Angel On Ice 《NAMMIN》

Capítulo ONCE

-¡Pero sigue llamando!-.

-¡No contesta! Joder-.

-Seokjin... ¿Puedes ser su reemplazo?-.

-¿Bromeas? Jimin no tiene reemplazo, mi amigo, seguiré llamando-.

-Aún faltan 3 horas para la clausura, debe estar en camino-.

-Bien, ve a prepararte, me encargaré de llamarle-.

Seokjin vió cómo el peligris se retiraba casi corriendo por los pasillos. Dirigió nuevamente la vista hacia el teléfono de Namjoon, llamando por décima vez a Jimin, pero le seguía mandando al buzón, preocupándolo.

Jamás había visto a su mejor amigo así de loco por alguien, a tal punto en que se preguntaba se algún día él podría tener a ese loco como novio, o al menos tenerlo a su lado para siempre.

Pronto, la llamada en curso pareció haberse contestado, alarmando al mayor.

-Jimin- Llamó, escuchando solo silencio al otro lado se la línea. -Jimin-.

-Se... ¿Seokjin hyung?-.

-Jimin, ¿Dónde estás? La presentación comienza en unas horas-.

Un suspiro se escuchó al otro lado de la llamada, y la voz rota de Jimin se escuchó tambien. -Seokjin hyung... Ve y lucha por él hyung... Ve y declara tu amor por él... Namjoon hyung no merece sufrir... No quiero hacerle sufrir... Toque usted por mi esta noche... Lamento mucho no estar para Nam en este momento... Lo siento mucho, les deseo suerte a ambos y... No dude que le estaré animando desde el hospital... digale a Namjoon que lo amo...-.

El teléfono resbaló estrepitosamente de las manos de Seokjin, cayendo sobre el duro suelo, y cuando lo levantó, Jimin no había vuelto a responder llamada alguna.

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-Namjoon, ya es hora- El pelirrosa le tomó los hombros a su mejor amigo y dió leves apretones en ellos, sintiendo al peligris demasiado tenso. -Él estaría alegre de estar aquí, él te ama, recuerdalo-.

El peligris se quedó con la mente en blanco ante las palabras de su mejor amigo. ¿En verdad Jimin lo amaba? ¿En verdad estaba en el hospital? ¿Que tan sincero había sido el menor en el tiempo que llevaban conociéndose?

-La canción se llama... Awake-

Namjoon giró su cuerpo sobre los patines y Seokjin ya no estaba a su lado, así que no hizo mas que poner los pies sobre el hielo y abrir las cortinas negras que lo ocultaban, sintiendo las luces chocar contra sus ojos, y  miles de miradas centradas en él.

Intentó soltarse, dió un gran giro en el aire y cayó sobre el hielo, dejandose llevar por la melodía, que extrañamente era como si Jimin la estuviese tocando, era suave y te llevaba a la luna de un solo salto, por un minuto creyó que Jimin si había llegado a última hora a la presentación, que lo del hospital era solo era excusa para darle una sorpresa, lo cuál lo animó demasiado, daba incluso varios saltos sobre el aire, hacía varias piruetas sobre el hielo... Hasta que era el momento en que Jimin debía salir de aquellas cortinas negras, así que el mayor dirigió la vista hacia allí.

Las luces se apagaron de golpe, las cortinas se abrieron y unas lámparas alumbraban a Seokjin y a Namjoon, quien estaba en desconcierto, una mirada de tristeza estaba en su rostro hasta que reaccionó y debió continuar con la coreografía.

El pelirrosa se deslizaba lentamente por el hielo mientras tocaba el violín, hacía mucho que no se había atrevido a tocar uno, pero realmente estaba siendo dificil hacerlo mientras estaba en movimiento.

Los espectadores en las tribunas los miraban sorprendidos, totalmente asombrados por lo que estaban viendo, los dos patinadores juntos eran una total obra de arte, la verdad ese si que era una presentación hermosa.

Namjoon dió un último salto y quedó en su posición final junto a Seokjin, quien pasaba el arco por las cuerdas del violín suevamente, creando los últimos segundos de la canción,  quedando en un profundo silencio luego, para que todos en las tribunas comenzaran a gritar, eufóricos, aplaudiendo lo más fuerte que podían.

-¡Así se terminan los Juegos Olímpicos Tokio2020!- Se escuchó en los parlantes, y ambos muchachos salieron de la pista de hielo, no sin antes dar una reverencia.

[...]

-Lo hiciste bien, Nam-.

El mayor le sonrió a Seokjin mientras llevaba el teléfono a sus oidos, escuchando solo silencio al otro lado de la línea.

-¡Aaaaaaaaaaah!- Namjoon alejó el teléfono de sus oidos ante tal grito, soriendo aún más.

-Amor...-.

-¡Lo hiciste bien! Los noticieros no paran de hablar de lo hermoso que fue tu actuación. ¡Dejaste una gran huella en los juegos olímpicos! ¡Amor, hiciste historia!-.

-Jimin ¿Dónde estás...? Necesito verte para completar mi felicidad-.

-Hyung...-.

-Vamos, amor, en que hospital estas... Necesito explicaciones, muchas-.

-Está bien...-.

[...]

-Los dejamos solos... Para que conversen mejor-.

Seokjin tomó la mano de Taehyung, que yacía al lado de Jimin, y se alejaron lentamente hasta salir de la blanca habitación, dejando solos a la pareja.

-Y bien... ¿Tienes algo que decir?- Habló el peligris, sentándose al lado de la cama en donde estaba echado Jimin.

-Hyung...-.

-De nada te sirve ocultarmelo ahora, vamos, que sucede-.

-Yo... Yo de verdad lo amo...- La voz del menor se quebró al instante. -Cuando... Cuando me enteré que me quedaban pocos meses de vida yo...-.

-Espera, ¿A que te refieres?- Preguntó el mayor, sintiendo su corazón detenerse.

-Cuando me enteré que me quedaban pocos meses de vida yo enserio me deprimí demasiado, a tal punto de no querer ir a las competencias... Siendo víctima de los golpes de mamá...- Una lágrima se deslizó por la mejilla derecha del peliazul. -Nisiquiera iba a venir al concurso en Tokio, de no ser por que mamá me durmió para traerme a la fuerza... En realidad... Estos últimos meses fueron una total mierda... Y ¿Sabe algo? Cuando lo conocí... Conocí también el motivo de mis sonrisas... Un motivo para levantarme a diario... Un motivo para tomarme los medicamentos todos los días, aún si sabían horrible...-.

Namjoon, totalmente asustado, solo miraba al menor, sin decir ni una sola palabra, sin mover ni un solo músculo, viendo como las lágrimas de Jimin se deslizaban por sus mejillas, sintiendose tonto por un instante.

El peligris decidió llevar sus frias manos a las mejillas del menor, limpiando las lágrimas que estaban en ellas.

-Entonces... ¿No te queda mucho tiempo?-

El peliazul asintió con la mirada perdida, viendo cómo Namjoon se le acercaba a su rostro y posaba sus labios contra los suyos, dándole un beso... Sintiendo su mundo derrumbarse... Sintiendo su corazón detenerse... Sintiendo una lágrima deslizarse por su mejilla, cayendo en el rostro del menor.

-No quiero perderte...- Habló, sintendo un nudo en la garganta.