Práctica.

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POV'S KIARA.

OK, empecemos por lo básico, lo primero que aprendes en física, ¿está bien?

— Bien, pero tienes que ser consciente que cuando digo que no entiendo nada, es que DE VERDAD no entiendo nada. ¿Me sigues?—. Me contestó remarcando la última frase.

— Tranquilo, tengo mucho tiempo libre últimamente, así que no hay problema—. Lo tranquilicé con una pequeña sonrisa calmada, a la cual me respondió con un asentimiento.

Pasé una hora explicándole los temas básicos para ver cuánta base tenía en la materia, y me sorprendió el bajo nivel. ¿No enseñan física en Canadá o qué? Quizás me sé más las cosas porque me gusta la asignatura, pero aún así es alarmante.

  Mientras que él hacia los problemas, me entretenía viendo sus facciones de concentración. Su ceño fruncido, sus carnosos labios torciéndose, sus ojos achinándose, su mano rascándose el cuello haciendo tensar sus músculos, o su tic de tocarse el pelo cuando estaba confundido y no entendía. Simplemente hermoso.

— Si quieres, podemos tomar un descanso. Hace bastante tiempo estamos trabajando—. Asintió rápidamente.

— Sí, gracias. ¿Puedo pasar a tu baño? Es que tengo que hacer el número dos—. Se quejó con una mueca en su cara, a lo que solté una carcajada.

— La primera puerta a la derecha del pequeño pasillo.

— Bien, gracias—. Se dio la vuelta y fue hacia la indicación.

  Aproveché el tiempo y comencé a escribir nuevos ejercicios para practicar. No obstante, me distrajo una notificación que me había llegado de Instagram. Se trataba de un YouTuber que me gustaba; había subido una nueva historia. Entonces, decidí desbloquearlo y abrir Instagram.

  Vi su nueva historia para después querer salir de la app y seguir con los ejercicios, mas no pude, porque mi feed se recargó sin querer y me apareció una nueva publicación de Dylan al instante de hace unas horas. Mi dedo fue hacia abajo pero Instagram lo tomó como doble pulsada y le dio me gusta.

— ¡Mierda! Mierda, mierda, mierda, ¡mierda!—. Susurré fuerte.

La poca dignidad que me quedaba, se iba a ir al caño, maldición.

  Y se preguntarán, ¿por qué te pones así si el post fue hace unas horas? El problema es que el verá mi perfil, entrará y ¡encontrará todas mis fotos! No soy una chica fotogénica y por eso es que no me saco muchas fotos, ¡pero no significa que no tenga en mi Instagram! Acepto todo, menos que él las descubra...

Aguarden.

  ¡Mi cuenta es privada!

Me estresé sin razón. Ridícula es mi segundo nombre, lo puedo asegurar.

Cuando me tranquilicé, comencé nuevamente a hacer los cálculos y todo eso.

  Cuando ya había terminado de hacer los últimas cuentas, el morocho seguía en el baño. Habían pasado más de cinco minutos y Dylan todavía sin haber salido. Vaya que tenía ganas de hacer el número dos, señores. Empecé a tambalear mis dedos sobre la mesa impaciente y miré de nuevo mi teléfono de reojo.

No me voy a enamorar (Dylan Kingwell). [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora