Alpha. Stiles Stilinski |STETER|

EPÍLOGO

Stiles gime cuando recibe una patada en sus partes privadas y abre los ojos para ver a Nikolai subiendo a la cama para acurrucarse entre en él y Peter. Stiles no entiende como su hijo tiene tanta puntería cada vez que sube a su cama, pues siempre sabe donde golpear para asegurarse de ser hijo único.

—Papi, quiero panqueques. —Murmura Nikolai con sus dos años recién cumplidos, mirando al Alpha con sus ojos azules brillando bajo su cabello ondulado y castaño. Stiles finge estar dormido, y parece funcionar, ya que Nik se arrastra en sus rodillitas hacia Peter —que también estaba fingiendo estar dormido—. —Papá, ¿puedes hacerme panqueques?

Peter suspira y se levanta de la cama mirando como Stiles le sonríe victorioso, por lo que el Omega gime cuando pone un punto bajo el nombre de Stiles, luego carga en brazos a su pequeño demonio y va hacia la cocina.

La cosa es que la pareja una pizarra donde van apuntando las victorias del otro cuando despertarse al alba se refiere. Es triste ver que Peter va ganando pero está haciendo él los panqueques.

Si hace tres años le hubieran dicho que perder el autobús le habría hecho conseguir un Alpha, un hijo, y una manada que si lo quiere y lo valora, se habría burlado cruelmente de ese idiota. Pero aquí está, haciendo panqueques con forma de Yoda mientras observa su anillo brillando bajo las lámparas de su cocina.

—¿Papá, por qué sonríes? —Pregunta Nik desde su trona, jugando con sus muñecos. Peter se gira y besa su frente con cariño. Su pequeño cachorro inteligente.

—Es que soy muy feliz. —Responde Peter y vuelve a los panqueques mientras piensa en cómo darle la noticia a su Alpha.

—¡Yo también soy muy feliz, papá! —Exclama Nik desde su trona, suspirando cuando se le caen los juguetes por los movimientos espásticos de sus bracitos. Es la viva imagen de Stiles, solo tiene los ojos de Peter probando que él también hizo a ese adorable cachorro.

Peter se ríe y le entrega los muñecos a Nik, luego siente unos brazos abrazando su cintura, y sonríe al ver los tatuajes que los adornan. Peter se da la vuelta y besa a Stiles en los labios antes de volver a los panqueques.

—Buenos días, papi. Papá y yo somos muy felices. —Dice Nik, y Stiles sonríe ampliamente antes de inclinarse y besar la mejilla regordeta de su bebé.

—Yo también soy muy feliz, y todo porque papá y tu estáis conmigo. —Dice Stiles, pero se queda quieto al sentir el nerviosismo viniendo de Peter en olas densas. —¿Peter?

—¿Serías más feliz si somos Nik, tú, yo y el cachorro que está en camino?