Angel On Ice 《NAMMIN》

Capítulo DOCE

-Muy bien... Abre la boca...-.

-No... Hyung, es muy vergonzozo-.

-Solo ábrela, bebé...-.

-Puedo hacerlo solo...-.

-Vamos... Solo hazlo-.

El peliazul abrió la boca muy despacio, viendo cómo Namjoon llevaba a sus labios una cucharada de sopa, la cual no sabía tan bien pero igual debía comerla.

-Gracias al cielo será el último día en el hospital-.

-No hables con la boca llena, amor-.

[...]

-Bien... Vamos a ver...-.

-¡Apresurese hyung! ¡El avión ya va a despegar!-.

-¡No me grites, no se dónde dejé los boletos!-.

-¡Pero los metí en tu bolso!-.

-¡Que no está!- El mayor estuvo a punto de vaciar todo el contenido de su bolso ante a la mirada atónita de la mujer que lo observaba, cuando recordó haber puesto los boletos en los bolsillos de su abrigo, dándose un golpe en la frente. -Acá estan, vamos-.

El peligris tomó las pequeñas manos de su novio, jalándolo, escuchando su risa por todo el camino mientras ingresaban al avión.

-¡Al fin! Creí que ya no llegarían- Habló el pelirrosa, mirando a Namjoon y apuntando al lugar vacío a su lado, viendo cómo el peligris dudaba y tomaba más fuerte las manos del menor, desepcionando a Seokjin.

-Me sentaré a su lado hoy-.

Ambos muchachos caminaron por el pasillo del avión, buscando un lugar en donde puedan sentarse.

-Hyung, aquí está bien- Habló el menor, caminando hacia unos asientos libres, sentándose al lado de la ventanilla.

-Oye quien te dijo que podías ir ahí, ¿Eh?-.

Jimin rió y se abrochó los cinturones, viendo cómo el mayor terminaba de acomodar las maletas y se sentaba de golpe a su lado, abrochandose los cinturones también.

-Vuelo 365 partiendo rumbo a Seúl, Korea. Les deseamos buen viaje-

___^ Angel on Ice 《NamMin》^___

-Mamá me va a matar...-.

-Tu mami, es una tonta-.

-¡Hyung!-.

Ambos chicos comenzaron a reir mientras se sentaban en las rocas, sintiendo la fresca brisa chocar contra sus rostros, el sonido del mar y de las gaviotas era lo único que les acompañaba, mientras que el sol ocultandose era la mejor vista que podían tener.

Ninguno intercambiaba palabra alguna, mas lo único que los mantenía unidos eran sus manos entrelazadas que reposaban sobre las rocas. El peligris no podía contener la emoción al recibir en su mente algo que podía hacer, apretando las manos de Jimin con mucha mas fuerza, haciendolo chillar.

Pronto, Jimin yacía a su lado, lloriqueando, frotandose las manos, mientras que Namjoon se abalanzó sobre él, espantándolo, mirando cómo el cuerpo del menor caía suavemente sobre las rocas y no despegaba la mirada a ningun momento del peliazul.

Se quedaron así unos instantes, uno encima del otro, mirandose fijamente, acortando la distancia entre ellos, dando paso a un suave beso.