Capitulo 6

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Ya eran las siete y veinticinco, Aequat se puso sus lentes de sol, se puso un sombrero negro, llevaba una camisa de tirantes morada que por atas estaba abierta en forma de V y llevaba una licra negra. Enrique fue muy puntual y paso a la hora que él había dicho hoy en la madrugada. Bajo la ventana y llevaba unos lentes oscuros y una jacket negra, una camisa blanca, un jeans y zapatos de vestir.

-¿Dónde vas tan sexy, nena?

-Lo mismo te digo

-Yo estoy vestido así por usted

-Yo no

-Que cruel eres

-Es mentira, también me vestí así por ti

-Yo sabía tu mientes muy mal

Enrique se puso en camino; prendió la radio y ellos se pusieron a cantar.

-Tú eres una mujer perfecta

-La perfección no existe

-La perfección no existe, solo existe la perfección que uno piensa, la perfección cambia según la forma de pensar de la persona. Y usted para mi es perfecta

-Si yo sé, para mí nadie es perfecto hay miles de millones de personas en mí, no soy perfecta, en realidad nadie lo es, pero en la mayoría de las personas siempre esta esa “persona perfecta”, pero en realidad es algo que les hace falta o muchas veces es que los hace felices o sentir bien, no es perfección es algo que te llena y sin embargo uno no sabe por qué es  simplemente la imperfección que no le agrada a uno

-Por eso, las imperfecciones hacen a las personas perfectas

-No perfectas simplemente que sean reales

-Como usted dice la perfección no existe, pero la perfección en nosotros se llama idealidad y eso solo está en cada uno de nosotros.

-Si según ver sus criterios y maneras de ver el mundo

-Por eso todos somos diferentes

-Por eso la perfección es el conjunto de imperfecciones que tenemos, por lo que lo vuelve la realidad

-Usted simplemente me enamora cada vez más

-Usted también me hace sentir lo mismo

-Si tuviéramos una cita, ¿dónde te gustaría?

-No sé, escalar una gran montaña, para luego ver una vista hermosa y ahí estar hasta que nos queramos ir y ¿a usted que le gustaría?

-Eso es muy bonito. Caminar en la playa en la noche con una gran luna y estar agarrados de las manos y descalzos; cuando nos cansemos sentarnos y contar las estrellas y quedar dormidos.

-El suyo es más

Llegaron al colegio y pasaron las lecciones, meriendas, recreos y el almuerzo. Cuando iban a salir Enrique llego por ella a la clase de donde estaba ella.

-Quiero preguntarte algo

-Ok dilo

Dejaron de caminar y Enrique la miro de frente.

-Yo sé que no llevamos mucho tiempo en conocernos pero todo este tiempo que hemos estado juntos me ha gustado mucho y quiero decirte esto antes de que llegue otra persona…

Aequat dejo de escucharlo porque atrás de el en el fondo aparecieron dos como la que se le apareció ayer a ella, una estaba vestida de rojo y la otra de vino y de repente ya no estaban.

-… ¿y qué dices?

-¿De qué me hablas? Perdón es que  me fui por un momento

-¿De que si quieres ser mi novia?

-Eso no necesita ni preguntarse, yo pensábamos que éramos desde que nos abrazamos ayer

Ellos se empezaron a reír y se abrazaron.

Mi bella Catrina : El fin del cicloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora