MELTING/ ICE CREAM(녹아요)

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Recomendación: Escuchar "Melting/Ice cream (녹아요)" canción b-side del primer album repackage "Twicecoaster: lane 2" de Twice.

***

Te conocí una tarde de marzo, la primavera estaba comenzando y las calles vibraban al compás de los colores.

Te vi llegar, del brazo de Jeongyeon aquel dieciocho de marzo, tenías una sonrisa tímida en tus mejillas, y unos ojos tan brillantes que era difícil no mirarlos.

Nos encontrábamos en Bukhansan, hacía una tarde preciosa, y los cerezos estaban en plena floración, dándole vida al lugar, aunque me atrevería a decir que, con tu llegada, la vista era más que perfecta.

Tu voz era suave, bastante ligera.

Tu rostro iluminado por la luz de aquel ocaso, realzaba cada uno de los puntitos en tu rostro que por alguna extraña razón me dieron ganas de tocarlos.

Rozamos nuestras manos en símbolo de saludo, dejamos las formalidades porque yo por muy loco que parezca anhelaba aquel contacto, y tú parecías estar bien con aquello por la diferencia de edades.

—Mucho gusto, me llamo Chaeyoung, Son Chaeyoung —dije, mientras involuntariamente una sonrisa brotaba de mi boca.

Inconscientemente pude ver como formulabas en tu rostro la misma mueca, donde pude ver cuán hermosa lucía en ti, y donde me di cuenta, que era el gesto que pretendía hacer nacer en tu semblante.

—El gusto es todo mío, Chaeyoung. Mi nombre es Myoui Mina.

Tu acento japonés tan marcado, indiscutiblemente adorable me hicieron reír.

Me miraste con un gesto interrogante el cual solo pude hacer una negación con mis manos, pidiéndote que no prestaras mayor atención a mis tonterías.

Aquella tarde situada en el tercer mes de aquel año, los primeros signos de un corazón tambaleante se apoderaron de mi ser dejándome con una confusión que luego pude disipar al compartir más de tu compañía.

Nos acercamos al minuto de conocernos, encontrando puntos en común tan simples a la mirada de cualquier persona, pero tan significativos para ambas.

Las salidas grupales pronto pasaron a ser entre nosotras dos, con la excusa de que éramos las únicas disponibles las primeras ocasiones.

Nuestras manos rozaban cada vez más constantemente, cada vez más conscientes.

Ahora siento que el tiempo que pasamos juntas, ya no es suficiente para mí.

Me he vuelto egoísta, y deseo que nuestros momentos se extiendan, que sean más duraderos.

Aunque me he sentido triste todas las veces que nos despedimos, he preferido esconder mis sentimientos.

Quédate conmigo un poco más, pensé en decirte, pero no tuve el valor.

Deseo mostrarte mi corazón, incluso más de lo que ya has visto.

Hace tiempo que quiero que te des cuenta, que no quiero a nadie más que no seas tú.

Oh, bebé, he pensado tanto en los quizás.

Quizá estas esperando a que te diga todo lo que siento.

Tal vez me extrañas tanto como lo hago yo cuando no estoy a tu lado.

Y me estoy volviendo loca con estos pensamientos, sin poder darle respuesta a todas mis preguntas.

¿Qué es lo que debo hacer? No puedo dejar de pensarte, y sacarte de mi mente no está en mis planes.

Cuando te veo, eres tan dulce, me haces derretir como un helado.

Enloquezco solo con escuchar tu voz, o ver tu sonrisa.

¿No te has dado cuenta que solo tengo ojos para ti?

Por favor dime que también me quieres.

Hoy salimos, y hemos pasado todo el día juntas.

Ha llegado la hora de despedirme, y como siempre odio que esto ocurra.

Nuestras manos se encuentran y sonreímos dulcemente la una a la otra.

El contacto hace que mi corazón se llene de valor, y entrelazo tus dedos con los míos.

Me miras sorprendida, y tus lindas mejillas se han colorado en una tonalidad carmesí.

Hace juego con tus delicados labios que por alguna razón no he podido dejar de ver.

—Quiero pasar un rato más contigo, cuando nos despedimos me siento un poco triste... ¿No sientes lo mismo? —dije sin apartar mis ojos de tu mirada resplandeciente.

Por mis venas circulaban la sangre caliente que el corazón estaba bombeando a una velocidad impensable.

nuestros dedos aun entre lazados estaban lejos de querer soltarse, y tu vista no se apartaba de la mía.

Estábamos solas las dos, en la puerta de tu casa.

Me rodeaste el cuello con tus brazos y cuando te acercaste pude sentir como nuestros corazones latían en total sincronía, hablando por nosotras, diciendo cuan locos estaban por la otra.

Cerré la distancia quedando a solo centímetros de tu boca, sintiendo el calor que emanaban tus labios.

Dejándote llevar por la adrenalina de la situación, presionaste tus belfos con los míos, encajándolos de una manera magistral, haciendo mi boca totalmente tuya, mientras yo reclamaba la tuya totalmente mía.

Tus labios suaves, dulces, delicados, que me llevaban a la cima del mundo, y que tanto había deseado probar.

Tus manos frotando tan lentamente mi cuello, enloqueciéndome con cada caricia que me dabas.

Con los ojos cerrados, abandonaste lentamente la danza que habíamos iniciado con nuestras bocas.

Para acercarte a mi oído y decirme en un susurro.

—Enloquezco con solo escuchar tu voz, te quiero Chaeyoungie.

Dejándome la mayor felicidad, y acercándonos nuevamente para fundir nuestros labios en el baile que siempre voy a querer danzar.

MICHAENG (ONE SHOTS)Where stories live. Discover now