Capitulo 10

17 0 0
                                    

-¿Cómo nos vamos a mí me han quitado las alas?

-Es obvio Juana me lleva a mí y tu novia te lleva a ti

-¿Cómo vamos hacer eso,  Aequat solo gira?

-Gira con ella

Aequat y Enrique se agarraron abrazaron y Aequat se elevó un poco y empezaron a girar hasta que ya se había desaparecido sus cuerpos. Aparecieron arriba de la casa de ella y un minuto después los otros dos llegaron. Y se pusieron en camino.

-Sebastian, ¿esta es de México?

-Sí, igual que tu vive aquí en Aguascalientes solo que ella vive en la parte norte

-¿Va ser muy difícil de matar? O no porque ella es muy nueva, igual que yo

-No todas son difícil de matar, por dos razones porque ellas a los dieciocho terminan su entrenamiento y mala hierba nunca muere

-Eso es cierto

-Juana, ¿tú conoces a Dios?

-No, aun no soy un ángel digno de verlo

-Ya hemos llegado aquí es donde supuestamente debería de estar ella

-¿En esa casa?

-Si ella eligió esta casa abandonada en la montaña porque la conoce como si fuera su propia mano, así que eso nos pone en desventaja

-Eso no me agrada mucho

Llegaron y derrumbaron la puerta, entraron a la sala, era una casa muy cuadriculada era de dos pisos y tenía muchas habitaciones por lo que parecía más bien como apartamentos o un hotel. Empezaron a caminar lentamente y estaban viendo con vistas panorámicas, hasta que se escuchó una risa muy aterradora, pero primero se oía de un lado y después del otro lado.

-Así que tú eres la nueva catrina Aequat, yo también soy nueva pero si sé que son y lo sabía de mucho antes, mi entrenamiento me enseño a usar mi especialidad como ya te lo ha dicho tu historiador es la rapidez, un momento estoy aquí y otro haya. Así que no podrás conmigo amiguita. A bueno por cierto me llamo Paquet

-Eso ya lo veremos

La bruja tenia ropa morada igual que Aequat, su pelo era corto y de color morado tenía los ojos negros y su cara era muy pálida, su vestido estaba arrugado y sucio como si fuera un zombi. La bruja empezó a correr por todos lados y se metía en habitaciones, pero salía en otras.

-Ustedes quédense aquí, por si sale por otra puerta.

Aequat se convirtió en hueso, giro y aprecio en el segundo piso y se metió en la última puerta que se metió la bruja, esa habitación era enorme y las paredes estaban rasgadas como por un animal. En el fondo de la habitación había unas escaleras que bajaban, por lo que ellas se fue por ahí, llego a una habitación que era muy grande también, pero de repente dio un paso las paredes se empezaron a cerrar, por lo que Aequat empezó a correr hasta llegar a la otra puerta. Abrio la puerta y vio que eran muchas muñecas y de un pronto a otro todas empezaron a decir “Oye querida, ¿aún no estas muerta?”.

-Estas donde quería que estuvieras.

-¿Dónde estás muéstrate si no me tienes miedo?

La bruja se le puso muy cerca.

-¿Yo, miedo? Por favor más respeto amiguita.

Aequat agarro un cuchillo y se lo tiro rápidamente. Pero no le dio a la bruja.

-Tú tiras muy lento para mí

Aequat ya no sabía que hacer no sabía cómo poder ganarle a ella, de un pronto a otro se le vino en mente la clase de física que hablaban de la velocidad  “si un carro va de fuga, ¿dónde le apuntaría la policía a ese carro?, es obvio, a las llantas”. Aequat se dijo a sí misma “Ya sé si le doy a sus piernas no se podrá mover por lo que me va a dar ventaja, pero ¿cómo le doy si es rápida?, a ya se voy a girar, creo que la palabra clave de una catrina es esa, ¿siempre nos sacara de apuros?”. Aequat empezó a girar, pero esta vez no desaparecía.

-¿Qué haces?

-Vamos enagua elévate y haz tu trabajo

-¿Qué dices, sabes que mi debilidad no es el viento, verdad?

-Si pero si son tus pies.

Los cuchillos se empezaron a volar y le dieron en sus dos pies; y quedo prensada en la pared.

-Estúpida, ¿Cómo lo supiste?

-Amiguita, todo es gracias a la Física

De repente los otros llegaron.

-Si esta puerta es

-¿Porque ahí tanto cuchillo?

Miraron a la bruja y después a Aequat.

-Lo hiciste, ¿pero cómo?

-Gire solo gire, pero alguien que la mate porque no voy a creer poder hacerlo

Aequat se volvió y Juana le pego una flecha en el corazón y después Enrique le corto la cabeza y Sebastian la quemo, todos se pusieron en círculo alrededor de ella. Y todos dijeron

-Una menos

Mi bella Catrina : El fin del cicloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora