Detective Jung HoSeok - Vhope

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Bien, TaeHyung tenía una excelente condición física, por Dios, practicaba fútbol y era de los mejores en el área de la preparatoria, por supuesto que correr no lo cansaría tan rápido.
Pero con HoSeok era distinto, él no gustaba de los deportes y ahora mismo parecía que se desmayaria después de correr por tan solo quince minutos.

Ninguno del grupo lo pensó mucho después de escuchar a la policía afuera, salieron por las ventanas que se encontraban atrás y comenzaron a correr por distintos caminos, huyendo.
Y bueno no culpen a TaeHyung por tomar la mano de HoSeok y llevarlo con él, el pelirrojo no se perdonaría si dejara al más bajo a su suerte sabiendo que JungKook solo estaría dispuesto a salvar a NamJoon y los demás, bueno, se dedicarían a salvarse ellos mismos.

—Por Dios, HoSeok.—Mencionó TaeHyung sin parar de correr mientras llevaba al mencionado casi arrastrando tras él.—Apresurate.

—Yo... Agh... Espera, ya-ya me...—Soltó un suspiro.—Ya-ya no puedo...—Dijo entre jadeos.—Es sufi-ciente.

TaeHyung dejó salir una pequeña carcajada pero decidió detenerse justo en el parque de la ciudad. No había nadie, simplemente ellos dos debajo de una lámpara mientras HoSeok se sentaba en el suelo para tratar de recuperarse. Mientras tanto, el pelirrojo estaba atento a cualquier sonido de sirenas o algo más peligroso para ellos.

—Tengo sed.—Habló HoSeok, su voz se escuchaba agitada.

TaeHyung comenzó a mirar a los alrededores hasta que logró captar una máquina expendedora de bebidas.—Te traeré algo, quédate aquí.

HoSeok simplemente asintió y siguió echando aire con sus manos a su rostro rojizo.

El pelirrojo volvió después de unos minutos, HoSeok ya se encontraba más calmado y su rostro volvió a la normalidad, extendió la lata de bebida energética y el más bajo la aceptó gustoso abriéndola inmediatamente y beberla. Sin duda estaba sediento.

—Eso fue extremo.—Mencionó HoSeok sonriendo mientras dejaba la lata a un lado.

—Sí... Y he descubierto que, a pesar de que estés en natación, tu condición física es un asco.—TaeHyung dijo en tono burlón.

HoSeok frunció el ceño.—No es tan malo.

—Seguramente los demás ya están en el Instituto y tú decidiste parar aquí porque te cansaste. Tu condición es pésima.

HoSeok hizo un puchero y extendió su mano hacia el pelirrojo, este la tomó y le ayudo a levantarse del suelo.

—¿Ahora qué?—Preguntó TaeHyung.

—Podemos ir a casa de mi hermana JiWoo. Ella nos dejará quedarnos hasta mañana, no está lejos. Vamos.

Y así, ambos caminaron hacia la casa de la hermana mayor de HoSeok. TaeHyung tenía sus manos en sus bolsillos y miraba de reojo al castaño que evitaba pisar las franjas en el piso, se rio levemente pero comenzó a seguir el juego del más bajo haciéndolo sonreír.

Después de una larga caminata, estaban frente a un portón café en una grande casa. HoSeok tocó el timbre y esperó mientras tanto TaeHyung miraba la hora en su celular. Dos de la mañana. Tendría práctica ese día temprano, debía dormir de inmediato en cuanto consiguiera una superficie acolchonada.

—¿Qué demonios haces aquí tan tarde, Jung HoSeok?—Habló una voz femenina desde el aparato a un lado de la puerta.

—Hey, JiWoo, necesitamos asilo por esta noche.

Después de un momento de silencio, la puerta se abrió dejando ver a...

—¡¿Profesor Min?!—Mencionó TaeHyung impactado al observar al hombre con su pijama y pelo desarreglado junto a unos ojos adormecidos.