[~I ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ~] «Gᴏʟᴅᴏʟᴅ» [Pᴀᴜsᴀᴅᴀ]

Capítulo 16

Narra Golden [al fin :v]

Escuchaba la incesante alarma de mi celular sonar. Aquel pitido intenso era como una taladradora en mi cabeza, lo cual me molestaba. Abrí de una vez mis ojos con pesadez y cansancio para estirar mi brazo hacia aquel objeto y descartar la alarma.

Me senté en la cama para así estirar mis brazos y soltar un bostezo, mi vista se posó en la ventana que había al costado notando en el cielo el hermoso crepúsculo que se encontraba. Y ahí me quedé por unos minutos, viendo como el resplandeciente y brillante sol salía de detrás de la ciudad e iluminaba todo a su paso. Frote mis ojos tratando de alejar el sueño y las ganas de volver a acostarme a dormir para así levantarme de la suave y mullida cama.

Me acerqué al armario, sacando la ropa que utilizaría hoy y una toalla. Cuando tomé todo volteé un momento, mirando a la cama, notando que Gold no se encontraba. Me encogí levemente de hombros para salir de la habitación y entrar al baño, tocando antes la puerta, claro está.

Empecé a llenar la bañera con agua caliente mientras que, dejando llenar la bañera, me desnudaba. Cerré la llave o grifo, como quieran, para introducir mi cuerpo con suavidad en el agua. Un escalofrío recorrió toda mi columna vertebral, haciendo que me estremeciera por aquello. Suspire y cerré mis ojos para relajarme un poco.

Narrador Omnisciente

Golden suspiraba de vez en cuando, el silencio en aquellas cuatro paredes era tan reconfortante y relajante que le permitía pensar a gusto en cierta persona.

El rubio cenizo soltó un gran y frustrado suspiro para así, ya una vez bañado, agarrar la toalla y empezar a secarse, una vez salió de la bañera claro. Al estar completamente seco y vestido, salió del baño con la toalla alrededor de sus hombros, evitando que las gotas que caían de las puntas de su cabello mojaran el traje que portaba.

Bajó a la sala, encontrándose con el desaparecido de Gold, el cual estaba de espaldas cocinando -o intentar hacerlo jsjs-. Golden sonrió leve y se acercó sin hacer ruido, colocándose de espaldas al casi albino. Como el contrario estaba totalmente concentrado en lo que hacía, pues no notó la presencia del contrario.

Golden aprovechó aquello y, jugándole una "inofensiva" broma, su dedo índice tocó la espalda del mayor, haciendo que pegara un pequeño brinco y soltara un grito demasiado varonil -huele el sarcasmo en el aire :v-. Golden solo se echó a reír como retrasado.

—Serás maldito..—se quejó el de orbes platas. Frunciendo su ceño y apagando el fuego.

El menor no respondió, solo siguió riéndose hasta que se calmo y empezó a recuperar el aire perdido.

—Hubieras visto tu cara y escuchado aquel grito de niñita, ¡jaja!. —dijo burlesco el rubio.

—Calla enano mocoso. Yo aquí, como buen hermano que soy, haciendo un rico desayuno para ti y tú, en vez de agradecer, me asustas. No vuelvo a cocinar y menos para ti, maldito pendejo. —se quejó el casi albino, apartándose del menor y dirigirse al lavabo. Abrió el grifo mientras comenzaba a lavar sus manos.

El menor solo soltó una pequeña y tierna risita, para así acercarse al casi albino y colocarse detrás del mismo. Con sus suaves y delicados brazos abrazó al más alto. El contrario dio un pequeño respingo ante aquello, sonrojándose levemente.

—Perdón, copo. —murmuró suavemente, teniendo sus mejillas totalmente rojas por aquella incondicional acción. Gold, al escuchar aquel apodo que le puso su hermano cuando pequeño, sonrió. Cerró el grifo y se quedó un poco más en esa posición.

—Ya, no pasa nada, estrella. Sólo que no me vuelvas a asustar así,, y menos cuando trato de no provocar un incendio en la casa. —aclaró Gold, algo burlesco y volteando hasta quedar frente a su hermano y corresponder aquel suave y dulce abrazo.

—No prometo nada. —dijo igual de burlón.

—Te advierto, como lo vuelvas a hacer o..

—¿Qué harás? —preguntó retando e interrumpiendo al contrario.

Gold no dijo nada, solo sonrió malicioso y, separándose rápidamente del abrazo, cargó al rubio como costal de papas, sujetándolo firmemente de la cintura. Salió de la cocina para que, al estar en la sala de estar, dar vueltas como loco con su hermano encima suyo. Las risas no tardaron en aparecer por parte del más bajo y Gold también reía por la contagiosa risa del oji-gris. Minutos después dejó de dar vueltas y bajó cuidadosamente a un mareado Golden.

El rubio sujetaba su cabeza con ambas manos, riendo aún leve. Iba a dar un paso pero terminó siendo sujetado por el contrario, el cuál lo agarró antes de que cayera al suelo, abrazándolo en la acción.

—¡Epa! Casi te caes, jaja. —Dijo soltando una leve risa.

—¡Ugh! No te vuelvo a asustar, lo tienes por hecho. —dijo para reír a la par de Gold.

—Eso es lo que quería oír. —bromeó el casi albino, para acariciar los cabellos del menor. —Bueno, iré un momento al baño, si quieres ve desayunando.

Dicho esto, Gold se separó de aquel cálido abrazo y subió a la otra planta, dirigiéndose al baño. Golden, por su parte, sonrió dulcemente, sintiendo como sus mejillas se calentaban un poco.

Confirmado, está enamorado de Gold..

Continuará...

[Maratón 2/3]
[884 palabras]

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Ok ok. Esto me quedó horrenda y malditamente cursi y levemente graciosa pero bueh~ no pude hacer nada mejor :v. Espero que os haya gustado si es así dale a la estrellita, comenta, suscribete a mi cuenta y comparte mi historia. Y si no es así... Hagan lo mismo que mencioné anteriormente jsjsj. Sate sate sate~, nos leemos en la próxima, bye bye~