La recién postulada pareja se encaminaban al departamento, con una boba sonrisa en los labios de ambos, estando más que felices, no, más bien llenos de gozo. Sus manos estaban secretamente entrelazadas y caminaban lentos pero a la par, disfrutando de la noche y las calles casi desiertas de París sino fuera por una que otra persona o los automóviles que pasaban por la carretera.
Faltaba poco para que llegaran, por lo que Gold fue sacando las llaves de su bolsillo con la mano que tenía libre, Golden notó desde una cuadra la casa en la que se hospedaban, por lo que junto a su hermano aceleró el caminar. El casi albino abrió la puerta y dejó que Golden pasara primero, en un tipo de acto de caballerosidad, para así pasar luego que él y cerrar la puerta tras de sí.
—Gold, ven. —murmuró apenas perceptible el rubio, haciendo una pequeña seña, el contrario acató aquello.
—¿Qué sucede, Golden? —preguntó con suavidad, sonriendo tenue.
—E-emm... G-gracias, gracias por regalarme el mejor momento de mi vida.. —dijo, sintió como su cintura era atrapada por los brazos de Gold, por lo que pasó sus brazos por el cuello del mismo.
—Las gracias debería dártelas yo a ti, por aceptar ser, lo que oficialmente se dice, pareja. —dice con voz suave y ronca, acercándose al rubio y así dejar un pequeño pero amoroso beso en los labios ajenos. Al separarse pudo presenciar lo más tierno que ha visto su vida, el rostro de Golden totalmente sonrojado mientras que el mismo hacía un tierno puchero, el oji-plata no pudo evitar soltar una pequeña risa.
—¡N-no te rías! —exclamó avergonzado el rubio, a lo que el mayor solamente asintió y se sentó en el sofá, teniendo a Golden sobre sus piernas sin llegar a ponerlo de forma provocativa, sólo era una posición cómoda para poder darse mimos entre sí.
—Perdón, perdón. No puedo evitar reír ante esas reacciones tan tiernas que haces. —susurró el mayor, tomando las mejillas de Golden y empezar a jugar con ellas, estirando y separando las mismas con suavidad. —En serio, eres una ternura. —murmuró con suavidad, dejando un beso en la frente del menor.
—Ya, Bold... —musitó con dificultad, pues aún el contrario sostenía sus mejillas. Cerró uno de sus ojos y al ya no sentir sus mejillas siendo separadas de aquella manera suspiró leve. —Gracias —mencionó rodando sus ojos con gracia, para así besar la nariz de su novio.
—No hay porqué.. —devolvió, sonriendo tenue mientras acariciaba la cintura ajena.
Ambos se quedaron así, sin decir nada, viéndose a los ojos con cierto brillo en ellos, Golden volvió a llevar sus brazos al cuello del casi albino, enrollándolos en el mismo, para irse acercando de forma lenta y sutil, como queriendo jugar con la paciencia se Gold, lo cuál hacía perfectamente. Sus respiraciones se mezclaban y sus labios empezaban a rozarse, por lo cuál, antes de besar al casi albino, mordió el labio inferior del mismo, haciendo que éste soltara un grave gruñido, ¿quién era él y que hizo con su hermano?, porque no sabía que Golden era así de atrevido. Ante aquello sonrió internamente, cuando el menor finalmente soltó su labio, lo besó con furor, pasión y a la vez amor; sintiendo como el contrario correspondía gustoso mientras enredaba sus dedos en los cabellos del mismo. Gold lamió el labio inferior de Golden, pidiendo acceso a que su lengua entrara en aquella boquita tan deliciosa, por otro lado, el rubio cenizo abrió un poco más su boca, dejando que sus lenguas se encontrasen y enredaran entre sí con lujuria.
Separaron levemente sus labios, pero no sus lenguas, las cuales se movían juguetonas y lujuriosas, sintiendo como la saliva comenzaba a descender de las barbillas de ambos, pero aún así siguieron con aquel lujurioso beso. Las manos del oji-plata bajaron hacia los glúteos contrarios, comenzando a manosear a su gusto los mismos. Nuevamente sus bocas se unieron, comenzando a mover sus labios en una danza que, al parecer, ambos crearon con deseo. La necesidad de respirar era necesaria en esos momentos, por lo que se separaron del beso, manteniendo sus bocas unidas por un, algo grueso, hilo de saliva. Sus agitadas respiraciones más las mejillas sonrojadas de ambos solamente aclaraban una cosa. Se deseaban, se necesitaban, necesitaban entregarse el uno al otro en un acto tan lujurioso como puro como lo que se le llama coito o en el lenguaje de ellos, hacer el amor. Todo lo de ellos era con amor, ternura y cariño, pero la lujuria también se apoderaba de sus cuerpos, haciéndolos sudar repentinamente sin haber calor en el ambiente.
—Golden, ¿tu quieres? —preguntó entre jadeos el casi albino, no quería obligarlo a nada. Quería que aquel momento disfrutaran los dos.
—¿Tú quieres, Gold? —contraatacó el rubio cenizo, a lo que Gold simplemente sonrió.
—Sólo si tú quieres, no te obligaré a nada, amor mío. —susurró con dulzura, a lo que Golden simplemente asintió.
Gold se levantó del sofá con su pareja aún en brazos para ir caminando con lentitud hacia el cuarto, no había prisa, si total. La noche es joven y ellos, quieren disfrutarla.
Continuará...
[866 palabras]
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Bien, en el próximo capítulo lemon del hard, del zhukulento, del bueno 7u7. Aunque no creo que me quede bien, pero bueno, ¡haré mi mayor esfuerzo!. ¿Qué les pareció éste capítulo? ¡Voten y comenten coño! ¡Quiero saber si les gusta esta kk de historia! ¿¡Ok?! ¡Ok! ¡Vamos, vamos, vamos, vamos, vamos, vamos, vamos, vamos!
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[~I ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ~] «Gᴏʟᴅᴏʟᴅ» [Pᴀᴜsᴀᴅᴀ]
FanfictionEntra y descubre-lo :v ×Aclaraciones× -GoldxGolden -lemon osi osi xd (creo xd) -Historia 100% mía -Capítulos medianamente cortos -No copias ni adaptaciones de ésta. -Actualizaciones algo (muy) lentas, según mi inspiración y los megas x'd Comienzo: 9...