1 TO 10

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Recomendación: Escuchar "1 to 10" canción b-side del tercer mini album "Twicecoaster line1" de Twice.

Este escrito es la continuación, de "Like a fool" espero les guste. Y muchas gracias por leerme~

***



¡Sé que lo sabes!

Es imposible que no lo sepas, siempre estoy dándote pequeñas "pistas".

Sé que lo sabes, y quiero que lo sepas.

Llegaste a mi vida uno de los días más difíciles de mi vida.

Recuerdo que papá semanas antes me estaba diciendo que la vida no iba a ser igual, que teníamos que mudarnos.

Toda mi vida viví en esa ciudad, despegarme de ella iba a ser terrible.

Pero, sabiendo al sitio a donde iría, los nervios y las tristezas fueron disipándose.

La idea de llegar a un lugar nuevo me aterraba, pero presentía que todo iba a estar bien; quería que todo saliera bien.

Conocerte en mi primer día de clase, ha sido uno de los regalos más especiales que la vida pudo darme.

Hoy, meses después de eso, siendo amigas inseparables no puedo evitar pensar en ti en cada instante.

Mi día comenzó con el teléfono sonando, al mirar tu nombre en la pantalla me sentí nerviosa, ansiosa.

Respiré hondo, y seguí mirando la pantalla parpadear mientras aparecía el conjunto de letras que enmarcaban tu existencia.

Cálmate, no tiene sentido que te pongas de esta manera, me dije en un vago intento de tranquilizarme. Pero todo eso había sido en vano.

Mina...

Escuché que tu voz pronunciaba mi nombre, tan dulcemente, cosa que hace mi corazón retumbar en mi pecho.

—Chaeyoungie —respondí y pude escuchar un suspiro de tu parte.

Sé que lo sabes, sabes cómo me haces sentir.

Me pareces tan dulce, tan especial. Aún me pregunto, ¿cómo alguien puede ser tan perfecto?

¿Cómo tú puedes ser tan perfecta?

—¿Hey, Mina, estás ahí?— preguntaste, tal parece que mis pensamientos me arrastraron, y no pude entender que estabas diciendo.

—Sí, aquí estoy, puedo oírte, así que, ¿dime?

Mis palabras salían arrastradas a través de mi boca, se me hacía difícil hablar mientras mi musculo cardiaco arremetía contra mi pecho, queriendo escapar de su cavidad.

¿Podemos vernos? Quiero hablar contigo de algo importante.

Mis sentidos se alertaron al escucharte susurrar las últimas palabras.

¿estás bien? ¿pasa algo malo?, fueron las preguntas que asaltaron a mi mente, pero, no fui capaz de hacerlas.

—S-sí, claro que sí, ¿Dónde quieres que nos veamos?

En el parque, a las cuatro. Te espero donde siempre.

Y antes de que yo dijera algo, colgaste.

Las palabras seguían flotando en mis pensamientos, me aterraba la idea de que me hubieses descubierto y quisieras alejarte de mí.

Cuanto quisiera que fuese como en mi sueño, donde llegaste volando a mi ventana, y te acercaste a mí colándote en mi habitación.

Se sentía tan real, te sentía real y yo estaba más que perdida en tus encantos.

Cuento del uno al diez, y me doy cuenta que eres quien ocupa mi pensamiento todo el día.

Del uno al diez creo que soy la única que sabe de todo esto, aunque de verdad siento que tú también lo sabes.

Vuelvo a contar del uno al diez, y es inevitable planteármelo, estoy enamorada de ti.

He intentado mirar a otras personas, pero me es imposible.

Solamente me gustas tú, y no tengo idea del porqué.

Por favor, dime el porqué.

Así que si te has preguntado si siento algo por ti, aquí está la respuesta.

Podrías ganar mi corazón, aunque tenlo por seguro, que eres más que su dueña.

El reloj de mi cuarto marcó las tres, y yo ya estaba más que lista, impaciente.

Salí rumbo a nuestro encuentro, y no pude evitar llegar antes.

El corazón se me aceleró cuando te vi cerca al árbol en donde estuvimos acostadas aquella tarde en donde me di cuenta de mis sentimientos.

Eran las tres y cincuenta y nueve. Y mi corazón latía tan fuerte, que temía que pudieses escucharlo.

—Chaeyoungie...

Te llamé, pero la voz me falló. Tu nombre me salió como un susurro.

Cuando giraste, me regalaste una sonrisa, donde el pequeño hoyuelo de tu mejilla derecha se hizo presente.

Mi corazón latió con mucha más fuerza.

—M-Mina... gracias por venir, tengo algo que decirte.

—Claro, dime todo lo que necesites, puedes ser sincera conmigo —dije tratando de mostrarme tranquila. Pero creo que he fallado en ello.

Tomaste mi mano, y me dirigiste a sentarnos en el césped, nos recostamos a aquel gran árbol como aquella vez, y me volviste a sonreír.

—En todo este tiempo, he empezado a tener muchos sentimientos, y no sabía cómo afrontarlos —comenzaste a decir, mientras me mirabas fijamente. No pude evitar sentir mi piel erizar, cuando me di cuenta del brillo que había en tus ojos — Hoy te diré todo, ¿puedes escuchar mi corazón?

Las palabras se me fueron, tú seguías expectante a que podría yo decir, pero cuando intenté hablar... Nada, no salía nada.

Tus ojos empezaron a cristalizarse, y me asusté.

Tomé tu mano, y la apreté mientras asentía con la cabeza para darte la palabra.

Te quería escuchar.

—Mientras cuento del uno al diez, para tranquilizarme, me doy cuenta de que mi corazón no hace más que latir por ti, y mi cabeza no hace más que pensarte. Siento que soy la única que lo sabe, pero a veces pienso que también lo sabes —cerraste los ojos y una lagrima calló —Mina, no puedo ocultarlo más, necesito decírtelo todo...

Te quedaste callada, y yo más me asustaba. Necesito que digas algo antes de que me dé algo.

—Dimelo Chaeyoung, dime que sientes

—Estoy enamorada de ti.

Quedé nuevamente sin palabras, y lo que me pareció segundos, parece que a ti te pareció una eternidad.

Estuviste a punto de levantarte cuando tomé tu mano.

Te abracé tan fuerte, que sentí como el poco aire que sostenían tus pulmones se iban dejándote sin poder articular algún sonido, alguna palabra.

Llorabas, y yo no quería que eso sucediera, no quería herirte, no podía hacerlo.

Me despegué y limpié tus lágrimas.

—Bebé, es todo nuevo para mí... —fue lo único que pude decir.

Tomé aire, tenía que sacarlo, habías sido tan valiente, necesitaba hacerte ver que era lo que yo sentía.

—Quiero saber más acerca de eso —te dije pegando mi frente en la tuya —justo como tú te sientes, me siento yo y no sé por qué, todo es tan nuevo para mí Chaeyoungie. Así que, si te lo sigues preguntando, tú eres todo lo que necesito.

Bastaron esas últimas palabras, para que tus labios se apoderaran de los míos, en el beso más dulce y tierno que alguien pudiese recibir.

Era nuestro primer beso, y estaba feliz de que haya sido contigo.

MICHAENG (ONE SHOTS)Where stories live. Discover now