𝐨𝐜𝐡𝐨

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Con Valen acordamos para tener nuestra primera cita. Estoy demasiado entusiasmado. Aunque es una mezcla de emociones más que nada.

Miedo; A que Valentín me deje plantado.
Nervios; Porque es nuestra primera cita de "no amigos".
Felicidad; Porque es con Valen. La persona que en verdad amo.
Y entre otras. En conclusión, tengo mariposas en el estómago.

Las cuales quisiera vomitar ya.

•~

Llegué al punto de encuentro.

Era un parque muy espacioso, y había abundante naturaleza. Por suerte, no habían tantas personas. El sitio perfecto.

Levanté mi mano casi a la altura de mi mandíbula para ver la hora.

15:30.

Y nuestra cita es a las 16. ¿Así, o más temprano Manuel?

Me arreglé tanto para tener que esperar 30 minutos.

Aunque mi molestia duró poco. A lo lejos vi a Oliva caminando a pasó tranquilo con un ramo de flores, y al parecer una caja en forma de corazón.

Ay.

Me escondí detrás de un árbol para que no me viese. Cuando llegó hacia donde yo estaba hace un momento, se fijó al parecer en el horario.

¿Esto es joda? Dios, Valentín. Faltan 20 minutos para el encuentro. Ahora voy a tener que fumarme este sol de mierda. La puta madre.

Intentaba no reírme. En nuestros antiguos encuentros no decía groserías, tal vez para que yo no pensara que es un atrevido o algo por el estilo.

Sigilosamente fui detrás de él, para después abrazarlo por los hombros y saltar en su espalda.

Al principio intentó tirarme hacia adelante. Pero de la nada me soltó y me abrazó fuertemente. Correspondí su abrazo gustoso.

¿Hace cuánto estás aquí? ¿Te hice esperar demasiado? Espero que no. ¿¡Por qué me asustaste así!?. Casi ni le entendía por el fuerte agarre que me daba cada vez que formulada una oración.

Hey, tranquilo. Solté una risa para proseguir. Literalmente llegué sólo dos minutos antes que tú. Y fue sólo una broma, tranqui.

Al parecer ya se había relajado, sus gestos lo delatan.

Okey. ¿Nos sentamos?.

Asentí con una sonrisa. La verdad yo demostraba estar tranquilo, pero estaba que moría de nervios.

Luego de una hermosa tarde, el sol empezó a esconderse. Dejando ver sus hermosos colores, naranja combinado con amarillo, asomarse por las lejanas montañas.

Sentía la mirada penetrante de Valentín, no quería verlo. Sentía demasiada vergüenza.

Agarró mi mano. Tímido.

Levanté lentamente mi cara hasta conectar nuestras miradas. Oliva me miraba con un leve color carmesí en sus mejillas.

Por mi parte, sentía mi cara arder. Más aún cuando su agarre se hizo firme y me dedicó una mirada confiada.

Manuel... El objetivo de está cita, era porque quería decirte algo. ¿Cierto?. Asentí levemente sin despegar nuestras miradas. Bueno... Ese algo, eran mis sentimientos. Yo quiero que sepas lo enamorado que me tienes, Manuel. Desde la segunda vez que te subiste a ese colectivo, toda mi atención fue hacia tu persona. Hacia tu hermosa persona. Lograste obtener mi corazón de una manera impresionante, Vainstein. Me tienes como quieres, y quiero que te des cuenta. Quiero que te des cuenta de todos los hermosos sentimientos que me causas con tan sólo dedicarme una de tus hermosas miradas y sonrisas. Te amo, Manuel. Y me gustaría protegerte de todos, ser la persona que te ayude en tus peores momentos, ser la persona que llegues a amar. Tanto como te amo yo.
Así que, ¿Qué dices? ¿Aceptas ser la persona que presuma tener todo el amor de Valentín Oliva?.

Para ese entonces, yo estaba hecho un mar de lágrimas.

Sí, Valentín. Sí, sí quiero. Te amo demasiado.

Oliva también empezó a soltar unas lágrimas, ambos nos dimos un hermoso y fuerte abrazo. Para luego mirarnos fijo. Su mirada era hermosa. Sentía expresarlo en esos hermosos ojos cielo.

Me animé a dar el segundo paso, besarlo.

Nuestros labios encajaban perfectamente, estaban hechos el uno para el otro. Al igual que todo nuestro ser.

Te amo demasiado, Manuel Vainstein.

Habló Valentín con su hermosa sonrisa, para luego volvernos a besar.

𝐿𝐼𝑁𝐸𝐴 106 // 𝘞𝘰𝘴𝘱𝘭𝘪𝘬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora