektor paro en seco de reír.
—No, tranqui, si el favor ya fue pagado - dijo Vektor mientras miraba a osorto con una sonrisa.
Osorto mira al suelo y agarra del brazo a la papa.
—Vaya pues, adiós, gracias por salvar a este pendejo,que ya mucha mierda tiene que haber con que no lleguemos para que se muera.
Después de eso, la papa y osorto salieron de la casa de Vektor, durante el camino estaban bastante silenciosos, hasta que osorto distrayendo su mirada con el parque en el que se habían visto la noche anterior, le dijo a la papa.
—Gracias por haberme ayudado ayer, probablemente ya me hubiese muerto de no ser por eso.
—No si al que le tengo que agradecer es a vos, si de no ser porque pusiste pecho como si no fueses puto, me hubiesen agarrado de sacó de boxeo, o peor - dijo entre risas la papa - me hubiesen agarrado de su puta.
—Bien que te hubiese gustado, ¿Verdad?
—Que querés que te diga - dijo mirando al suelo la papa - es que uno de ellos si estaba bien guapo.
Después de que la papa hubiese dicho eso, se rieron durante un buen tiempo, a la papa le hubiese encantado que ese momento hubiera durado para siempre, pero lastimosamente, todo lo bueno tiene un final, y en el momento en el que se despidieron ellos dos en la puerta de la casa de osorto, fue cuando la papa se dió cuenta, de que iba a volver a una vida bastante simple y monótona, era sábado, y aún le quedaba un día y medio para volver a ver a osorto, pero una cosa le quedaba clara, ese lunes iba a ser muy diferente a los demás.

En el lunes.

Dicho y hecho, ese lunes si comenzó bastante diferente a los usuales, lo primero que pudo notar la papa, es que no habían llegado aún, ni René, ni Gerardo, normalmente ellos dos siempre estaban antes que el, así que ese suceso le sorprendió más de lo que le hubiese hecho en una situación normal. Decidió ir a preguntarle soto, ya que no alcanzaba a ver a osorto ni a daniel.
—Hey, soto, mirá, ¿Vos sabés donde estan René y Gerardo? - le preguntó nomás verlo.
—¿Y que no sabes? ¿No utilizas WhatsApp o que? - dijo soto ante la pregunta del tubérculo.
—Wey, vos sabés que apenas tengo a osorto, daniel y a vos, no estoy en el chat grupal ni nada.
—Aaah, es cierto va, a pues te  cuento en tres minutos o menos.
—Vaya pues, que ya van a tocar el timbre.
—Ok, René y Gerardo se fueron a otro país no se porqué, fin. Tampoco tenía mucho misterio.
—Ah bueno, es una historia muy trágica, me emocioné y todo.
—Si va, el que lo escribió de seguro tiene a sus papás separados.
Después de esa plática, soto y la papa se pusieron a caminar al rededor del colegio, aún faltaban 20 minutos para que tocara el timbre, así que podían pasear y hablar un rato, también estaban buscando a osorto y a daniel, que no los habían visto, sabían que estaba ahí, porque estaban sus mochilas, pero no estaban ellos.
—Soto, ¿Me podés ayudar con algo?
—¿Con qué querés que te ayude? ¿Se te olvidó como hackear el club penguin?
—No, no es por eso, aunque también, hay me ayudas con eso otro día.
—Ok pues, y con que queres que te ayude hoy y no en otro momento.
—Es que, ¿Te puedo confesar algo? - preguntó nerviosamente la papa, no estaba seguro de confesarselo o no, soto sabía que era alguien en quien podía confiar, y que conoce a osorto por las tiempo que el.
—Si, si dale.
—Es que, pues, a mí... Me gusta, un poquito solo, osorto - dijo la papa agarrando todo el valor posible.
—Ah, ok.
Esto sorprendió a la papa, esperaba que soto le hiciera alguna pregunta, pero le creyó a la primera sin sorprenderse ni nada
—¿Por qué no te sorprendiste?
—No sé, era algo bastante obvio, por como r comportabas cuando estaba y cuando no estaba osorto, ya teníamos en mente de que solo faltaba que vos lo confirmarás para ya no tener ni una duda.
—Ah, bueno, ok, te lo digo porque, yo sé que conoces a osorto unos dos años más que yo, y yo lo conocí desde que ya era como es ahora, pero, ¿Como crees vos qué puedo hacer que se fije en mí?
Luego de que la papa dijese eso estuvieron unos dos minutos en silencio, soto se veía pensativo, la papa supuso que estaba pensando alguna forma de ayudarle, por lo que no dijo nada, esperó a que soto hablase primero.
—No se me ocurre nada.
La papa se quedó atónito, pensó que soto iba a darle una respuesta a su pregunta, pero la respuesta que le dio solo generó más dudas, no entia cómo era que alguien que conocía bastante más a osorto no podía ayudarle.
—Pero, creo que hay probabilidades de que también le gustes a osorto.

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