Con tan solo quince años, Taehyung tuvo que hacerse cargo de un bebé, le había prometido a la madre del niño hacerse cargo de él antes de que ella falleciera en el parto.
Jennie le había mentido y se llevaría la verdad a su tumba, Taehyung no era e...
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Jungkook llegó a recargarse en uno de los postes de luz en la calle, la música era demasiado fuerte y su amigo estaba siendo excesivamente fastidioso regañándolo por algo que ni siquiera había hecho.
«No juegues con sus sentimientos»
Eso fue lo único que Choi le había repetido una y otra vez durante toda la noche.
Jeon ni siquiera había pasado más de cuatro horas con Taehyung y mucho menos había planeado involucrarse más de lo necesario con él. Por lo que había alcanzado a ver, el chico no era poco atractivo, pero muy lejos de ver su rostro, lo que Jeon en su momento había podido apreciar realmente era el cuerpo muy bien proporcionado del mayor.
Era un déjà vu, él estaba seguro que ese tipo de cuerpo lo había visto antes, pero no recordaba cuál de los hombres con quienes tuvo sexo lo poseía.
Jungkook no quiso parecer un pervertido, pero mientras llevó en brazos al castaño aprovechó en apretarle disimuladamente el trasero entre sus manos, le había quedado en claro que no era menor a él, así que Jeon se tomó la libertad de simplemente tocarlo un poco aunque sabía que estaba siendo lo que justamente no deseó parecer.
—Perdí cuatro horas de mi vida escuchándolo llorar.
Susurró por lo bajo mientras aspiraba el humo del cigarrillo que él mismo había preparado, la sustancia era demasiado fuerte para su gusto, pero con el tiempo su cuerpo había comenzado a acostumbrarse y exigirle consumir uno por lo menos una vez al día.
—Si vuelve a aparecerse entonces se irá a la-...
—¡Hola!
Se escuchó una lejana y amigable voz acompañada de sonidos de pasos apresurados, Jungkook rodó los ojos de tan sólo saber de quién se trataba.
—Mierda —Susurró al ver a Taehyung saltando en medio de la calle cerca a las tres de la madrugada sin preocupación aparente.
—Delincuente, ¿qué haces por aquí? —Preguntó luego de detener sus pasos frente al pelinegro.
—¿Qué te importa? —Bufó, el castaño estaba vestido nuevamente con su pijama, una polera color gris junto a un pantalón chándal negro y la misma gorra que llevó hace cuatro días.
Jeon estaba a punto de ignorarlo e ir en busca de Choi dentro de la casa donde se había organizado la fiesta, pero fue Taehyung quien se abrazó a él antes de que diera un paso al costado. Su cigarrillo desprendía un olor que era intolerable para la mayoría de personas a su alrededor, pero al castaño no le incomodó abrazarlo aún si literalmente olía al mismo demonio.
—Suéltame, ¿qué quieres?, ¿dinero?, ¿sigues perdido?, ve a seguir buscando a tu padre, tu hijo o a quien sea que estés buscando, ya tengo que irme.
