Tentaciones.

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Lord Voldemort no era alguien que se mostraba nervioso, nunca. No tenía miedos y nada lograba acobardarlo. Los denominados "tics" nerviosos que todos tenían, a veces muy obvios y otros casi invisibles, le eran extraños al Señor Oscuro.

Ni el peor de los gritos ni el más doloroso de los lamentos lo movía mínimamente, y a veces hasta ignoraba sus propios deseos para llegar a más, porque un Señor Oscuro que de deja llevar por los deseos y no por la razón no merece llamarse Señor Oscuro.

Así que sí, Voldemort estaba orgulloso de decir que era un trozo gigantesco de acero.

Hasta que veía a su chico.

Su pierna saltaba levemente mientras tomaba un sorbo de su vino, viendo la espalda desnuda y húmeda por la ducha del adolescente a pocos metros de él. No era una figura femenina, para nada, pero estaba completamente fascinado con las curvas en la cintura y luego cómo estaba en ese momento resaltando el trasero en esos mojados pantalones cortos. Si había algo que sí lo había sorprendido la primera vez que lo vio, fue que su chico no tenía nada de vello corporal, por lo que su piel siempre lucía suave, y jodidamente exquisita para él.

Se pasó la punta de la lengua por los labios, saboreando el caro vino en ellos mientras su chico se inclinaba para colocarse los pantalones; sus ojos brillaron ante la vista de su chico tan confiado de él, dándole la espalda y aún así actuando como si su propia perdición no estaba detrás suyo. Posiblemente, eso era lo más excitante para Voldemort. Su chico confiaba tanto en él, como nadie nunca lo hizo antes, tan inocentemente (a veces no tanto), que quería corromperlo. Quería tenerlo debajo suyo, gimiendo, llorando, suplicando, gritando de placer.

Voldemort quería hacerlo suyo.

Harry se dió la vuelta y le sonrió mientras se acercaba a él. Su pecho desnudo brillaba levemente bajo la suave luz de las velas de la habitación y sus pezones estaban duros debido al frío. Harry se sentó sobre su regazo y Voldemort movió la copa con gracia para evitar que se interpusiera entre los dos. Su chico lo besó en la mandíbula, viéndolo directamente a los ojos.

—¿Algo que te guste, cariño?

Voldemort inclinó levemente la cabeza hacia un costado y colocó su mano libre sobre el pecho de su chico, haciendo que él se mordiera el labio mientras mantenía fija su mirada. Voldemort acarició lentamente el pezón con su pulgar, viendo la cara de placer que su chico estaba poniendo.

—¿Tan necesitado, precioso?

—Por favor— Harry gimió bajo, apartando la mirada y colocando su rostro en el cuello del mayor, bajando su mano hasta la cinturilla de su pantalón, aunque no lo abrió.

Voldemort no se lo permitía. Su chico aún no era mayor de edad.

—Es hora de dormir, chico lindo— Voldemort besó el cuello de su chico con una sonrisa maliciosa, haciendo que éste gimiera de disgusto, aún sin levantarse. Voldemort le restó importancia y con magia levitó la copa hacia la mesa para luego levantarse, cargando a su chico con él. El miembro semi-erecto de Harry se presionó contra su cintura y el chico se restregó contra él sin vergüenza, logrando que Voldemort se mordiera el labio para evitar maldecirlo, en especial cuando su propio pene dolía dentro de sus pantalones.

Cuando llegó a la gran cama, soltó a su chico sin mucho cuidado y lo miró desde arriba con una pequeña sonrisa engreída, que su pequeño tejón respondió mientras comenzaba a tocarse por sobre sus pantalones, abriendo sus piernas y mirándolo con lujuria.

—Sé que lo quieres también, amor— susurró su chico, y Voldemort se inclinó sobre él hasta quedar frente a frente—. Por favor— lloró con impaciencia, y Voldemort lo atrajo en un beso profundo. Harry gimió en su boca mientras su mano se movía con rapidez y gruñó cuando Voldemort se alejó.

—En unos meses, precioso— Voldemort le dirigió una última mirada a la hermosa figura sobre su cama antes de dirigirse hacia la puerta de la habitación—. En unos meses, serás completamente mío.

Voldemort salió de la habitación, escuchando la respiración agitada de su chico y con un problema en sus pantalones.

Lord Amor [Harrymort]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora